REFORESTACION MASIVA DE ESPAÑA

eL PERRO

Palazos en las Costillas
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19 Ago 2017
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Una vez mas, Franco, aquel gran estadista, llevo a cabo una inmensa y grandisima labor medioambiental. En su mandato, el ICONA reforesto por todo el pais miles y miles y miles de hectareas que hasta entonces eran puñeteros secarrales deserticos. Y no porque estos terrenos fueran asi, sino porque se convirtieron en eso en el siglo 19

En aquella epoca, el crecimiento poblacional, la incipiente industria y la generacion de electricidad, hicieron que la inmensa mayoria de bosques españoles fueran brutalmente serrados y quemados para hacer carbon vegetal. Ayudados por la inestimable ayuda de siempre de los paletos escopeteros y ganaderos que le metian igualmente fuego a todos los bosques para hacer pastizales gratuitos

Hoy dia, los bosques que crecen son gracias al bendito exodo rural, que esta alejando a los me gusta la fruta de muchas zonas rurales, que poco a poco vuelven a ser repobladas

Pero aun asi hay infinidad de zonas que por tener una pluviometria escasa, si no es con ayuda del hombre, tardarian en reverdecer SIGLOS. Una zona que siempre me viene a la mente es ARAGON. Provincias como teruel y zaragoza son purititos desiertos. Y sin embargo tienen zonas con enormes montañas, zonas muy despobladas del iberico, donde podrian haber inmensos boscazos

Y esto me lleva a otra cuestion, la de las especies. Por una parte, es cierto que el ICONA en su momento abuso demasiado del pino. Pero los badulaques perroflatuas y etnianotoreros de cosa lo quieren llenar ahora todo de pilinguis carrascas pinchosas de cosa, creyendose que toda españa es la fruta meseta del hambre

Hay 3 especies muy concretas que tienen que ser masivamente plantadas en las serranias de la españa mediterranea

EL CIPRES
LA SABINA
EL CEDRO

Todas especies muy parecidas y relacionadas entre si, especies que aguantan de querida progenitora el clima mediterraneo, que tienen maderas de muy buena calidad, que son especies que RESISTEN MUCHISIMO AL FUEGO (en muchos sitios se usan barreras de cipres como cortafuegos porque les cuesta mucho prender). La sabina es un arbol tipico español practicamente extinguido que antes acaparaba sierras enteras

Y el cedro es una fruta brutalidad de arbol. Una flipada visual

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Zonas de teruel, soria, alcarria, etc, hay que llenarlas masivamente de cipres sabina y sobre todo CEDRO

Y en zonas bajas, arenosas y secarruzas del valle del ebro, ALGARROBOS A PUNTA PALA, que es un arbol que aguanta de querida progenitora los suelos duros, las sequias, y que tiene unas copas frondosisimas y tupidas que frenan totalmente la radiacion solar y dejan muy fresco el suelo, y ademas dan muchisimo fruto usable para forrajes y para hacer sucedaneos alimentarios
 
Los árboles de La Sagra





Los hombres y mujeres de Madrid y de todo el planeta llegaron a La Sagra.



Llegaron porque tenían miedo o porque no lo tenían, porque eran felices o desdichados, porque se sentían como los Peregrinos, o porque no se sentían como los Peregrinos. Cada uno de ellos tenía una razón diferente. Abandonaban mujeres odiosas, trabajos odiosos o ciudades odiosas; venían para encontrar algo, dejar algo o conseguir algo; para desenterrar algo, enterrar algo o alejarse de algo. Venían con sueños ridículos, con sueños nobles o sin sueños. El dedo de la burbuja inmobiliria señalaba desde letreros a cuatro colores, en innumerables ciudades: HAY PISOS EN TOLEDO NORTE A 15.000 EUROS! Y los hombres se lanzaron a La Sagra. Al principio sólo unos pocos, unas docenas, porque casi todos se sentían enfermos aun antes de salir de Madrid.



No era raro, por lo tanto, que los primeros hombres fueran pocos. Crecieron y crecieron en número hasta superar a los hombres que ya se encontraban en La Sagra. Los números eran alentadores.



Pero los primeros solitarios no tuvieron ese consuelo.



Diciembre de 2041 — La mañana verde

Cuando el sol se puso, el hombre se acuclilló junto al sendero y preparó una cena frugal y escuchó el crepitar de las llamas mientras se llevaba la comida a la boca y masticaba con aire pensativo. Había sido un día no muy distinto de otros treinta, con muchos hoyos cuidadosamente cavados en las horas del alba, semillas echadas en los hoyos, y agua traída de las brillantes acequias. Ahora, con un cansancio de hierro en el cuerpo delgado, yacía de espaldas y observaba cómo el tonalidad del cielo pasaba de una oscuridad a otra.

