EL FARAON dijo:
Articulo de hoy que recuerda este articulo.
Al Servicio de Su Majestad
El fin de la fiesta inmobiliaria
Antonio Jimenez | Martes, 13 de febrero de 2007 a las 10:27
http://www.hispalibertas.com/noticias/2007/02/13/el-fin-de-la-fiesta-inmobiliaria.html
Mientras
otros países han basado su crecimiento en tecnología, investigación y finanzas, en España han preferido poner un ladrillo sobre otro y dejar la casa cerrada mientras su precio sube. La globalización es cosa de otros.
A principios de los años 90, el coste real de la vivienda en Reino Unido cayó un 30%, lo que preocupo a mucha gente que llevaba trajes caros y bebía whiskey del bueno.
Cada año se construyen una media de 134.000 viviendas nuevas, en un país de 50 millones de habitantes.
Hasta 2001 no volvieron a recuperarse los antiguos números y desde 2005 el Banco de Inglaterra ha estado subiendo los tipos de interés, hasta el 5,25% para calmar las ansias de muchos británicos por convertirse en ricos de la noche a la mañana
especulando.
El Banco Central tiene muy pocas ganas de que haya otra burbuja inmobiliaria gracias al dinero barato, que pueda llevar al país, como dicen en Yorkshire, a tomar viento.
Algunos pueden decir que el Banco de Inglaterra
no tiene sentido del humor y que los ingleses deberían unirse a la fiesta.
En España el precio medio de la vivienda
ha aumentado un 150% desde 1998 y se vendieron un total de 336.000 nuevos pisos (aunque se proyectaron 850.000) en 2005, en un país de 44 millones de habitantes.
The
Wall Street Journal, que tampoco vendría a ser el acabose del sentido del humor, parece estar muy enfadado. The
Economist, también. Y el
Banco Central Europeo. Y el
Banco de España. Al final parece que todo el mundo está enfadado.
El 18 de Diciembre,
Wall Street Journal decía cosas no muy agradables sobre la economía española. El diario se preguntaba cuando esa demanda de viviendas dejara de existir, que iba a pasar con ese 12,9% de personas que trabajan en la construcción. Y con esa deuda familiar que ha aumentado un 115% en el mismo periodo, al haberse mantenido los salarios congelados. Mientras otros países han basado su crecimiento en tecnología, investigación y finanzas, en España han preferido poner un ladrillo sobre otro y dejar la casa cerrada mientras su precio sube. La globalización es cosa de otros.
El Gobierno es parte del problema, claro.
La idea catalana y vasca de
gravar las viviendas vacías (un 15% del total) para forzar su salida al mercado debería ser ilegal
:
: y desde luego no va a ayudar nada en absoluto, mientras las
leyes de alquiler sigan favoreciendo tanto al inquilino.
Los incentivos fiscales para la compra de vivienda tampoco hacen gran cosa así como las ayudas económicas de distinto calibre: los
especuladores suben los precios sabiendo que los compradores tienen más dinero.
Nadie en el Gobierno parece estar muy preocupado por que los precios siguen subiendo y los españoles consumen en base a un optimismo infundado sobre el futuro valor de su casa.
Según varias fuentes, la sobrevaloración de la vivienda esta
entre un 30 y un 50%. Los precios, tarde o temprano, deberán ajustarse y entonces dejará de ser negocio el construir, el contratar a gente para poner ladrillos y el invertir.
Y
habrá muchas lágrimas y
todo se irá, como dicen en Yorkshire,
a tomar por saco.