malo2
Madmaxista
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Aunque se que puede parecer precipitado, diré a mi favor que he llegado a esta conclusión después de mucho indagar sobre el tema y de intentar convencerme a mi mismo de lo contrario..
y precisamente por eso lo pongo aquí, por si alguien pudiera hacerme verlo de una manera diferente.
He llegado a la conclusión, de que en la sociedad existe una franja divisoria que puede ser mucho mas determinante y marcada que ninguna otra, incluso que el genero sensual, la raza, la cultura o la inteligencia.
Y se trata de la manera que tenemos de percibir el entorno.
Desde mi punto de vista, hay dos tipos de personas que se pueden definir de la siguiente manera:
Los que intentan modificar su realidad, para adaptarla al entorno.
Y los que intenta modificar el entorno, para adaptarlo a su realidad.
Los primeros: son el tipo de personas que intentan visualizarse a si mismos desde todos los puntos de vista para poder tener una visión lo mas real posible de lo que ocurre a su alrededor y adaptarse de la manera mas eficaz, teniendo siempre en cuenta que no son el centro del universo.
Los segundos: Son el tipo de persona que parten de su propia realidad, ven a los demás como objetos ajenos a el que pueden serle útiles a sus propósitos o simplemente les estorban, e intentan modificar el entorno para adaptarlo a sus propios intereses.
Lo curioso de todo esto; es que si reflexionamos sobre el tema, nos damos cuenta
que los segundos, aunque puedan parecer los mas ineptos, suelen ser los que tienen mas éxito en la sociedad.
y esto se puede deber, a que solo necesitan aprender unas pautas de conducta y unos protocolos sociales para ser capaces de modificar el entorno hasta conseguir que el viento sople a su favor.
El problema viene cuando el entorno cambia bruscamente, este tipo de personas son especialistas, necesitan un entorno estable y son muy torpes para adaptarse a los cambios.
De hay el racismo, nacionalismos, conservadurismos, y tonterías propias de este tipo de mentalidad.
Y lo peor de todo, es que los que no somos así, muchas veces no nos damos cuenta y les seguimos el juego, sincronizándonos con el baile que no toca bailar.
y precisamente por eso lo pongo aquí, por si alguien pudiera hacerme verlo de una manera diferente.
He llegado a la conclusión, de que en la sociedad existe una franja divisoria que puede ser mucho mas determinante y marcada que ninguna otra, incluso que el genero sensual, la raza, la cultura o la inteligencia.
Y se trata de la manera que tenemos de percibir el entorno.
Desde mi punto de vista, hay dos tipos de personas que se pueden definir de la siguiente manera:
Los que intentan modificar su realidad, para adaptarla al entorno.
Y los que intenta modificar el entorno, para adaptarlo a su realidad.
Los primeros: son el tipo de personas que intentan visualizarse a si mismos desde todos los puntos de vista para poder tener una visión lo mas real posible de lo que ocurre a su alrededor y adaptarse de la manera mas eficaz, teniendo siempre en cuenta que no son el centro del universo.
Los segundos: Son el tipo de persona que parten de su propia realidad, ven a los demás como objetos ajenos a el que pueden serle útiles a sus propósitos o simplemente les estorban, e intentan modificar el entorno para adaptarlo a sus propios intereses.
Lo curioso de todo esto; es que si reflexionamos sobre el tema, nos damos cuenta
que los segundos, aunque puedan parecer los mas ineptos, suelen ser los que tienen mas éxito en la sociedad.
y esto se puede deber, a que solo necesitan aprender unas pautas de conducta y unos protocolos sociales para ser capaces de modificar el entorno hasta conseguir que el viento sople a su favor.
El problema viene cuando el entorno cambia bruscamente, este tipo de personas son especialistas, necesitan un entorno estable y son muy torpes para adaptarse a los cambios.
De hay el racismo, nacionalismos, conservadurismos, y tonterías propias de este tipo de mentalidad.
Y lo peor de todo, es que los que no somos así, muchas veces no nos damos cuenta y les seguimos el juego, sincronizándonos con el baile que no toca bailar.