Esto es muy sencillo.
Personalmente no puedo, ni podré justificar a aquellas personas que teniendo en principio un cerebro como todos los demás, no son capaces de usarlo para pensar por sí mismos.
La estrategia que sigue aquí la gran y estulta masa es la siguiente:
- Observo a alguien que se forra.
- Vuelvo a observar a alguien que se forra.
- Repito los pasos de los dos individuos anteriores, porque yo también me forraré.
Esta estrategia tiene un fallo básico, que es el ignorar las circunstancias y las razones que llevan a acertar económicamente a los que se forraron.
El problema es que en ningún momento nadie se para a pensar nada.
Si se pensaran bien las cosas, lo primero que se haría sería hacer un estudio económico. Para esto no hace falta ser economista, simplemente hay que tener nociones básicas de matemáticas y sentido común: informarse de qué es un interés, informarse de cuales son las evoluciones historicas de los mismos... No hay excusas. Si uno no sabe, que pida asesoría. Y no precisamente al banco, que es parte interesada.
Además de echar cuentas, uno tiene que saber, por sentido común, que las cosas malas suceden: por ejemplo, está muy bien pensar que en diez años me subirán el sueldo un 434%, pero por mucha ilusión que me haga, es altamente improbable. Asimismo, el meterese en una deuda brutal, a 40 años, al tope de las posibilidades económicas de uno, es el equivalente a jugarse todo el dinero en el casino al número 20 de la ruleta: te puede salir bien, pero es muy difícil.
Teniendo en cuenta todos estos factores, está además el factor avaricia: el que lo hace por sacar un beneficio, será mucho más imprudente a la hora de hacer su inversión, puesto que espera salir ganando económicamente con ella.
Por todos estos factores, creo que la inmensa mayoría de gente que se ha metido en deudas completamente suicidas, no merece mayor consideración, por las siguientes razones:
- Se venía advirtiendo desde hace mucho tiempo que esto iba a pasar.
- Se hace alarde de riqueza.
- Cuando se les advierte del riesgo, prefieren ignorarte o acusarte de "intentar romper sus ilusiones" (las comedias románticas hacen más daño del que parece).
- Se piensa que la vida es jauja y que nunca ocurren cosas malas.
- No se valoran los derechos que se tienen, dándolos por sentados.
- Se especula para enriquecerse de forma fácil, robando dinero del resto de la sociedad.
- Todo lo anterior provoca un deterioro en la sociedad, tanto económico, como social.
- Forran a gente que es mucho peor que ellos: especuladores profesionales, banqueros, políticos (corruptos el 99%, no me vengais con milongas), y les dan más poder para jorobarnos a todos.
En fin, que no me dan ninguna pena. Tampoco me reiré de ellos, pero pena, cero.