Yo no la banearía, como troll feminista radical, nos hace un favor a todos los que queremos la igualdad entre las personas, independientemente de su condición, una vez que sean mayores de edad y capacitados para ejercer como ciudadanos para serlo.
Título I. De los derechos y deberes fundamentales - Constitución Española
Ahora bien, quizás no deberían dejarla votar por su obvia incapacidad para ser ciudadana, y su nula emotividad y frialdad para condenar a todos los hombres por el hecho de tener miembro viril, diciendo que somos todos maltratadores.
"maltratadores machistas marichulos". Como si no hubiera maltratadores, seguramente, ella.
Ella es el mejor ejemplo de que es una Feminista, y que nos espera a los hombres, por que el Feminismo y las leyes de género, van a ir a más, hasta que los hombres y las mujeres nos odiemos, simplemente por serlo.
Las contradicciones, y Diamantina ofrece el ejemplo meridiano de ello, no deben anularse para demostrar que una proposición es falsa, es decir, el Feminismo y las leyes de Género, sino que deben llevarse al extremo del absurdo.
Para demostrar que son falsas.
Reductio ad absurdum - Wikipedia, la enciclopedia libre
Es decir, hay que animarla, e incluso dedicarle un hilo solo a ella, por que de esa manera, ella demostrará que tiene razón, o que se equivoca, y todos aprenderemos.
Y no soy partidario de vanear a nadie, salvo el que nada me aporta, ni ayuda y sólo es un troll, Diamantina parece una feminista sincera que cree en lo que dice.
Reductio ad absurdum
Reductio ad absurdum, expresión latina que significa literalmente 'reducción al absurdo', es un método lógico de demostración.
Se usa para demostrar la validez o invalidez de proposiciones categóricas; se parte por suponer como hipotética la negación o falsedad de la tesis de la proposición a demostrar, y mediante una concatenación de inferencias lógicas válidas se pretende derivar una contradicción lógica, un absurdo; de derivarse una contradicción, se concluye que la hipótesis de partida (la negación de la original) ha de ser falsa, y la original es verdadera y la proposición o argumento es válido. Para demostrar la invalidez de una proposición, se supone como punto de partida que la proposición es cierta. Si la derivación final es una contradicción, se concluye que la proposición original es falsa y el argumento es inválido.
A este método también se le conoce como prueba por contradicción o prueba ad absurdum. Parte de la base es el cumplimiento del principio de exclusión de intermedios: una proposición que no puede ser falsa es necesariamente verdadera, y una proposición que no puede ser verdadera es necesariamente falsa.