El problema de la biblioteca de Amando de Miguel es que no solo hay volúmenes de sociología, sino mucha novela y muchísima obra sobre etimología y lengua. Una biblioteca compuesta por los informes foesa y sus borradores, por primeras ediciones de Durkheim, Weber, Tocqueville, Comte o recortes de prensa de las primeras encuestas realizadas durante la república o primeras ediciones comentadas de la Escuela de Chicago sí tiene valor y jamás será digitalizado.
Otro de sus problemas es que durante los últimos 20 años olió el dinero a manta que le proporcionaba arrimarse al PP de tertuliano y colaboraciones periodísticas. Efectivamente se forró -no abandonó su puesto de catedrático- pero ahora el grueso de la sociología académica le desprecia bastante y no va a mover un dedo por adquirir la parte sociológica de su biblioteca. Solo instituciones políticas afines al PP cuyos fondos son infinitos -tipo faes, instituto el cano,...- se la pueden comprar. Y en mi opinión van a hacerlo, pero más que nada como agradecimiento de los servicios prestados.
Y, más allá de la biblioteca, es una lástima que alguien con la capacidad analítica de Amando de Miguel se haya perdido en ser un simple tertuliano de derechas primero y un costumbrista etimológico después. Recuerdo sus reflexiones sociológicas buscando relaciones entre la envidia como característica española y su medición con la obra de Unamuno "San Manuel Bueno Mártir" en una charla en la U. de Salamanca para mí impresionante.