Con cosas de estas me encuentro siempre entre extremos, aún hay gente que se cree que si su hijo 'lee cosas de afeminados' tendrá más posibilidades de salir lgtb (que sería su pesadilla más horrible), y de los del lado contrario que son los que fomentan este tipo de basuras.
No soy experto en niños, ni siquiera soy padre. Y no me parece mal que los críos sepan que existen otras opciones. Los niños gayses (cuando yo era crío hace mil años) tenían una adolescencia y juventud muy triste y reprimida, puesto que de facto se hacía como si no existieran.
Pero de ahí a hablar como algo normal que haya chicas con pito, me parece un disparate. A un crío le puedes hablar de sexualidad, que aprenda como es el cuerpo, y (me parecería el punto perfecto) hablar con naturalidad de que hay personas que se sienten atraídas por personas de su mismo sesso. Sin juzgar, sin adoctrinar, sin hacer juicios de valor.
E incluso puedes hablar (también con naturalidad) de que hay personas en las que la naturaleza se equivoca de alguna forma, y mientras su sesso físico es uno, su mentalidad corresponde a otro sesso. Obviamente no se lo cuentes a críos pequeños, que los harás un lío. Pero cuando ya tienen un cierto raciocinio, no hay problema.
Seguro que los retrógrados de un lado pondrían el grito en el cielo, pero para mi la educación ha de ser aséptica, sin intentar influir: esto es lo que hay. Hay una mayoría de heterosexuales, una minoría de gayses, y casos muy extraordinarios en los que mente y sesso no coinciden. Si rasgarse las vestiduras, sin juzgar, sin opinar.
Ahora bien, este es el caso contrario. Mostrar semejantes enseñanzas a los críos (y por el tipo de libro parece que para niños medianamente pequeños) a niños con vulva como si fuera habitual y normal, como si fuera una elección es crearles una visión increíblemente retorcida.
Es como si en anatomía les enseñaran que el ser humano puede tener dos o cuatro brazos, puesto que uno de cada 10 millones de nacimientos tienen esa anomalía.
A los críos (según mi criterio...) hay que darles información correspondiente a su edad. Sin ambages, sin opiniones. A los 12 años un niño que sea lgtb y al que nunca se haya informado de su sexualidad con una cierta naturalidad, se le está condicionando e incitando a que 'se oculte' y esté dentro del rebaño. Es decir, condicionando ideológicamente. Por más información que venga en un libro, no va a cambiar su orientación sensual.
Pero de ahí a que niños pequeños se les eduque a semejante nivel, me parece una aberración. Es intentar forzar situaciones horribles a críos que están formando su personalidad, hacerles imaginar un mundo que no existe. Por creencias políticas, sacar de contexto informaciones ambiguas que consigan que cuando crezcan tengan una determinada creencia.
Yo a los extremistas de uno y otro lado los mandaría a tomar por saco con unas ganas tremendas. Que dejen de jugar a manipular a los críos, en el fondo lo que quieren es que sus vástagos salgan con los mismos complejos y obsesiones que ellos.