Aquí llevas razón. Los ingenieros jamás seremos robots. Lo que seremos será parados... aunque eso no niega que algunos robots se convertirán en ingenieros.
El cerebro humano no es más poderoso que una máquina de Turing o una red neuronal artificial (ambas equivalentes, por cierto). Si el problema es intratable para una máquina también lo será intratable para el ser humano. ¿Qué te hace pensar lo contrario?
¿Y que te piensas que hacemos los ingenieros de carne y hueso? Nuestras soluciones son aproximaciones. En la mayoría de casos ni siquiera tomamos como referencia una hipotética solución óptima, pues nos conformamos con una que haga su función a un coste aceptable.
El boom actual de la IA se debe al cambio de paradigma. En vez de intentar comprender los mecanismos de razonamiento del cerebro humano en forma de algoritmos aceptamos nuestra imposibilidad (actual) de hacerlo y nos conformamos con cajas negras que emulan parte de su funcionamiento. A fin de cuentas, ¿para qué necesitamos comprender el cerebro humano para entrenar a un operario a pegar suelas de zapatillas? Pues lo mismo ocurrirá (en realidad ya está ocurriendo) con la automatizaión.
Los robots no tienen porque ser máquinas infalibles que no cometen errores. Pueden estar controlados por cajas negras de modo que alcancen una solución aceptable con un número de errores suficientemente bajo. Entrenaremos a operarios mecánicos que harán mejor o peor su tarea, pero a fin de cuentas la harán que es lo que queremos.
Pero del mismo modo que podemos entrenar una red neuronal a generar las secuencias de movimientos de un brazo robótico para mover un objeto del punto A al punto B en vez de programar dicha secuencia de movimientos de forma explícita, también podremos entrenar una red neuronal más sofisticada para sustituir a los ingenieros en la gran mayoría de los casos.
