El autismo que yo sepa no es autoinmune, o como mínimo podrá hablarse de etiología difusa o diversa.
Te copio la respuesta del grupo:
"El autismo es una enfermedad autoinmune, pero esto aún no es un conocimiento médico tradicional. Las últimas 2 décadas han acumulado este conocimiento.
El año pasado (2020) artículos mencionaron que el cerebro de niños con autismo que murieron por accidentes estaban infiltrados por células inmunes llamadas linfocitos, que son las mismas células que se infiltran en las articulaciones de una persona que tiene artritis reumatoide, que se infiltran en la piel de una persona que tiene psoriasis, vitiligo; que se infiltran en la tiroides de una persona que tiene tiroiditis de Hashimoto, que se infiltran en todas las regiones atacadas por el sistema inmunológico."
Cícero Galli Coimbra, neurólogo, Ph.D.
Director del Laboratorio de Neuropatología & Neuroprotección de la UNIFESP (Universidad Federal de São Paulo); también Profesor Asociado en la misma instituición
Con este estudio no está probada la causalidad, pero según los investigadores esta es una pista que respalda la idea de que el autismo podría ser un trastorno autoinmune, al igual que se cree que es la esclerosis múltiple.
"Los trastornos del espectro autista afectan a uno de cada 59 niños estadounidenses a los ocho años. Sin características biológicas cuantitativas conocidas, los diagnósticos de autismo se basan actualmente en evaluaciones de expertos de los síntomas del comportamiento, incluidas las habilidades sociales y la comunicación deterioradas, los comportamientos repetitivos e intereses restringidos.
En un artículo publicado en Annals of Neurology, Matthew P. Anderson, MD, Ph.D., médico-científico del Beth Israel Deaconess Medical Center (BIDMC), y sus colegas informan la presencia de características celulares consistentes con una respuesta inmune dirigida a células cerebrales especializadas en más de dos tercios de los cerebros autistas analizados post mortem. Estas características celulares, que no se habían observado previamente en el autismo, brindan una nueva perspectiva crítica sobre los orígenes del autismo y podrían allanar el camino hacia un mejor diagnóstico y tratamiento para las personas con este trastorno.
'Si bien se necesita más investigación, determinar la neuropatología del autismo es un primer paso importante para comprender tanto sus causas como su tratamiento potencial', dijo Anderson, quien es Jefe de Neuropatología en el Departamento de Patología del BIDMC y Profesor Asociado de Patología en Harvard, Escuela de Medicina.
'Los investigadores suelen dirigir tratamientos potenciales a patologías específicas en enfermedades cerebrales, como los ovillos y las placas que caracterizan la enfermedad de Alzheimer y los cuerpos de Lewy que se observan en el Parkinson. Hasta ahora, no hemos tenido un objetivo prometedor como ese en el autismo.'
Anderson estaba examinando cerebros donados a Autism BrainNet, un banco de tejidos sin fines de lucro, cuando notó la presencia de manguitos de linfocitos perivasculares, una acumulación de células inmunes que rodean los vasos sanguíneos del cerebro. También notó burbujas o ampollas misteriosas que los científicos llaman ampollas que se acumulan alrededor de estos vasos sanguíneos con manguitos.
Anderson y sus colegas encontraron posteriormente que estas ampollas contenían restos de un subconjunto de células cerebrales llamadas astrocitos.
No relacionado previamente con el autismo, el manguito de linfocitos perivascular es un indicador bien conocido de inflamación crónica en el cerebro. Los manguitos de linfocitos en el cerebro son signos reveladores de infecciones virales o trastornos autoinmunes.
Pero el patrón que observó Anderson no coincidía con ninguna infección o trastorno autoinmune del cerebro previamente documentado. En los cerebros que examinó Anderson, los manguitos eran sutiles pero distintos. 'He visto suficientes cerebros para saber que no deberías ver eso', dijo.
Para averiguar si los manguitos de linfocitos perivasculares en esta muestra de cerebros autistas estaban relacionados con el trastorno del espectro autista, Anderson y sus colegas compararon 25 cerebros de donantes diagnosticados con el trastorno con 30 cerebros de donantes neurotípicos de cerebros. Estos casos de control neurotípicos se seleccionaron para aproximar el rango de edad y los antecedentes médicos del grupo de autismo. Presente en más de dos tercios de los cerebros autistas, el manguito de linfocitos perivascular superó significativamente al de los casos de control.
En un segundo conjunto de experimentos, el equipo de Anderson determinó que los manguitos perivasculares estaban formados por células T asesinas, un subconjunto de células inmunes responsables de atacar y dar de baja de la suscripción de la vida células dañadas, infectadas o cancerosas o células normales en enfermedades autoinmunes. Sin evidencia aparente de bichito que se sabe que infectan el cerebro, la presencia de estas células inmunitarias que atacan los tejidos en los cerebros autistas sugirió uno de dos escenarios, explicó Anderson. O las células T reaccionan normalmente a un patógeno como un bichito, o reaccionan de manera besugo al tejido normal, la definición de un trastorno autoinmune.
'Con esta nueva investigación, no hemos probado la causalidad, pero esta es una pista que respalda la idea de que el autismo podría ser un trastorno autoinmune, al igual que se cree que es la esclerosis múltiple', dijo Anderson.
En investigaciones futuras, Anderson y sus colegas trabajarán para desarrollar un modelo animal modificado genéticamente de esta neuropatología con manguito de linfocitos T en el que realizar estudios para determinar el mecanismo, así como la causa y el efecto. El equipo también planea buscar biomarcadores, una firma de diagnóstico medible en la orina o sangre de los pacientes u otros tejidos, que puedan usarse para identificar estas características celulares recientemente documentadas en pacientes vivos. A su vez, estos biomarcadores podrían algún día ayudar a los médicos en el diagnóstico y la atención a largo plazo de las personas con autismo."
Traducción del artículo de Beth Israel Deaconess Medical Center (Boston, Massachusetts), un hospital universitario de la Escuela de Medicina de Harvard:
Autism spectrum disorders affect one in 59 American children by age eight. With no known quantitative biological antiestéticatures, autism diagnoses are currently based on expert assessments of behavioral symptoms, including impaired social skills and communication, repetitive behaviors and restricted...
medicalxpress.com