Fíjate aquí, cómo rápidamente saltas como un muelle para defender a extrañísimos pastores protestantes y negando con una ceguera ignorante la influencia de Kant en el progresismo nacional, por supuesto poco equilibrado cuando llega al común mortal; mientras aprovechas para dejar una puya contra nuestra Elvira Roca.
Uno ha de preguntarse cuál es su Dios, cuál es su Patria, la tuya desde luego no es España, es evidente que has notado la punzada en tus ídolos protestantes. Hazte a un lado.
Jajaja sí claro, me haré a un lado porque me lo digas tú, y dejaré de decir lo que no te gusta oír. Por supuesto.
Wurmbrand es extrañisimo para tí por la sencilla razón de que lees poco para lo mucho y severamente que juzgas. Entre otras cosas, era amigo íntimo del arzobispo católico Fulton Sheen, tienes una entrevista grabada en Youtube (claro que igual ni siquiera conoces a Sheen), fue torturado por negarse a apostar de Cristo cuando muchisimos en Rumanía si lo hicieron ante las torturas de los comunistas.
Fue, además, autor de un libro magistral llamado "Marx y satan" en el que exponía el carácter muy posiblemente satanista de ese señor. Libro por cierto extraordinariamente influyente después en los talibanes del tradicionalismo católico, que lo citaban en su día hasta la saciedad sin importarles en exceso su luterano origen.
Elvira Roca se toma la licencia de insultar cuanto quiere a una serie de chivos expiatorios de la historia española, y gana mucho mucho dinero con ello, no creo que una crítica le duela mucho. Por otro lado ya me dirás qué puya le he soltado, cuando más bien crítico a muchos de sus lectores, porque se comportan como exaltados.
Elvira Roca ha escrito una serie de libros que son muy buenos, y que está muy bien leer pero sabiendo que ella hace exactamente lo mismo que critica de los "propagandistas históricos protestantes", a saber, sacar la cosa del otro y ni mencionar la propia.
Por ejemplo leerás acerca del asesinato de Servet, y leerás de sus elogios a Muntzer porque lo mataron los luteranos, pero no leerás acerca de los asesinatos de Juan Huss o Jaques de Molay, porque sabe muy bien que el público al que va dirigido su libro no quiere leer eso. Y si encima le sumas que es agnóstica, pues que quieres que te diga, muy elogiable su empresa como escritora, viene bien para recuperar el orgullo patrio, pero no me parece que sus obras por si solas sean suficientes para hacer un juicio histórico, a nivel global, lo suficientemente veraz.