Se está liando parda en Venezuela - Hilo seguimiento situacion en Venezuela (IV)

Estado
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Rueda informativa ofrecida por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, 15 de marzo de 2019
Situación actual en Venezuela



La situación en Venezuela sigue siendo sumamente tensa. Tras el fallido intento de la denominada oleada turística “humanitaria” perpetrada a finales de febrero, el incesante activismo provocativo protagonizado por el impostor “presidente interino”, en Venezuela se produjo una calamidad que se cobró vidas de ciudadanos de este país. Lamentablemente, esta calamidad fue resultado de un acto de sabotaje, tal como advertimos durante la rueda de prensa anterior, el pasado 7 de marzo, de hecho, pasadas varias horas después de nuestra advertencia. Igual que la mayoría de los desastres que azotaron a la Venezuela independiente en los últimos años, esta calamidad fue instrumentada desde fuera.

Según los datos que obran en el poder del Gobierno legítimo del país encabezado por el Presidente Nicolás Maduro, así como según la información proporcionada por fuentes fidedignas, el sector energético de Venezuela fue atacado desde fuera. Fueron vulnerados los sistemas de control de las principales estaciones transformadoras de distribución en las que estaban montados equipos fabricados en uno de los países occidentales. Desde luego, los ejecutores inmediatos del ataque conocieron perfectamente el modo operacional y todos los puntos vulnerables de estos equipos y los correspondientes sistemas. Sobre ellos y los autores intelectuales del sabotaje recae la responsabilidad por la fin de las personas, incluidas aquellas que fallecieron en hospitales por corte de electricidad. Esperamos que tarde o temprano se les exija la responsabilidad penal. Ahora está en marcha la instrucción sumarial. Anticipando las eventuales preguntas en relación con la reciente declaración del Presidente Nicolás Maduro sobre el particular, voy a responder ahora misma. En caso de recibir la solicitud oficial sobre la participación de nuestros especialistas en la investigación, será estudiada con suma atención.

Quisiera enfatizar que semejantes ataques contra instalaciones infraestructurales se emplean con siempre mayor frecuencia como elemento de la denominada guerra híbrida.

En relación con la situación en Venezuela, viene a la memoria lo ocurrido en la provincia ucraniana de Jersón en el otoño de 2015. Al fracasar en sus intentos de doblegar la voluntad de los crimeos, los radicales de derecha impusieron el así llamado “bloque hídrico” de Crimea, hacían volar por el aire las líneas de alto voltaje que suministraban energía, a sabiendas poniendo en peligros la vida y salud de centenares de miles de personas. En aras de lograr sus objetivos, los así llamados “héroes del Maidán”, tutelados por EEUU y algunos aliados suyos, no hacían distinción de medios, recurriendo a los métodos más sucios. En particular, Mustafá Dzhemilev, contra quien en Rusia se entabló la acción judicial en rebeldía, durante el bloque energético de Crimea que secundó, exigía cesar plenamente la transmisión de energía eléctrica a la península e insistía en cesar el suministro de víveres. O sea, exhortó a imponer el bloqueo alimenticio, repetir los más horribles y trágicos episodios de las guerras mundiales. La crueldad, el menosprecio hacia las normas elementales de la jovenlandesal humana constituyen los rasgos comunes de los que se ponen por encima del Derecho Internacional, sea respecto a los habitantes de Crimea o de Venezuela.

En su obsesión maníaca por derrocar, cueste lo que cueste, al gobierno legítimo del Estado soberano, Washington no desdeña ningunas estrategias, poniéndolas en práctica tanto consecutiva como paralelamente.

Repasemos los acápites. El acápite “a”. Como era de esperar, fracasaron los intentos de EEUU, que dijo tener todas “las opciones sobre la mesa”, de asegurarse siquiera una mínima comprensión por parte de los países de la región y de la comunidad internacional respecto a una posible Agresión desde fuera. El acápite “b”. No se logró ocultarle a la opinión pública internacional los intentos de amalgamar las Brigadas de ataque, o sea, grupos armados ilegales. Ya hemos hablado sobre los planes de adquirir en Europa del Este un importante lote de armamento e introducirlo ilegalmente en el territorio de Venezuela. Por cierto, hace poco se aclaró que los servicios secretos de EEUU están entablando contactos con contrabandistas y narcotraficantes para recabar información sobre ilegales pasos transfronterizos.

