Juan y Ana eran marido y mujer.
Juan trabajaba fuera de casa y Ana trabajaba dentro de casa
Corrían buenos tiempos, había empleo y el nivel de vida de la gente iba aumentando...
La casa de Juan y Ana se fué llenando de aparatos muy útiles que facilitaban el trabajo de Ana.
Juan y Ana no tenían hijos, así que poco a poco Ana fué ganando tiempo libre en casa…
-Juan, quiero salir más con mis amigas-
Juan no opuso ninguna objeción,
se conocía que Juan era un hombre bueno y generoso
aparte de nada celoso o desconfiado.
Un día, una mujer entro a formar parte del grupo de las amigas de Ana…
tenía coche propio, era esbelta y delgada…
vestía elegantes conjuntos acompañados de variopintos adornos y joyas.
María, que así se llamaba, era una mujer trabajadora fuera de casa…
Cierto día, María invitó a Ana a su casa
El piso era el doble de grande que el de ana,
los muebles parecían caros y sofisticados
a parte las tareas domésticas, las hacía una criada.
Ana quedó fascinada ante esta nueva perspectiva…
-Juan quiero ponerme a trabajar-
Juan no opuso ninguna objeción
era sabido por todos que Juan amaba de verdad a Ana
y el amor verdadero no amarraba con grilletes si no que brindaba libertad…
Así que Ana se convirtió en trabajadora fuera de casa
al tiempo que intentaba llevar su trabajo dentro...
Ana no tardó en explotar...
-Juan, estoy toda agobiada del trabajo y la casa, no puedo llevar las dos cosas a la vez ¿por que no me ayudas?-
-
Juan, que amaba tanto Ana respondió
-Claro, yo te ayudaré-
Las primeras andanzas de Juan como trabajador dentro de casa no eran muy afortunadas
Ana trataba de ser todo lo compresible del mundo con el nuevo aprendiz hogareño
sin embargo, un día Juan limpio los muebles nuevos de ana con un producto inapropiado
corroyendo la madera y dejando unas antiestéticas marcas tras de sí…
Ana montó en cólera.
-¿A quién se le ocurre? ¿Sabes lo que costaron esos muebles?¡
Juan agachó la cabeza avergonzado…
-¡Eres simple¡ mira, este es el producto para los muebles¡-
Juan pareció no reconocer a Ana en ese ataque de cólera y comenzó a llorar...
-perdóname Juan- dijo Ana arrepentida
-hoy tengo un mal día lo siento…Mañana contrato a una chacha y ya está-
-no¡, puedo aprender¡, no me volverá a pasar -
-No hace falta, mira, con el dinero que gano ahora nos lo podemos permitir-
-pero no tienes por que trabajar fuera si no quieres, anda, podemos estar como estábamos antes-
Ana hecho un vistazo a todas esas cosas bonitas que había conseguido…
-No, yo quiero trabajar fuera, mira todo lo que nos podemos permitir ahora-
Una casa mas bonita, cenas, viajes, coche nuevo,....
Sin embargo, Ana cada vez estaba de peor humor, pasaba menos tiempo en casa
y salía mucho mas de compras con María que con Juan.
En lo profundo de su alma Juan comenzó a sentirse mal.
-bueno, pues contratemos una chacha-
Lucía fue la elegida entre las candidatas al puesto
era una mujer divorciada, mas bien mayor, que trabajaba por necesidad...
Juan, que era un hombre amable y sensible a los problemas de los demás
no tardó en crear una buena amistad con ella.
Los años pasaron….
Cierto día, Juan apareció en casa con un regalo
-que me has comprado Juan?- preguntó Ana bastante ilusionada...
-No es para ti-
-¿No?-
-Vamos a darle una sorpresa a Lucía que mañana es su cumpleaños-
-¿Por qué no me has dicho nada? ¿has comprado un regalo sin consultármelo?-
-Bueno iba a decírtelo ahora…-
Un regalo por cumpleaños.
Tiempo después una invitación a cenar el fin de semana.
Mas tarde, una cena de navidad todos juntos…
El nivel de celos y mosqueo de Ana superó el límite.
-¿Qué te traes con Lucía? Me estoy empezando a mosquear-
-¿Por qué dices eso?-
-Que la invitas mucho últimamente, a ver que pasa aquí-
-jorobar, lleva ya tiempo con nosotros, que menos que darle una alegría de vez en cuando?-
-Oh que amable, me gustaría veros cuando estáis solos aquí los dos…-
-¿Qué estas celosa? Por dios Ana, si tu ya sabes que te quiero a ti-
-Bueno, pues sabes que te digo que estoy harta, vele diciendo que se busque otro trabajo-
-¿Qué?¡-
-Lo que has oído, ah¡, y ahora nos buscamos un mayordomo que limpie a ver como te sienta-
Juan no podía articular palabra
Y no pudo dejar de llorar cuando despidió a Lucía.
