Confinamientos domiciliarios: con un 50% de UCI llenas por el bichito-19
Los 'encierros' selectivos pueden impactar en regiones con alta transmisión y movilidad de la población. Ocho comunidades superan la media nacional, de 24,24%
Hospital Gregorio Marañçon, en Madrid.Alberto Di Lolli
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Actualizado Lunes, 26 octubre 2020 - 22:43
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Última oportunidad: o bajamos ya la transmisión, o volvemos a encerrarnos en casa. La opción del confinamiento doméstico, que nadie imaginaba hace pocos días, es hoy una amenaza inminente. Tras fallar el control de brotes y la contención de la transmisión comunitaria, está a punto de saltar el último resorte: la presión en los hospitales.
Las UCI marcarán el límite. Si revientan, nos quedamos sin opciones.
El
informe de ayer del Ministerio de Sanidad marcó un nuevo máximo de 24,24% de ocupación en UCI para la el bichito-19 en el conjunto de España. Es decir, tenemos llenas las unidades de intensivos y uno de cuatro pacientes ha llegado ahí por culpa del cobi19. El dato es consecuencia de los contagios sufridos hace entre una y tres semanas, por lo que, tras el marcado incremento de los últimos días,
es previsible que suba aún más. La esperanza es que, tras el reciente endurecimiento de las medidas, vuelva a controlarse la transmisión.
"El toque de queda debería ser un toque de atención a la población para que siga muy bien las recomendaciones", señala Joan Caylà, portavoz de la
Sociedad Española de Epidemiología y presidente de la
Fundación de la Unidad de Investigación en Tuberculosis. "Ahora hay una gran parte de responsabilidad en población y las autoridades sanitarias.
Si no hacemos bien el toque de queda, lamentablemente, iríamos a un confinamiento", advierte.
"
El sistema hospitalario está ya muy desbordado. El porcentaje de camas generales ocupadas por enfermos de el bichito es ya muy alto. Esto implica que otros pacientes menos graves, que estarían normalmente ingresados, no pueden hacerlo, y en las UCI ocurre lo mismo. Vemos también que el personal sanitario está muy al límite, tanto en primaria como en atención hospitalaria y salud pública", detalla Caylà.
La previsión de este experto es que, llegado el caso, el nuevo confinamiento sería "más corto" que el anterior, pese a lo cual resultaría nefasto "para la economía y psicológicamente". Si no se siguen a rajatabla las nuevas medidas, "por Navidades o antes, igual estamos confinados", avisa. En caso de llegar al
"50% o 60%" de ocupación UCI, junto a un incremento de casos, "habría que pensar" en el confinamiento doméstico, estima Caylà.
El acuerdo alcanzado por Gobierno y autonomías en el Consejo Interterritorial del jueves pasado ponía en un 25% de ocupación en intensivos el límite para un riesgo "muy alto", máximo nivel de alerta. Unos días después, España se encuentra a unas siete décimas de alcanzarlo, y subiendo.
Aragón y Madrid, las que más presión sufren, ya superan el 40%, al igual que las dos ciudades autónomas.
En total, hay ocho comunidades por encima de la media nacional y, por tanto, en situación extrema para sus unidades de intensivos. Entre ellas
Cataluña (34,12%), que ha sido la primera en contemplar posibles confinamientos domiciliarios durante el fin de semana.
"El escenario que se nos abre estas semanas es inexplorado", avanza José Jonay Ojeda, portavoz de la
Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria. "Puede ser necesario que el Interterritorial
se tenga que volver a reunir para decidir cuál es ese abanico de medidas que se pueden aplicar en un escenario de muy alto riesgo", propone. El confinamiento domiciliario, plantea este experto, "está ya en el tapete", aunque no sería "el mismo de marzo".
CONTACTOS EN RECINTOS CERRADOS
Ojeda considera que el límite del 25% marcado por el Consejo Interterritorial "
parece una cifra prudente" para plantear un nuevo confinamiento, aunque suavizado: "Sabemos que los espacios abiertos deberían tener menos restricciones", recuerda, en referencia a los parques. "Lo que queremos ahora es restringir, sobre todo, los contactos estrechos en recintos cerrados", aclara. "Las medidas no deberían tan restrictivas como en la primera ola".
Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, puso ayer fecha a un eventual colapso generalizado de las UCI. "Es muy posible que, si la incidencia sigue creciendo,
la tercera semana de noviembre estemos en una situación muy crítica", estimó. "Si van a colapsar, no lo sé. Tengo la esperanza de que no", confió.