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Madmaxista
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mi padre siempre me ha contado que cuando el metro era privado (años 60?, 70?). El billete era mucho más barato. Cuando la gestión paso a manos públicas el billete subio como la espuma hasta hoy.
Edito: Al parecer el billete era muy barato porque el precio estaba regulado por el estado (y también los salarios de los trabajadores) finalmente, el estado tuvo que intervenir la compañía...
1940-54: Culminación de los proyectos iniciales
Ampliaciones durante el período 1940-1954.2
En diciembre de 1951 el ministro de Obras Públicas hace público un plan de desarrollo del transporte para la ciudad de Madrid. Junto a 50 km de nuevas líneas de Metro se proponía por primera vez la construcción de tramos en superficie, es decir, los llamados Cercanías, siendo en total la longitud de las vías de 60 km. Los nuevos suburbanos debían ser utilizados con trenes similares a los usados en el metro subterráneo pero con una distancia entre estaciones mucho mayor (hasta 2 km a partir de una media de 500 metros) y en superficie. El Metro entra en crisis económica porque el Estado controla los precios de los billetes y los salarios de los trabajadores, aunque era una empresa privada, pero esto no evita que se amplíe la línea 3 desde Sol a Argüelles y desde Embajadores a Legazpi y que se cree la línea 4, con el tramo de Goya a Argüelles. La estación actual de Gran Vía fue renombrada como José Antonio (véase Historia de la Gran Vía).
A pesar del crecimiento económico y un desarrollo demográfico considerable (durante la década de 1950 el número de habitantes pasó de 1,7 a 2,6 millones) hubo que esperar nueve años para que la red de metro se ampliara de nuevo. El primero y a la vez el último suburbano, la línea S, la actual línea 10, que unía la estación de Plaza de España con Carabanchel atravesando Batán, abría el 4 de febrero de 1961. Como por primera vez el Estado había asumido a su cargo los costes de la construcción, esta línea pasaría en 1979 a ser propiedad de la sociedad nacional de Ferrocarril Suburbano de Carabanchel (Vías férreas de cercanías de Carabanchel). La gestión de la empresa fue confiada desde el comienzo a la compañía de Metro. Los andenes no tenían, como era lo habitual, 60 m de longitud, sino 90 m, para que así pudieran circular trenes más largos y amplios.
1955-66: Nacionalización de la infraestructura
Ampliaciones 1955-1966.
El 22 de septiembre de 1955 se promulga el decreto de Ley de Régimen Compartido de Financiación de la Compañía Metropolitano de Madrid, por el que se distribuye la financiación del Metro, por lo que se crea la Compañía Metropolitana de Madrid, que se encargará de la explotación comercial y el mantenimiento del servicio, así como de la compra del parque móvil; mientras que el Estado sigue siendo el encargado de la realización de las infraestructuras de las nuevas líneas.
En 1966 los andenes de 60 m de la línea 1 fueron ampliados hasta los 90 m. El 21 de mayo de este mismo año la estación de Chamberí se cerró, puesto que tras la ampliación no se hallaba a más de 230 metros de la estación de Iglesia. A día de hoy, ésta ha sido la única estación que se ha cerrado en toda la red de Metro. Los planes de desarrollo publicados en 1951 no se pudieron llevar a cabo, sobre todo en lo relativo a los suburbanos. El plan elaborado en 1961 por la administración municipal se queda igualmente sin una continuación posterior. La línea 5 es una de las pocas obras que se ejecutan: el primer tramo, entre Callao y Carabanchel, se abrió el 5 de junio de 1968. La línea 5 fue la última línea construida de gálibo estrecho.
La saturación de la línea 1 obliga a ampliar los andenes de 60 a 90 metros para poder emplear unidades de seis coches, con lo que se tiene que prescindir de la estación de Chamberí. La estación de Isabel II cambia de nombre a Ópera, por el Teatro Real ubicado en la plaza. El desarrollo del Plan de Transportes se materializa con la puesta en funcionamiento de los nuevos tramos que amplían las líneas 1 y 2 hasta Plaza de Castilla y Ciudad Lineal, así como con la construcción del Ferrocarril Suburbano de Carabanchel, cuya explotación se concedió al Metro en el año 1960. En 1960 se inaugura la línea 5 y el Ferrocarril Suburbano de Carabanchel.
[editar] 1967-77: El plan de ampliación
Ampliaciones 1967-1977.
En Avenida de América se cruzan 4 líneas (en la imagen, la línea 6).
Siguiendo la tendencia de crecimiento de la población de Madrid, se plantea la ampliación de la red metropolitana, Surge el Plan de Ampliación del Metro de 1967. La Compañía atraviesa en los primeros años de la década de los 70 un período difícil desde el punto de vista económico lo que lleva a plantear sucesivos incrementos de tarifas que garanticen la estabilidad de la Empresa.
