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En la primera foto funeral en 1975 del fundador de Opus Dei, José María Escriva de Balaguer y Albás (al pie, Álvaro del Portillo rezando ante sus restos mortales) y en la segunda, funeral en 1994 de quien sería su sucesor Álvaro del Portillo. El papa Juan Pablo II envió un telegrama de condolencia y quiso ir a rezar personalmente ante los restos mortales del primer sucesor de san Josemaría.
Cuando ambos fallecieron, como se puede observar en las fotos, fueron puestos sobre un lienzo blanco sobre el piso, no en sobre una cama o sobre una mesa, como lo hacen los cristianos. ¿Ritual extraño? No, los judíos tienen la costumbre de poner a sus muertos de esa forma, en tierra, como podemos leer en la lbra
Regole ebraiche di lutto: "LOS DESPOJOS SE EXTIENDEN SOBRE EL SUELO".
¿Simple coincidencia o criptojudaísmo?
Cf.
Regole ebraiche di lutto, Carucci ed. Roma 1980, p. 17.
Por otro lado, cuando murió el primer ministro israelí Isaac Rabin, Mons. Javier Echavarría, tercer prelado del Opus Dei (tras suceder a Portillo), envió sus condolencias... a la Liga Antidifamación (ADL, por sus siglas en inglés) de la B'nai B'rith, por medio de la Sra. Lisa Palmieri-Billig, influyente periodista que, ¡oh casualidad! escribe en "Studi Cattolici", la revista del Opus Dei. Ahora bien, sabemos que la Sra. Billig fue delegada en la oficina de Roma del Congreso Judío Mundial durante el Concilio Ecuménico (Vaticano II) y la representante italiana de la B'nai B'rith, una influyente logia reservada exclusivamente a los hebreos. También sabemos que Rabin era francmasón, como lo declaró Virgilio Gaito. ¿Cómo puede ser que un prelado del Opus Dei y sucesor de mons. Escriva de Balaguer y de Álvaro del Portillo envíe sus condolencias a la Sra. Billig "como repreesntante en Italia de la ADL de la B'nai B'rith"?
