En lo económico nada de nada, no sois capaces de ir más allá de los tópicos liberaloides, y de desgarraros la camisa hablando de míticas y apocalípticas inflaciones sin fin, y esto unos tipos que defienden un sistema basado en el interés del dinero…….. Ironías inflacionarias de la vida. Por desgracia básicamente cualquier sistema es menos inflacionario que uno basado en el interés del dinero. Por eso vuestro enemigo es un espectro basado en la incontrolada producción de dinero, algo tan absurdo que solo sirve para muñeco de trapo u hombre de paja para simples de la causa.
En realidad vuestro discurso económico no va más allá de jovenlandesalismos, hasta el extremo que solo sois capaces de oponer a vuestro falso alter ego: el marxismo, inconvenientes jovenlandesales, como la tan traída y falsificada palabra libertad. No es menos cierto que los otros hacen lo mismo con la palabra: Comunidad……..
Unos por el bien de la comunidad promulgan el monopolio del “conjunto” otros por el bien de la libertad promulgan el monopolio del individuo y mientras unos simples se fijan en el conjunto y la comunidad y otros en la libertad y en el individuo a todos se les escapa que lo importante que nos quieren colar es el concepto: monopolio.
Decía el genial Chesterton que mucho capitalismo significa pocos capitalistas, el máximo capitalismo supondrá entonces el mínimo de capitalistas, el sumun del capitalismo será entonces un solo capitalista…………
Y llegamos al totalitarismo al fin y al cabo ¿¡qué importa que nuestro Stalin sea empresario o líder sindical entonces?
……la famosa competencia es lo que significa, siempre, siempre después de la competencia viene la victoria o la derrota….
Poco le importa al hombre común el camino, en los dos acaba esclavizado y en los dos gana el monopolio, y en este juego, cuando todo el mundo del hombre es reducido a formas económicas, quienes dominan estas lo dominan todo.
El comunismo es una maldita granja de seres humanos, para donde a los dueños del corral, los monopolistas, los hombres son lo mismo que el ganado, y esto conlleva un cuidado, aunque solo sea el de la comida y el veterinario; para los liberales el hombre vale todavía menos, hay tantos que no vale ni el gasto de comida y veterinario.
Se referiría nuestro discordante y algo escocido amigo a esto, cuando decía:
“Así que la solución es cambiar un amo por otro. Pero en este caso un amo "muy grande" con poder disuelto por un amo más local con poder centralizado... que fue el que se vendió (y al pueblo con el) al otro amo...”
No sé muy bien, pues el final es algo lioso. Imagino que se refiere a que el poder local que se vendió al poder grande pero disuelto deben ser las naciones (no creo que sean los ayuntamientos) que se vendieron al internacionalismo (el poder más grande y disuelto) o lo que es lo mismo, el poder de la finanza internacional…….. (Al menos nuestro amigo reconoce esto)
O sea, que en resumidas cuentas, las naciones se vendieron al capital, o sea a la Finanza Usurera Internacional y vendieron al pueblo con ellas. Bien, pues esto es bastante cierto, efectivamente las naciones que nacieron al dictado de los movimientos liberales desde la revolución francesa fueron progresivamente vendiendo al pueblo a la Finanza Usurera Internacional, y luchando contra todo pueblo que mantenía cualquier virtud de tiempos pasados, o del antiguo régimen, como solía decirse. Y esto por la principal razón que las naciones liberales lo primero que hacían era convertir a la Raza, al pueblo, a la cultura, al hombre de una patria en ciudadano, en átomo político, despojándole de su humanidad, como comunidad y pueblo. ¡Átomo político-económico y no humano!
No cabe ninguna duda, a la Finanza Usurera Internacional: los amos, no le preocupan ni los liberales ni los anarco-liberales ni los Marxistas ni los Marxistas-podemitas, les preocupan aquellos que hablan de patrias, de pueblos, de independencias y de soberanías………..
Y en este mundo de formas económicas, nuestra primera independencia, nuestra verdadera soberanía reside en esto precisamente, hasta que seamos capaces de hacer de la economía para el hombre y no del hombre para la economía.