El gobierno aprueba en 1967 un nuevo plan de ampliación que fue revisado en 1971 y llevado a cabo en 1974. Preveía la construcción de nuevas líneas que actualmente se corresponden con las líneas 6, 7, 8, 9 y 10 (esta última sólo en parte). Para poder hacer frente en el futuro al incremento de la frecuencia de trenes, las líneas se crearon usando un gálibo más desarrollado. El 17 de julio de 1974 tuvo lugar la apertura del primer tramo de gálibo ancho de la línea 7 entre Pueblo Nuevo y Las Musas.
Los comienzos de los años 1970, según el plan económico, se presentan difíciles para el Metro de Madrid. En 1974, por primera vez, el Metro entra en déficit. La empresa debe luchar cada día más por la supervivencia económica. Los precios aumentan a medida que aumenta el déficit, las infraestructuras comienzan a sufrir el paso de los años, quedando obsoletas, y aumenta el vandalismo. A pesar de la apertura de nuevas líneas, financiadas por el Estado, el número de pasajeros que hace uso del servicio disminuye. Con la fin de Franco el 20 de noviembre de 1975 comienza una nueva era en la historia de España.
[editar] 1978-85: El período de intervención
Ampliaciones 1978-1985.
El desequilibrio entre el aumento progresivo de nuevas construcciones con la necesidad que requieren de inversiones en equipamiento de superestructura y material móvil, los elevados costes de explotación y la insuficiencia de las tarifas, producen unos resultados económicos negativos que llevan a un proceso de descapitalización. La red de Metro medía entonces 64,3 km de longitud.
Ante esta situación, el Estado decide intervenir la compañía. Por Real Decreto-Ley del 7 de junio de 1978 el Gobierno pone en manos del Ministerio de Transportes el control del Metro y transfiere la gestión de la empresa a un consejo de intervención. El 9 de noviembre de 1979 la sociedad de Metro se nacionalizó y pasó a ser propiedad del ayuntamiento y de la Diputación Provincial de Madrid. La nacionalización permitía disponer de más medios para poder mejorar las infraestructuras y las medidas de seguridad, repercutiendo así positivamente en el número de usuarios y pasajeros.
Las líneas inauguradas en este nuevo periodo afectan principalmente a estructuras con gálibo ancho (líneas 6,8 y 9) que se corresponden a tramos iniciados anteriormente y de acuerdo al Plan de Ampliación de Metro de 1967 y sus revisiones de 1971 y 1974. El tramo Cuatro Caminos–Pacífico, primer eslabón de la actual Circular o línea 6, se inauguró el 11 de octubre de 1979. El 31 de enero de 1980 comienzan a circular por vez primera los trenes de la nueva línea 9 entre Sainz de Baranda y Pavones. Por último, el 10 de junio de 1982 se abre el primer tramo de la antigua línea 8 (que actualmente forma la parte norte de la línea 10), entre Nuevos Ministerios y Fuencarral. Esta línea pasaba por la estación Santiago Bernabeu (entonces llamada estación de Lima), que se abrió tres días antes del comienzo de la Copa Mundial de Fútbol de 1982.
Con la apertura del tramo Plaza de Castilla–Herrera Oria de la línea 9, la red del Metro de Madrid alcanzaba el 3 de junio de 1983 una longitud total de 100 km. Este tramo fue en un primer momento una parte del resto de la línea 9 y se usó como una línea aislada, bajo la denominación de línea 9b, hasta 1986, año de su incorporación al resto de la línea. En 1986 la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid asumen el control del metro.
Debemos empezar a desintoxicarnos de los mantras neoliberales con que nos bombardean 24/7 los media y los dueños de la agenda económica y volver a meternos en la cabeza que un SERVICIO PÚBLICO no tiene necesariamente por qué ser un buen negocio directamente, ni siquiera es necesario que sea rentable por si mismo, sino que es algo necesario que da un servicio y multiplica los beneficios indirectos a otros sectores de la sociedad, y que, si hubiese que esperar a que alguien con ánimo de lucro privado invirtiese en ello, probablemente nunca se pondría en marcha o lo haría a unos precios prohibitivos. Esto es cierto en el transporte, la sanidad, la educación... la mayoría de servicios públicos que han acabado en manos privadas (privatizados-robados) posiblemente nunca hubiesen existido si no se hubiesen hecho con el dinero de todos. El metro de madrid, por ejemplo empezó con la inversión privada de varios millones de pesetas del Banco de VIzcaya, pero que no se atrevía a invertir y tuvo que poner Alfonso XIII otro millon de pesetas para que el proyecto finalmente saliese adelante, y aun así, el estado ponía la infraestructura y la maquinaria...
Historia del Metro de Madrid - Wikipedia, la enciclopedia libre
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