El acápite “c”. Apuesta por el Golpe militar. Otro fracaso. La Invasión humanitaria se desmoronó. A propósito, he aquí un detalle significativo. Otro ejemplo de la política de doble rasero practicada por la Casa Blanca: rechazo de las ofertas cubanas de prestar ayuda humanitaria a EEUU en la neutralización de las consecuencias del huracán Katrina en Nueva Orleans en 2005 y del huracán María en Puerto Ricos en 2017. El Gobierno de Cuba en su tiempo notificó a Washington sobre su disposición a prestar esta clase de asistencia. Se trataba de enviar brigadas de médicos, decenas de toneladas de fármacos y equipos médicos, así como de desplegar hospitales de campaña. La Administración de George Bush y la de Donald Trump, aunque bajo diversos pretextos, declinaron la propuesta de La Habana. Es de señalar que los cubanos se mostraban dispuestos a prestar ayuda sin condiciones previas, sin vincular de ningún modo este acto con la exigencia de levantar el embargo financiero-económico de la isla impuesto por Washington. Quisiera recalcar aparte que en ambos casos, los dirigentes cubanos actuaban en estricta correspondencia con las normas internacionales y las reglas de prestación de la ayuda humanitaria. Cuba acogió con respeto la negativa estadounidense de aceptar la asistencia, no intentó imponerla forzosamente ni utilizó con fines propagandísticos. Cuando escuchamos las especulaciones de los políticos estadounidenses afirmando que la ayuda humanitaria al sufrido pueblo de Venezuela es rechazada, las percibimos como una insinuación de que el gobierno debe dimitir. Pero estos políticos se olvidan de que el pueblo venezolano sufre precisamente a causa de las sanciones impuestas por Washington. Es un absurdo.

Últimamente, con cada vez mayor frecuencia emergen los testimonios de que está poniendo en acción el acápite “d” que contempla la comisión de actos de sabotaje. Las acciones subversivas contra las instalaciones siempre obedecen a la disoluta lógica de “cuanto peor, mejor”. Creo que todos entienden (el blanco en este caso es obvio: el pueblo venezolano) quiénes sufren a causa de ello y quiénes sacan provecho. Y aquí vamos a terminar la enumeración de los acápites, recomendando a los enfrascados en el trazado de los planes ilegales y contrarios al Derecho Internacional, pensar bien en las consecuencias.

Mientras tanto, suscita desasosiego la decisión de Washington de evacuar a todo el personal de su Embajada que queda en Caracas. La intención de por sí no es nada insólita, porque una vez rotas las relaciones diplomáticas entre Venezuela y EEUU, Caracas no tardó en exigir que los empleados de la Embajada abandonaran el país. Lo que pone en guardia, es otra cosa. El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, declaró que la presencia del personal limita las acciones de EEUU. ¿A qué acciones se refería?

Volviendo al tema sobre la denominada “crisis humanitaria en Venezuela”, quisiéramos llamar la atención sobre otra afirmación de Pompeo quien insiste en que EEUU no tiene nada que ver con la caída de la producción agrícola en Venezuela. La Administración de EEUU se empeña en desencadenar la espiral de las sanciones económicas contra Venezuela que ocasionan unas pérdidas globales homologables con los gastos anuales en que incurrió el Gobierno legítimo de Nicolás Maduro para adquirir materia prima de importación para la industria alimentaria (más de 800 millones de dólares estadounidenses). Mientras tanto, según ha comentado el asesor para la seguridad nacional del Presidente de EEUU, John Bolton, se estudia recrudecer las sanciones para “privar de dinero al régimen de Nicolás Maduro”. ¿Acaso hay necesidad de comentarlo? Tal vez, habría sido algo común y corriente hace unos 100 ó 200 años, cuando no se hacían referencias del Derecho Internacional, a los derechos humanos y al componente humanitario. Pero estamos en 2019. ¿Cómo ha sido posible todo esto? Esto se ve agravado por la velocidad a que se propaga la información, cuando todos se enteran de lo ocurrido literalmente al instante. ¿Cómo pueden tener cabida estas cosas en los países que se denominan civilizados, abiertos, libres y democráticos?

A juzgar por todo, Washington prefiere seguir siendo presa de sus propias ilusiones. Tampoco se corresponde con la realidad la afirmación del secretario de Estado, Mike Pompeo sobre una “drástica respuesta que la comunidad internacional dio a Rusia” (“the international community sharply rebuked Russia”) y los “54 Estados democráticos que formalmente apoyaron” al denominado presidente interino de Venezuela. Por lo visto, en un arrebato de hostigamiento, “los amigos extranjeros de la democracia venezolana” no desean reparar en el evidente hecho de que más de dos tercios de los Estados miembros de la ONU hasta ahora renuncien a reconocer al ilegítimo protegido de Washington quien, de pasada sea dicho, declaró hace poco que seguiría ejerciendo las competencias presidenciales para “plasmar las esperanzas que han surgido entre los venezolanos estos últimos días”.

Cuando los medios comentaron el retorno de Guaidó a la patria, se informó que llegó en un avión de línea. Muchos escribieron que no cumplió los trámites para obtener la tarjeta de embarque. No acabo de entender cómo se puede subir a bordo de un avión de línea sin la tarjeta de embarque.
 
Bolsonaro, tras su visita a Langley y a Trump, asegura que no pondrá soldados
para una posible agresión militar a Venezuela. La trama de carácter armado
parece que deberá transcurrir por territorio colombiano, recluta de fuerzas
mercenarias implantadas en la frontera bolivariana, acciones como el apagón,
con financiamiento, estrategia y dirección USAna con dineros robados...
Aunque no perdería el ojo con Brasil, por supuesto.
 
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