La anterior crisis me afectó bastante. No trabajaba en nada relacionado con la construcción, pero estaba en una empresa a la que le afectó muchísimo la crisis. En esta personalmente parece que no me va a afectar, pero me preocupa enormemente. Todos tenemos familia y amigos que empiezan a estar agobiados.
Creo que las claves son dos. Y de ninguna de las dos tengo precisamente esperanzas:
- Cuando podamos dejar atrás las restricciones, por banderilla o medicamentos y se puedan abrir todos los negocios. O porque se acabe por vía natural, que es lo que ha pasado con anteriores pandemias.
- Cómo gestione el gobierno la situación
Con la primera no soy nada optimista, me parece que se dan demasiadas esperanzas para que la gente piense que esto va a ser algo a corto plazo. Pero una banderilla o un nuevo medicamento no es algo que se gestione en tres meses, precisamente. No creo que ningún gobierno occidental, por asfixiado que esté, se arriesgue a vacunar a su población sin tener las debidas garantías. Y para que las haya tiene que haber tantos controles que inevitablemente será un proceso lento, o al menos mucho más lento de lo que la gente cree.
Con la segunda soy terriblemente pesimista. Obviamente no me fio absolutamente nada ni de las intenciones ni de la capacidad de nuestro gobierno para hacer las cosas mínimamente bien.
Pero tengo un rayo de esperanza: Europa. Que Sánchez se vea tan presionado por la condicionalidad de los fondos como única tabla de salvación y no le quede más remedio que hacer las reformas necesarias. Ajustar gastos, reducir el déficit, etc etc.
Porque si nos ponemos en el peor de los casos, la caída del PIB es gigantesca y el gasto estatal está siendo increíble. Las perspectivas son horribles.
Pero si nos ponemos en modo crédulo, por mucho que cueste, es un tipo de crisis en la que en el momento que se de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo por finalizada, si se han hecho los deberes en materia económica y se han ajustado los presupuestos públicos (risas...) la salida podría ser muy rápida.
Por supuesto, el puñetero problema es que no hay ni media señal de que lo vayan a hacer bien. Pero insisto en que habrá que saber qué va a pasar cuando Sánchez lleve sus proyectos y sus presupuestos a Europa. Ver que Europa va a ser inflexible me da cierta esperanza....