Para empezar, Herr Weissman, no nos tome el pelo. Nadie renuncia a un salario “interesante” (¿Interesante porque es un número primo o por la sensual curva de los ceros? Menuda tontería de palabra) por una hora de asueto. Digamos que el horario aumentaba una hora...mas las extras correspondientes de propina. ¿O me equivoco?
El problema es que esta ralea vive en otro mundo. Yo no se si la culpa es del cristianismo, o del nacionalismo o que, pero parece como si olvidasemos que estos tipos, aunque sean personas como nosotros, aunque amen y sufran como nosotros, aunque hablen el mismo idioma y vivan en el mismo pais...
NO SON DE LOS NUESTROS.
Son el enemigo, asi de facil.
Yo a veces me pregunto si tendre que emigrar, mas pronto que tarde, para poder ganar lo suficiente para llevar una vida digna. Y me angustia la idea de que, si eso ocurre, nadie cuidara de mis padres cuando se hagan viejos. A los niños pijos eso no se les ha pasado por la cabeza.
A mi a veces, encerrado tantas horas en la maldita oficina, se me vienen recuerdos de cuando era crio y corria en bicicleta toda la tarde. Mi mente se rebela porque estos horarios son como estar enterrado en vida y añoro el aire libre, la hierba y el sol. Cuando llego a casa, dia tras dia, solo puedo pensar en dormir. Los niños pijos, si les parece que se estan estresando demasiado, se tomaran unos dias de escapadita a Baqueira o a las Seychelles.
Otras veces, pensando en el futuro, me da por creer que no merece la pena tener hijos. Conozco muchos casos de hombres que apenas pueden ver a la prole por culpa del trabajo: entre el horario, las horas extra (si tienes suerte, pagadas) y los desplazamientos, podrían llegar a los cincuenta años sin conocer a sus hijos. Si puedes mantener a tu mujer en casa o si es funcionaria, al menos sabes que recibiran una educación: pero si ella tiene un curro como el tuyo...¿Qué les pasara a esos niños? Que creceran como en “El Señor de las Moscas”. ¿Creeis que a los ricachos les preocupa esto? Seguro que si, pobrecillos.
¿Qué sabran estos mierdosos, que sabra Herr Weissman sobre la angustia de ir haciendose viejo sin alcanzar la independencia economica? ¿Qué sabran lo que es pasar privaciones o no poder hacer planes para el futuro porque, simplemente, no sabes si vas a tener donde caerte muerto dentro de tres, cinco, diez años? ¿Qué sabran lo que significa plantearse la emigración, la ruptura con la familia y con el pais?
Ellos nos han traido aquí, suya es la culpa y en vez de verlos muertos de vergüenza, todavía hay que oirles haciendonos reproches a NOSOTROS.
