Repsol amenaza con llevarse inversiones fuera de España si se mantiene el impuesto a las energéticas

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La empresa gana 2.785 millones hasta septiembre, un 14 % menos que en el mismo período del 2022
26 oct 2023. Actualizado a las 13:42 h.



El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha advertido de que la compañía, «antes de tomar cualquier decisión de inversión en España», analizará si las condiciones son «estables y suficientemente atractivas para garantizar la rentabilidad de los proyectos», y ha asegurado que si no es así, se cuenta con «otras alternativas».

En un conferencia con analistas para presentar los resultados correspondientes al tercer trimestre del año, Imaz se refirió así al acuerdo alcanzado por PSOE y Sumar para un posible Gobierno de coalición por el que se prevé mantener un impuesto especial para las energéticas y la banca -vigente actualmente para este año y para el 2024-, que subrayó que se basa en esa negociación entre dos partidos políticos y no representa, a día de hoy, «ningún tipo de ley o proyecto a seguir».

No obstante, insistió en que el actual impuesto extraordinario que existe —que grava el 1,2 % de la facturación obtenida en aquellas empresas con ingresos superiores a 1.000 millones euros excluyendo los negocios regulados y actividades fuera de España y extra peninsulares—, y que hace que Repsol sea la compañía del sector más impactada con unos 450 millones de euros este año, «es ilegal, es inconstitucional, y es discriminatorio».

«Está impactando y castigando en términos negativos a las empresas energéticas que invierten en activos industriales y que crean empleos industriales en el país», afirmó, subrayando que una prórroga de este gravamen «penalizará aún más a esta empresa, con una clara repercusión en sus inversores y en su capacidad de invertir en la transición energética».

A este respecto, puso como ejemplo que la unidad de Química en España del grupo está pagando este impuesto sobre las ganancias extraordinarias en función de la cifra de facturación, «cuando a nivel neto está incurriendo en pérdidas y tiene dificultades para competir en el mercado internacional». Por ello, indicó que Repsol prevé «grandes inversiones» en la transformación de sus complejos industriales en España, aunque consideró que «la falta de estabilidad en el marco regulatorio y fiscal podría condicionar las futuras inversiones en los proyectos industriales en el país».

Imaz señaló que España es «la principal geografía» donde está invirtiendo el grupo y donde prevé seguir desarrollando «esta gran inversión» en sus activos industriales, aunque añadió que para que esto siga siendo así es necesario «tener un marco regulatorio y fiscal claro, predecible y estable».

De lo contrario, comentó que la compañía tiene «otras alternativas», como Portugal, donde podría tener actividad internacional en su negocio industrial.

«Pero de nuevo vamos a analizar detenidamente cuál es el marco regulatorio y fiscal antes de tomar nuevas decisiones de inversión en la geografía española. Porque tenemos que proteger, ante todo, a nuestros accionistas, a nuestros empleados», destacó.

Para el ejecutivo de la petrolera, este impuesto especial «está favoreciendo a la gente que viene al mercado español, no creando ni un solo empleo industrial en España. Y está castigando a las empresas que estamos invirtiendo en España. Estamos creando industria en España», dijo.

Más de 2.700 millones de beneficio
Repsol obtuvo un beneficio neto de 2.785 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone una caída del 14 % con respecto al mismo período del 2022, en un contexto marcado por unos precios de los hidrocarburos y unos márgenes del refino inferiores con respecto al año pasado, en el que se dispararon por la crisis energética tras la oleada turística de Ucrania por Rusia.

El resultado ajustado, que mide específicamente el funcionamiento de los negocios, se situó en los 3.816 millones de euros a cierre de septiembre, con un descenso del 19 % frente a hace un año.

La deuda neta de la empresa se situó al final del tercer trimestre en los 1.855 millones de euros, con una liquidez que alcanza los 10.650 millones de euros, suficiente para cubrir más de cinco veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo.