-No me lo puedo creer, estas llorando y todo? Vete con ella si es lo que quieres-
-¿Pero que dices? es que no lo ves que no tiene otro trabajo? Que pasa si no encuentra?
-mantenla tu, no te joroba-
-Tu no estas bien, yo te doy toda mi confianza cuando estas por ahí trabajando o con tus amigas y tu mírate-
El matrimonio empezó a deteriorarse…
Se perdió el respeto y con él, el amor
Finalmente Juan y Ana se separaron…
-Buenas tardes, me llamo Andres y soy agente inmobiliario, saben que podrían vender este piso por 30 millones?-
Algo había cambiado desde que Juan y Ana compraron su piso
Una especie de euforia colectiva estaba por doquier
Los pisos eran como minas de oro,
Y la gente los compraba como manzanas en una frutería …
-Tía esto no es normal, este piso nos costó sólo 3 millones-
-Los pisos suben de precio que no te enteras-
-pero me parece una pasada, esto es de locos, incluso me parece inmoral-
-Mira, vendemos y tu te quedas la mitad-
Arrastrados por la esa fiebre popular
Juan y Ana vendieron el piso por los 30 kilos…
Juan se fue de alquiler,
Mientras que Ana empleó el dinero en comprar una casa mas grande de 50 kilos del ala y un coche nuevo.
Pasó tiempo, y ana comenzó a salir con chicos que iba conociendo… Los papeles se invirtieron y María empezó a envidiar a Ana…
-tía, que bien te lo montas, tienes tu casa y no tienes que aguantar marido ni nada. Sales, entras y si te quieres liar con uno te lías y “san sacabó”, sin tener que dar explicaciones a nadie-
Pasó poco tiempo, y la cuota mensual de la hipoteca se duplicó ante la sorpresa de Ana… Como el aire que sale de un neumático pinchado, el colchón de dinero que ana tenía guardado empezó a disminuir a una velocidad pasmosa. No pasó mucho tiempo hasta que Ana comenzó a tener problemas de dinero…
-No importa me buscaré otro trabajo-
Pero el trabajo escaseaba, estaba mal pagado y la competencia era feroz. Para colmo, también en su trabajo de toda la vida, el ambiente comenzó a ser insoportable, comenzaron a llegar personas agobiadas que se sometían a cualquier cosa, y que no hicieron otra cosa que crear un clima de rivalidad y convivencia insoportable…
-Estoy molida María, voy a tener que buscarme otra vez un novio formal, por lo menos que me ayude a pagar todo esto-
Pasaron 3 meses…
-María estoy muy mal, los tíos me han colgado el cartel de desesperada y ninguno quiere nada conmigo-
Ana bajó el listón de sus pretensiones acerca del hombre ideal y accedió a salir con otros hombres…
Al poco de conocerlos, ana los metía en su casa literalmente y hacía planes de boda rápidamente con cada uno.
Sin embargo, todas esas relaciones resultaron ser un desastre. Especialmente una, que terminó realmente mal…
El tipo resultó ser un borracho celoso que acabó por pegar a Ana….
Sola, con dos trabajos que más que trabajo eran una tortura… sin tiempo…
Ana intentó jugar su última baza.
Vendería el piso por más dinero del que le costó
Y compraría un piso más pequeño, con una cuota más asequible…
Pero…
-Las cosas han cambiado un poco señora, antes nos quitaban los pisos de las manos, ahora como mínimo pueden pasar 9 meses tranquilamente y no se vende. Debería pensar seriamente en rebajar el precio si necesita venderlo rápido-
La realidad golpeó duramente la ya débil resistencia de Ana pero además…
-Estimada Ana: Le comunico que en la próxima revisión de la hipoteca pagará 100 euros más, un 5% mas de su salario actual, pongo a su disposición la opción a renegociar las condiciones de la hipoteca ante el posible caso de incumplimiento de su pago-
Precipitada al mas oscuro pozo de la depresión
Ana se dio cuenta de muchas cosas y lloró amargamente durante toda una noche.
Al día siguiente, Ana cogió el móvil y mandó un mensaje a Juan-
-Fuí una estulta, en este tiempo me he dado cuenta de muchas cosas,… El dinero me cegó, no sólo no me dio lo que buscaba si no que me ha llevado a esto. Me gustaría volver atrás y hacer las cosas bien… Espero que te vaya bien y seas muy feliz. Adios amor mío-
Juan se apresuró a localizar a Ana, pero esta no respondía ni contestaba…
Así que Juan llamó a la policía…
Poco tiempo después, encontraron el cadáver de Ana desplomado en el salón de su piso…, Cuya sangre teñía de rojo los muebles que caros que tanto le gustaban…
