Estooo... pues salvando las distancias (no muchas, tristemente), conozco un caso similar.
Se trata de un ahora ex-amigo que se juntó con una "víbora" y él hacía el papel de calzonazos. Sólo curraba él para pagar todos los gastos de casa, llegó un hijo (en realidad se casaron de penalti, qué le haremos), se iban acumulando las deudas, ella comenzó a trabajar, pero... todo lo que ganaba era para disfrute exclusivo de ella misma.
Más tarde, cómo se "les quedaba pequeño" el piso donde vivían, decidieron buscar uno más grande. Al final vendieron mal ya que les caducaba la señal del otro piso y las prisas no son nada buenas en ésto.
Un par de años después, ella "se" compró un coche. Nuevo, por supuesto. Y para ella solita, mientras que el del marido acumula km. y penurias.
Mientras tanto, de vez en cuando, en las pocas ocasiones que los amigos quedaban con ellos, y pese a estar el marido presente, oían cómo desde la cocina ella hablaba con su progenitora de un chico que le gustaba, o aquel otro que conoció, lo majo que era, a la vez que despotricaban de su cónyuge actual.
Se que no han llegado al divorcio, todavía, pero esa situación es cuanto menos insostenible psicológicamente. Le tenía mucho aprecio al susodicho, pero después de unas cuantas "historias" dejé de tener trato y todo lo que se es por oidas de otros colegas que, con cuentagotas, le siguen viendo.
Pd: sí, la historia es trístemente verídica hasta donde yo se. Sólo espero que si es como se ve, él recapacite y se decida a comenzar de nuevo, que con 30 años aún se es joven. O no?