Se llamaba Ahmed Lebeque , tenía treinta y un años, habia nacido en Fuensalida y quería que La Sagra creciera verde y alta con árboles y amajes, produciendo aire, mucho aire, aire que aumentaría en cada temporada. Los árboles refrescarían los pueblos abrasados por el verano, los árboles pararían los vientos del invierno. Un árbol podía hacer muchas cosas: dar tonalidad, dar sombra, fruta, o convertirse en paraíso para los niños; un universo aéreo de escalas y columpios, una arquitectura de alimento y de placer, eso era un árbol. Pero los árboles, ante todo, destilaban un aire helado para los pulmones y un gentil susurro para los oídos, cuando uno está acostado de noche en lechos de nieve y el sonido invita dulcemente a dormir.



Ahmed escuchaba cómo la tierra blanca se recogía en sí misma, en espera del sol y las lluvias que aún no habían llegado. Acercaba la oreja al suelo y escuchaba a lo lejos las pisadas de los años e imaginaba los verdes brotes de las semillas sembradas ese día; los brotes buscaban apoyo en el cielo, y echaban rama tras rama hasta que La Sagra era un bosque vespertino, un huerto brillante.

En las primeras horas de la mañana, cuando el pálido sol se elevase débilmente entre las apretadas ondulaciones, Ahmed se levantaría y acabaría en unos pocos minutos con un desayuno ahumado, aplastaría las cenizas de la hoguera y empezaría a trabajar con los sacos a la espalda, probando, cavando, sembrando semillas y bulbos, apisonando levemente la tierra arenosa, regando, siguiendo adelante, silbando, mirando el cielo claro cada vez más brillante a medida que pasaba la mañana.

—Necesitas aire sano y no el de aquí —le dijo al fuego nocturno.

El fuego era un rubicundo y vivaz compañero que respondía con un chasquido, y en la noche helada dormía allí cerca, entornando los ojos, sonrosados, soñolientos y tibios.

—Todos necesitamos aire. Hay aire enrarecido aquí en La Sagra. Se cansa uno tan pronto... Es como vivir en la cima de los Andes. Uno aspira y no consigue nada. No satisface.



—Para eso estoy aquí —se dijo. El fuego le respondió con un chasquido—. En la madrasa de Fuensalida nos contaban la historia de Fátima Mamadou, que anduvo por todo jovenlandia plantando semillas de argán. Bueno, pues yo hago más. Yo planto robles, olmos, arces y toda clase de árboles; álamos, cedros y castaños. No pienso sólo en alimentar el estómago con fruta, fabrico aire puro para los pulmones. Cuando estos árboles crezcan algunos de estos años, ¡cuánto aire sano nos darán!
 
Hacía treinta días que había comenzado a plantar y nunca había mirado atrás. Mirar atrás hubiera sido descorazonarse para siempre. El tiempo era excesivamente seco, parecía poco probable que las semillas hubiesen germinado. Quizá toda su campaña, esas cuatro semanas en que había cavado encorvado sobre la tierra, estaba perdida. Clavaba los ojos adelante, avanzando poco a poco por el inmenso valle soleado, alejándose de la primera ciudad, aguardando la llegada de las lluvias.

Mientras se cubría los hombros con la manta, vio que las nubes se acumulaban sobre la tierra reseca. Todo en La Sagra era tan imprevisible como el curso del tiempo. Sintió alrededor las calcinadas llanuras, que el frio de la noche iba empapando, y pensó en la tierra de La Sagra, arena sólo apta para cultivar tomates.

El fuego tembló sobre las cenizas somnolientas. El distante rodar de una fragoneta estremeció el aire tranquilo. Un trueno. Y en seguida un olor a agua.

«Esta noche —pensó—. Y extendió la mano para sentir la lluvia. Esta noche. Y rezó a Alá»

Lo despertó un golpe muy leve en la frente.

El agua le corrió por la nariz hasta los labios. Una gota le cayó en un ojo, nublándolo. Otra le estalló en la barbilla.

La lluvia.

Fresca, dulce y tranquila, caía desde lo alto del cielo como un elixir mágico que sabía a encantamientos, estrellas y aire, arrastraba un polvo de especias, y se le movía en la lengua como raro jerez liviano.

Se incorporó. Dejó caer la manta y la camisa azul. La lluvia arreciaba en gotas más sólidas. Un animal invisible danzó sobre el fuego y lo pisoteó hasta convertirlo en un humo airado. Caía la lluvia. La gran tapa negra del cielo se dividió en seis trozos de azul pulverizado, como un agrietado y maravilloso esmalte y se precipitó a tierra. Diez billones de diamantes titubearon un momento y la descarga eléctrica se adelantó a fotografiarlos. Luego oscuridad y agua.

Calado hasta los huesos, Ahmed se reía y se reía mientras el agua le golpeaba los párpados. Aplaudió, y se incorporó, y dio una vuelta por el pequeño

campamento, y era la una de la mañana.

Llovió sin cesar durante dos horas. Luego aparecieron las estrellas, recién lavadas y más brillantes que nunca.

