Yo tuve una idea y estuve como 1 año trabajando en ella con otra gente. Al final quedamos la mitad cuando nos encontramos la realidad de España: "no nos gusta vuestra idea porque no" (básicamente el dinero es para hijos de gente de pasta que pague la factura hasta si, por casualidad, suena la flauta... como pasa en USA, ni más ni menos), ésa fue la respuesta.
Hasta aquí todo correcto pero le pusimos algo más de ganas y fuimos al extranjero a presentar la idea por puro amor propio sin esperar nada en particular, un poquito más al norte de España. Nos cogieron desprevenidos pues les encantó la idea y nos ofrecieron un lugar para quedarnos allí y desarrollar la idea. Como fuimos por probar no pudimos aceptar pues jamás fue la intención.
La idea murió y la gente o entidades que nos la rechazaron tenían la infraestructura y la financiación. Yo no entiendo mucho de estas cosas, soy un técnico y moriré como tal: no soy nada especulador, sé crear cosas y hacerlas crecer. ¿Por qué unos sí y otros no? ¿Por qué en España no y en otros países sí? Fácil, la respuesta es sencilla: por temas sociales y políticos. España es una sociedad jerárquica que no cree en el talento natural patrio. De hecho, si no eres "uno de los nuestros" pues lo tendrás más difícil, espantando a muchos de los emprendedores de este país. Si no eres del círculo te van a exigir el doble de cosas a cambio de la mitad siendo ésa la mejor manera de desincentivar. Y como se necesita mucho capital para montar algo serio de verdad (descartando bares, restaurantes y comercios o franquicias que son negocios de bajo valor añadido e intensivos en factor trabajo), la cantidad de proyectos que llegan a buen puerto son pocos en comparación a otros países.
Particularmente no me siento fracasado, por si alguien se lo pregunta. Al contrario, pues estoy orgulloso que en países más avanzados se haya valorado mi trabajo y, para mí, lo que significa Europa está muy por encima de cualquier entidad política o social de este país. Además, sé que siempre encontraré un lugar para mí si algún día quiero marchar de España y no lo digo con acritud pues, simple y llanamente, ej lo k ai.