Con estos resultados, el grupo seguirá acelerando en su hoja de ruta de pagos a sus accionistas y ha anunciado un incremento en un 14 % de la retribución a pagar el próximo mes de enero, hasta los 0,4 euros brutos por acción.

La energética ya este año ha adelantado el objetivo de retribución para sus más de 520.000 accionistas que tenía previsto realizar entre el 2024 y el 2025 dentro de su plan estratégico, que revisará en el primer trimestre del próximo ejercicio tras pulverizar todos sus objetivos. Así, sumando dividendos y reducciones de capital, supondrá la distribución de cerca de 2.400 millones de euros en el conjunto del 2023.

El pasado julio, tras su aprobación por la Junta General, Repsol abonó un dividendo complementario de 0,35 euros brutos por acción con cargo a los beneficios del ejercicio 2022 que se añadió a la retribución pagada en enero. Con ello, el dividendo en efectivo aumentó un 11 % respecto al ejercicio anterior, hasta los 0,7 euros brutos por acción.

Además, la compañía tiene previsto reducir su capital social en este ejercicio en 110 millones de acciones que, añadidas a los 200 millones de acciones amortizadas en el ejercicio 2022, representarían un total de 310 millones de acciones, equivalente a un 20 % del capital social existente a diciembre del 2021 y ampliamente por encima del objetivo establecido en su hoja de ruta 2021-2025.

La energética destacó que estos sólidos resultados del período de enero a septiembre permiten avanzar en la transformación del grupo «con el desarrollo de proyectos industriales bajos en carbono, el aumento de su cartera de activos renovables y el lanzamiento de una oferta de multienergía diferencial para los clientes en España».

Dentro de este proceso de transformación y descarbonización para ser cero emisiones netas en el 2050, Repsol invirtió 4.362 millones de euros entre enero y septiembre, lo que supone un incremento del 82 % respecto a enero-septiembre del 2022, principalmente en proyectos bajos en carbono.

El 35 % de este esfuerzo inversor en lo que va del 2023 tuvo por destino. España, con el 41 %, fue el foco principal del destino de las inversiones del grupo, seguido de Estados Unidos, con el 37 %.

Finalizar el año con unas inversiones de unos 5.200 millones
Repsol prevé finalizar el 2023 con una inversión orgánica total de unos 5.200 millones de euros, un 24 % más que los casi 4.200 millones de euros que destinó el año pasado.

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, consideró que el 2023 está siendo un año de «profunda transformación» para la energética, «con avances firmes en descarbonización y en la consolidación de nuestro perfil multienergético». «En un entorno volátil como el actual estamos obteniendo resultados sólidos, aumentando la retribución a nuestros accionistas y apoyando a nuestros clientes», destacó.

Crece en renovables
En esta transformación de la compañía, Repsol reforzó su portafolio de generación renovable y su presencia en un mercado clave en energías verdes como Estados Unidos con la adquisición en septiembre de ConnectGen, que cuenta con una cartera de 20.000 megavatios (MW), que se unen a las realizadas a lo largo del año, como la compra de Asterion Energies, con una cartera de 7.700 MW, 2.500 MW en avanzado estado de desarrollo, ubicados principalmente en España e Italia; o el acuerdo con ABO Wind para hacerse con tres parques eólicos (150 MW) y dos plantas solares (100 MW) en avanzado estado de desarrollo.

De esta manera, avanza en sus objetivos en renovables, que pasan por 6.000 MW en 2025 y 20.000 MW en el 2030, y, en octubre, la cartera de activos en operación del grupo alcanza los 2.300 MW, tras la progresiva puesta en marcha de nuevas instalaciones eólicas y fotovoltaicas en España, Estados Unidos y Chile.


Al final no va a quedar en España ninguna empresa de origen español. Luego el malo era Franco.
 
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El objetivo del psoe y la izquierda de este pais es conseguir 7 u 8 millones de pobres más para perpetuarse en el poder y de hecho van camino de ello y lo van a conseguir.

Ya lo dijo Petro en Colombia, a los pobres no se les puede dejar prosperar porque entonces se vuelven de derechas.
 
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