Una vez llegué a Londres empecé a sopesar la opción de estudiar en la universidad aquí. Tenía dos opciones: continuar con los estudios de Física o hacer un degree en Lenguas Modernas. Opté por este último. Postulé para una plaza en un degree de francés con pedagogía (con vistas a pasar una temporada en Francia y ensenar en institutos de secundaria en Inglaterra). Tras una entrevista en francés y en inglés claro, me ofrecieron una paza el King’s College, en la Universidad de Londres. El gobierno británico me pagó parte de mis estudios y para la otra parte me dieron creditos sin interés que uno paga cuando empieza a trabajar (este es el sistema de aquí). Estudié olgadamente trabajando también un poco part-time de guarda jurado durante los fines de semana. Durante mi segundo ano pasé varios meses estudiando francés en Paris (costeado por la Universidad de Londres) con lo que cumplí mi ambición de pasar una temporada en Francia y perfeccionar mi francés. También, durante mi primer ano estudiando el degree, había asistido a clases de italiano nocturnas que la universidad ofrecía a trabajadores de la city de Londres. A mí me salían gratis por ser estudiante del King’s. Como soy espanol y por la similitud del italiano con nuestro idioma y el francés, como podéis imaginar progresé muy rapidamente en este idioma y me permitieron incorporarlo a mi grado de francés a partir del segundo ano con lo que terminé licenciándome en lenguas modernas (francés e italiano) con pedagogía.
Sólo puedo decir maravillas del King’s College. En esta institución han estudiado e investigado 6 premios nóbeles. Los profesores eran inmejorables y el control de calidad por el que pasaban era muy riguroso. Los estudios aquí eran muy distintos al sistema espanol que había conocido donde gran parte consistía en memorizar o en tener la gran idea feliz para la solución de complicados problemas matemáticos o físicos. Me doy cuenta de que mis estudios eran ahora de letras, muy distintos pero tenía varios conocidos en el King’s haciendo matemáticas y física y el sistema era muy distinto. Aquí se basaba en leer, leer y leer mucho, trabajar en equipo e investigar. Escribir muchos ensayos y dissertations. La verdad que a mí este sistema me vino mucho mejor que el espanol pero os he de decir que jamás había trabajado tanto. Me pasaba las tardes en la biblioteca y las noches escribiendo ensayos pero cuando llegaban los exámenes en abril-mayo, no tenía esa presión de los finales que tenía en Espana.
Por cierto, recuerdo a profesores de universidad en Espana (no diré la universidad –aunque se lo merecerían) diciéndonos lindezas del estilo de ‘no sé para qué estudiais si vais a suspender’ o ‘mi perro sabe más algebra que ustedes’. Algo así en una universidad británica y el individuo en cuestión termina expedientado pero bueno, no es que tengamos una universidad en Espana entre las 100 primeras, no?
En definitiva, terminé mis estudios con un first class honours, que es como una matrícula de honor cum laude. Ese fue un momento de intensos sentimientos. Por un lado estba emocionado de haber sacado un degree de esa categoría en una universidad tan prestigiosa. Se me cayó alguna lágrima el día que llamé para que me dijeran el tipo de degree que había obtenido. Pero al mismo tiempo sentí mucha rabia por toda la frustración que pasé en mi país. Había sido un paria en mi propia tierra y tenía que haber venido a otro país donde me daban un reconocimiento que jamás soné en Espana. Después del degree hice un PGCE que es un master en educación; un curso muy intensivo en la universidad y en institutos donde se ensena y hacen distintos trabajos –creo que han puesto algo así en Espana ahora en lugar del CAP. Durante mi curso y practicas el gobierno británico me pagó bastante bien y antes de terminar el curso ya había encontrado trabajo de profesor de espanol de francés y espanol en un instituto de secundaria selectivo. Más adelante me cambie a otro instituto donde me pagaban más y me gustaba más el departamento. Todo esto sin tener ningún padrino aunque he de decir que el first class honours me ha abierto puertas ya que normalmente es muy bien acogido en las entrevistas.
Hoy en día, aunque no estoy dirigiendo un banco en la city ni ganando bonuses millonarios, tengo un trabajo que me llena, me gusta, en el que gano bien y tengo un sueldo que jamás hubiera sonado cuando me estaba rompiendo los cuernos en Espana. Tengo tiempo para mi familia, mi hijo y estoy en deuda con este país al que le debo todo. Esto es como yo siento y comprenderéis que no puedo estar completamente de acuerdo con aquellos que dicen que emigrar sin el idioma es una locura.
Evidentemente hoy estamos en una recesion y las cosas no son tan fáciles como en 1999 pero es lícito que la gente quiera mejorar y salir delante y desgraciadamente, Espano no es un país de oportunidades; la meritocracia brilla por su ausencia y mucha gente muy válida y preparada está en un callejón sin salida porque en mi modesta opinión, Espana no es un país donde siempre se recompense el trabajo. Creo que mi historia también ilustra que a veces hay que ser tenaz y no esperar llegar y besar el santo.