Ha dicho la realidad de lo que piensa y siente, no se ha inventado una película para que le dejen libre. Sabía perfectamente lo que decía y lo que implicaba, y así se lo deja claro al fiscal que intenta guiarle la narrativa (y supongo que a puerta cerrada, al abogado de la cara compungida).
Es un valiente que prefiere decir la verdad aunque le castiguen, a soltar las mentiras sugeridas para intentar reducirse la condena, porque eso legitima los valores deshonestos de este sistema con los que él no está deacuerdo. Nada más por eso, se merece mi respeto.