klingsor
Relentless
El Solara era cojonudo.
Encabronarse y meterle puñetazos al techo, varias tandas de doce...sonaba aquello que la de Dios.
No tenéis infancia.
K.
Encabronarse y meterle puñetazos al techo, varias tandas de doce...sonaba aquello que la de Dios.
No tenéis infancia.
K.