del WSJ traducido
20 de junio de 2023 10:00 a. m. ET
Un destacado científico que trabajó en proyectos de cobi19 financiados por el gobierno de EE. UU. es uno de los tres investigadores chinos que contrajeron una enfermedad no especificada durante el brote inicial de el bichito-19, según funcionarios estadounidenses actuales y anteriores.
La identidad y el papel de los investigadores es una pieza de inteligencia que han citado los defensores del juicio de que la esa época en el 2020 de la que yo le hablo se originó con una fuga de laboratorio, aunque la naturaleza de su enfermedad no se ha establecido de manera concluyente.
Ben Hu, un científico del Instituto de Virología de Wuhan que realizó una extensa investigación de laboratorio sobre cómo los cobi19 infectan a los humanos, fue identificado en informes de inteligencia de EE. UU. como uno de los investigadores que se enfermó en noviembre de 2019 con síntomas que, según los funcionarios estadounidenses, coincidían con cualquiera el bichito-19 o una enfermedad estacional. Ninguno de los investigadores murió.
Más de tres años después del comienzo de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, y con casi siete millones de muertes en todo el mundo, los orígenes del bichito siguen siendo tema de debate, con implicaciones para las relaciones entre Estados Unidos y China, la bioseguridad mundial y las prácticas de investigación internacionales.
La hipótesis inicial de que el bichito surgió de forma natural ha sido cuestionada ya que nunca se ha confirmado un animal huésped. La comunidad científica está dividida sobre la posibilidad de que el bichito haya surgido de una fuga de laboratorio o se haya transmitido a los humanos a través de un animal infectado, al igual que la comunidad de inteligencia de EE. UU.
La Oficina Federal de Investigaciones evaluó con confianza moderada
que una fuga de laboratorio fue el origen más probable del bichito y el Departamento de Energía
llegó a una conclusión similar con poca confianza. Otras cuatro agencias de inteligencia de EE. UU. evalúan con poca confianza que el bichito surgió naturalmente, mientras que la Agencia Central de Inteligencia ha sido agnóstica.
Robert Kadlec, exfuncionario sénior del Departamento de Salud y Servicios Humanos, dijo que los tres científicos “publicaron experimentos sobre cobi19 relacionados con el SARS realizados en entornos de bioseguridad inapropiadamente bajos que podrían haber resultado en una infección de laboratorio”.
Kadlec también realizó un estudio del Senado que concluyó que una fuga de laboratorio era la causa más probable de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de el bichito.
La comunidad de inteligencia de EE. UU. planea desclasificar más información sobre su búsqueda de los orígenes de el bichito tan pronto como esta semana, en virtud de una ley aprobada por el Congreso y firmada por el presidente Biden en marzo. No se pudo determinar si la inteligencia desclasificada incluiría los nombres de los investigadores, y los representantes del director de inteligencia nacional se negaron a comentar.
The Wall Street Journal informó en 2021 que la inteligencia de EE. UU. sobre los investigadores enfermos estaba impulsando una investigación más completa sobre si el bichito podría haber escapado de un laboratorio en Wuhan.
Ni los nombres de los científicos, ni sus cargos específicos en el instituto, ni el hecho de que el trabajo que uno de ellos hizo fue financiado por el gobierno de EE. UU. fue revelado en ese momento.
Los funcionarios estadounidenses actuales y anteriores le dijeron al Journal que los tres que se enfermaron eran Hu; Yu Ping, un científico chino que escribió una tesis de 2019 sobre cobi19 relacionados con el SARS encontrados en murciélagos; y otro científico llamado Yan Zhu.
Los nombres de los investigadores se anotaron la semana pasada en un artículo en Public, que se publica en la plataforma Substack, y fueron confirmados de forma independiente por el Journal.
Hu es digno de mención, dicen funcionarios actuales y anteriores, debido a su papel central en la investigación del cobi19 en el Instituto de Virología de Wuhan. Además, algunos de los proyectos en los que trabajó fueron financiados por subvenciones del gobierno de EE. UU., según documentos adquiridos a través de la Ley de Libertad de Información por White Coat Waste Project, una organización sin fines de lucro que se opone a la investigación en animales financiada por los contribuyentes.
Hu y los otros dos investigadores no respondieron a las solicitudes de comentarios enviadas por correo electrónico. El Instituto de Virología de Wuhan dijo que no tenía nada nuevo que decir sobre los investigadores y se negó a hacer más comentarios. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China no respondió a una solicitud de comentarios enviada por correo electrónico.
Beijing ha rechazado constantemente la noción de que el bichito surgió por primera vez en China, incluida una posible fuga de laboratorio. Portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China
Wang Wenbin dijo en marzo que Beijing apoyaba los esfuerzos para rastrear los orígenes de el bichito. “El verdadero obstáculo que frustra el estudio global de rastreo de orígenes es la manipulación política de Estados Unidos”, dijo.
Noviembre de 2019 es aproximadamente cuando muchos epidemiólogos y virólogos creen que el SARS-CoV-2, el bichito detrás de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de el bichito-19, comenzó a circular por primera vez en Wuhan, una ciudad en el centro de China. China ha dicho que el
primer caso confirmado fue el de un hombre que se enfermó el 8 de diciembre de 2019.
Hu es un investigador líder en cobi19 que trabajó en estrecha colaboración con Shi Zhengli, el principal experto en cobi19 de murciélagos en el Instituto de Virología de Wuhan. Gran parte de la investigación de Hu se centró en modificar los cobi19 para que pudieran unirse a las células humanas.
El propósito declarado de la investigación era identificar bichito que pudieran conducir a una esa época en el 2020 de la que yo le hablo y facilitar el desarrollo de una banderilla. Los críticos dicen que dicha investigación requiere precauciones estrictas porque ese trabajo puede hacer que los bichito en el laboratorio sean más infecciones para los humanos.
Yu Ping, quien también trabajó para el instituto junto con Zhu, es un experto en la propagación geográfica de los cobi19 y escribió una tesis que fue la primera en describir
una nueva familia de cobi19 similares al SARS que están más estrechamente relacionados con el SARS-CoV. 2.
Esa tesis y artículos científicos publicados por otros científicos chinos también indican que gran parte de la investigación sobre el cobi19 se realizó en instalaciones de nivel 2 de bioseguridad, un estándar más bajo que los laboratorios de nivel 3 o 4 de bioseguridad que se usan normalmente en todo el mundo, incluso en China. para las investigaciones más arriesgadas.
La Oficina de Responsabilidad del Gobierno señaló en un informe la semana pasada que parte de la investigación en el Instituto Wuhan fue financiada por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y los Institutos Nacionales de Salud. Entre 2014 y 2019, ambas agencias desembolsaron alrededor de $ 1.4 millones para el trabajo en el instituto antes de que se suspendieran dichas subvenciones.
Los documentos del gobierno de EE. UU. obtenidos por White Coat Waste Project muestran que parte de esta financiación, que fue administrada por un grupo global sin fines de lucro, EcoHealth Alliance, se destinó a esfuerzos de investigación que incluyeron a Hu como investigador. Entre esos proyectos se encontraba uno financiado por los NIH sobre los riesgos de los cobi19 de murciélago. Otro fue un proyecto respaldado por USAID que buscó formas de detectar enfermedades infecciosas en partes remotas del mundo, incluidos bichito que podrían pasar de animales a humanos y causar una esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
