Que no, que estoy convencido de que eso no es así. Eso era lógico, lo que debía haber pasado, lo que todos pensábamos que pasaría. La vivienda nueva bajaría y por fuerza arrastraría a los de segunda mano. Bueno, llevamos ya unos meses y eso no ocurre. Tú mismo dices que ya se puede comprar algunos nuevos de similares características más baratos que los que ofrecen esos lunáticos de segunda. Es tan simple como esto: un promotor o banquero está ahí para GANAR dinero, pero un pepito ahogado por la hipoteca está ahí para NO PERDERLO. Ambos actuarán en consecuencia.
Ahí si que no. En este caso concreto, los condicionales mentales del que vende influyen más que nada. A las pruebas me remito. Mucho pepito sabe que podría vender ahora bajando el precio más y hasta sacando alguna plusvalía de cuando lo compró, pero se niega, por los motivos que he expuesto. Por mucho que el comprador quiera, si el vendedor no le baja el precio en un entorno de expectativas bajistas como este, no lo va a comprar. Por tanto no hay transacción, el precio se queda donde está.
Este precisamente, por la cuenta que me trae a nivel personal, es el detalle que más sopeso. Esto lo que hará será que caiga paulatinamente el alquiler, ya que se producirá un aumento en la oferta. Y al fin y al cabo, todo pepito preferirá haciendo cuatro números perder algo en alquiler unos meses o quizá años, que perderlo definitivamente con una venta que considerará un "robo". Y volvemos a lo de siempre, si no hay venta, no hay bajada de precios.
Efectivamente, los promotores quieren ganar dinero. Pero no vender significa tener gastos. Has visto alguna vez una tienda en liquidación? Venden por debajo de lo que les costó: asumen que van a perder pero saben que perderían más si no cerrasen el chiringuito.
Los promotores trabajan con dinero prestado, y cada mes ellos sí que tienen que hacer frente a su deuda. Hace ya tiempo que muchos de ellos sólo tienen la opción de perder o perder mucho. Y te aseguro que ya he visto promociones nuevas con unos rebajones bestiales. Está claro, que la inteligencia de ese promotor es mayor que la de otros. Pierdo poco antes de perder mucho.
Los condicionantes mentales NO INFLUYEN en el mercado. Cuando vendí mi coche pateé durante un mes webs de internet donde particulares ofrecían el mismo coche que yo e hice un seguimiento. Vi el precio medio al que se producía las ventas, y me lo quité en 15 días después de ajustarme a ese precio. Mientras, anuncios en los que se pedía muchísimo más (hasta el doble...) tenían muchos meses de antigüedad. En qué influyen en el mercado? EN NADA.
Tengo un colega que quiere vender su coche desde hace más de un año. Lo lleva con cartelito y todo con el precio. Pero pide un 50% más de lo que realmente valdría ese modelo: no forma parte del mercado. No venderá, o cuando lo haga será porque ha pegado un rebajón tremendo. Y más en el caso del coche que con cada año que cumple se devalúa.
Y tú dices que el precio se queda donde está porque no hay transacción, pero no es así. Transacciones siempre habrá, aunque sean escasísimas comparadas con las que había hace algún tiempo. Y esas transacciones son las que marcan el precio: las demás no intervienen.
Llegamos al punto ridículo donde puedes ver anuncios de un piso por X precio que no lo vende, y ver al vecino de arriba intentar venderlo por 2X. ¿Qué más le dará al posible comprador que haya alguien que no se entere de nada? Tiene mucho para elegir, buscará hasta que encuentre una oferta por 1/2 de X y ese será el verdadero precio del mercado.
El gran problema español es que estos mantras han sido grabados a fuego especialmente durante los últimos años, y el hecho de que haya muchos que aún se los crean hace que los precios bajen más despacio, pero SIMPLEMENTE PORQUE HAY MUCHOS QUE POR SU PRECIO NO ESTÁN EN EL MERCADO.
Le están haciendo un favor muy grande a los que tienen dos dedos de frente y bajan hasta el punto donde existe comprador. Si todos los pisos en venta hiciesen lo mismo (que lo harán...) la bajada sería más rápida. Pero eso no tiene que ver nada para que no bajen; de una u otra forma llegarán hasta el mismo punto.