Ya no es un secreto que la Cábala no sólo planea leer la mente, sino también adoctrinar a la gente para obtener el control total. Entretanto, ya en la década de 1950 se empezó a trabajar en este tipo de dispositivos.
Por aquel entonces, la I.T. Corporation empezó a desarrollar una tecnología que permitiría obtener una imagen de lo que pensaba una persona. La máquina leería las mentes, captaría la radiación electromagnética de una persona y la traduciría a una forma inteligible. Consistía en una silla para la persona sometida a la prueba, alrededor de la cual se colocaban bobinas que servían de sensores. El sistema también constaba de tres receptores con seis canales y un ordenador Cray-1 que producía una imagen de la persona en una pantalla o en formato digital. Se colocaron tres grupos de bobinas alrededor de la silla de forma que cada grupo creara uno de los tres componentes mutuamente perpendiculares del campo electromagnético. Así, una persona se encontraba dentro del campo creado por el sistema de bobinas. Fue necesario un enorme trabajo de depuración de los equipos y de análisis de los datos resultantes para que el ordenador pudiera imprimir el diálogo. Diálogo mental humano.
Esta tecnología se utilizó después para crear la famosa silla Montauk. Los psíquicos formaban pensamientos (mientras estaban en Southampton) y el Cray-1 descifraba estas imágenes y los datos se transmitían por radio a Montauk. Allí, el IBM-360 los traducía en comandos para el transmisor. El transmisor emitía señales a través de una antena que activaba los pensamientos formados en el cerebro de las personas por el vidente (sentado en un sillón en Southampton). En 1974, Montauk había aprendido a transmitir pensamientos con gran precisión. Otros experimentos permitieron al vidente habitar literalmente en otras personas en cualquier lugar del planeta: podía ver con sus ojos, escuchar con sus oídos y sentir sus cuerpos.
Desde entonces han pasado 50 años y la tecnología se ha perfeccionado. Ahora ya sabe por qué se construyen torres de repetición por todas partes y por qué se planea implantar microchips en el cuerpo de las personas. Pero no es demasiado tarde para decir "No" a todo esto.