¿Ladrona? ¿Viene por mí? Es verdad, totalmente, soy una ladrona por ganarme la vida...es verdad, me quedo con vuestro dinero y quiero robar el banco de España...
Lo que hay que oir...¿cómo se llama eso? ah sí, prejuicios
Suerte que ya no me afecta casi nada...
No hagas caso. Siempre hay por ahí algún amargao.
Ahora en serio. Algo bien conocido del mercado inmobiliario es que los precios son "pegajosos". No se cuantos años llevas de vendedora, pero imagino que no ejercías en el último ciclo a la baja (1993). No es lo mismo el panorama que tú has visto (boom de ventas desde 1997) que un ciclo bajista. Ahora se vende cada vez menos pero los vendedores (tanto de segunda mano como de vivienda nueva) no se resignan a bajar los precios para animar a los pocos compradores que pasan por las oficinas de venta. Seguro que muchos de tus clientes son, o eran, gente que vendía su anterior propiedad antes de comprar una nueva. Lo que tus jefes parecen no entender es que esa operación es ahora muy arriesgada. Si no venden su piso rápido se tienen que meter en una hipoteca puente descomunal y se colocan en una posición de debilidad, en la que dependen de que alguien compre su vivienda a un precio desorbitado. Si yo hiciera esa operación ahora, no me comprometería con un promotor hasta haber pasado por el notario. Primero, por el riesgo de perder la señal si no vendo, y por tener que meterme en una hipoteca puente de 400.000 lereles en el momento de la entrega. Segundo, porque hay viviendas en construcción de sobras. Tercero porque ya no tengo prisa, mi salario sube con el precio de la vivienda. Cuarto, porque intento sacar el máximo partido a mi actual vivienda y eso hace que me cueste venderla. Tus jefes deberían echarle la culpa al mercado de segunda mano, que es mucho más pegajoso y problemático que el de vivienda nueva.
Llegará el momento en que tus jefes se darán cuenta de que tienen que hacer negocio aunque sea con menos margen. Tú y el resto de los vendedores, los trabajadores de la construcción, el banco que le prestó dinero a tú jefe etc. necesitais que el negocio continúe. En mi opinión tú trabajo está en riesgo, mucho más riesgo que el de los paletas, que aún tienen que estar allí hasta que se terminen las obras. Así que los vendedores deberíais presionar a vuestros jefes y hacerles ver la realidad: no se vende, y si los precios no se ajustan se venderá menos.