La verdad es que llevo seis años fuera y me siento identificado por loq ue cuenta Miss Marple.. A España vuelvo en navidad y verano, para ver a familia y a (los cada vez más escasos amigos). El pais, desde fuera da pena y desde dentro ahora mismo pavor. La verdad es que no tengo ninguna prisa por volver.
Como muy acertadamente has señalado , las cosas fuera no son tampoco nada fáciles. La mano de obra no cualificada está copada por locales o por ¨ïnmis¨ que llegaron mientras los hispaníes ¨triunfaban¨ en suelo patrio. Para empleos con cierta cualificación se exige siempre un plus que los locales no pueden dar. Los papeles para residir o trabajar fuera de la UE son muy complicados de conseguir. Hay que viajar siempre con un colchón económico importante, alguien conocido en el pais de destino e informarse muy bien de dónde se quiere ir a vivir y trabajar (beneficos sociales, impuestos, sanidad, coste de la vida)...y ver si gusta, que a lo mejor luego hay decepción. En Europa la adaptación es complicadilla en paises sajones y escandinavos, y en otras partes, como Asia o África hay que tener ya millas. Sudámerica hay que entenderla y salvo Chile, quizá el pais más europeo...hay que tener MUCHA paciencia.
El problema español, es que casi nadie habla un inglés medio decente y no hay mucha gente que haya vivido fuera de España anteriormente por un periodo superior a seis meses. Eso hace complicada la adaptación.
Las buenas noticias, es que no es imposible establecerse y hacerse hueco, fácil como ya he dicho no es...pero intentarlo a mi me merecería la pena tal y como anadamos en casa. La experiencia abre puertas, no sólo inmediatas en el pais de destino sino para una futura vuelta a España (inglés de verdad, experiencia internacional...).
Para terminar, las españolas en ¨night clus¨, salvo excepciones, bajas, acomplejadas, perdonavidas y con muy mala leche. Y con gen visillero. Eso sí que no lo echo de menos.