Ahmed sacó una muda de ropa de una bolsa de celofán, se cambió, y se durmió con una sonrisa en los labios.

El sol asomó lentamente entre las colinas. Se extendió pacíficamente sobre la tierra y lo despertó.

No se levantó en seguida. Había esperado ese momento durante todo un interminable y caluroso mes de trabajo, y ahora al fin se incorporó y miró hacia atrás.

Era una mañana verde.

Los árboles se erguían contra el cielo, uno tras otro, hasta el horizonte. No un árbol, ni dos, ni una docena, sino todos los que había plantado en semillas y retoños. Y no árboles pequeños, no, ni brotes tiernos, sino árboles grandes, enormes y altos como diez hombres, verdes y verdes, vigorosos y redondos y macizos, árboles de resplandecientes hojas metálicas, árboles susurrantes, árboles alineados sobre la llanura, limoneros, tilos, pinos, mimosas, robles, olmos, álamos, cerezos, arces, fresnos, manzanos, naranjos, eucaliptos, estimulados por la lluvia tumultuosa, alimentados por el suelo mágico y extraño, árboles que ante sus propios ojos echaban nuevas ramas, nuevos brotes.

—¡Imposible! —exclamó.

Pero el valle y la mañana eran verdes.

¿Y el aire?

De todas partes, como una corriente móvil, como un río de las montañas, llegaba el aire nuevo, el oxígeno que brotaba de los árboles.

Ahmed aspiró profundamente una bocanada de aire verde y húmedo, notó la malignidad y se desmayó.

Antes que despertar de nuevo, otros cinco mil árboles habían subido hacia el sol amarillo.



Cuando despertó su mulá junto a sus antiguos compañeros de madrasa y su hermana se hallaban junto a él.
 

—Debemos entrar en el bosque —dijo el mulá Abdel con voz temblorosa comenzando a internarse en la oscura espesura.

Ninguno de los demás habló o se movió sino que permanecieron junto a la orilla del río, sobrecogidos de temor. No había razón alguna para sentir tal pavor y, en parte, era tan terrorífico porque era ilógico. El miedo penetraba en ellos desde la tierra, ascendiendo por sus piernas , diluyendo sus intestinos, masajeando la fuerza de sus corazones y músculos, devorando sus mentes.

¿Miedo a qué? ¡Allí no había nada, nada! Nada atemorizante y, sin embargo, estaban más aterrorizados que nunca.



Desesperado, Ahmed se precipitó hacia el bosque tras el mulá, pero al llegar a los árboles las fuerzas le fallaron. Se hallaba demasiado aterrorizado para moverse. Tiritando, cayó de rodillas y después se tiró de bruces arañando el suelo con las manos.

—¡Abdel! —gritó desgarradamente.

Pero el mulá no podía ayudarle. Lo último que Ahmed pudo ver fue cómo su bastón caía lentamente hacia el suelo, despacio, cada vez más despacio, cuando la flácida y aparentemente inerte mano del mulá lo soltó.

Árboles. Los maravillosos y a la vez terrorificos árboles de La Sagra, desaparecidos hacia siglos por la mano del hombre habían vuelto en forma de portentosas y hechizantes arboledas, ahora se volvían contra el hombre, tomándose auténticamente terroríficos. Una perniciosa luz verde se filtraba entre las temblorosas hojas.

Ahmed los contempló atemorizado. A lo largo de su vida había visto imágenes terribles y extrañas, pero nada comparable a aquello. «Puede que acabe por volverme loco», pensó. Miró frenéticamente hacia uno y otro lado, pero no había forma de escapar. Estaba completamente rodeado de aquellos árboles, horriblemente alterados.

El alma de cada uno de ellos parecía tormentosamente atrapada, prisionera en el interior del tronco. Sus retorcidas ramas eran las extremidades de su espíritu, contorsionándose en agonía. Las raíces se agarraban al suelo intentando inútilmente escapar. La savia manaba de inmensas incisiones en sus troncos. Los crujidos de las hojas eran desgarradores gritos de miedo y dolor. Los árboles de La Sagra rezumaban sangre.

Ahmed no tenía idea de dónde estaba, ni de cuánto tiempo llevaba allí. Recordó haber comenzado a andar hacia el Castillo de Batres ,el cual podía divisar elevando la mirada sobre las copas de los álamos. Había caminado y caminado, y nada lo había detenido. Después, había oído a su amigo Akram gritar como un pequeño animal que está siendo torturado. Al volverse lo había visto señalando hacia los árboles. Ahmed lo observó con horror y, de pronto, se dio cuenta de que en realidad no debía estar allí ya que había muerto en la guerra de Armenia. Aunque también estaba Adil, con el rostro ceniciento de temor, su hermana Fátima, sollozando desesperada, y Hakim, quien contemplaba la escena con los ojos desmesuradamente abiertos.

Ahmed abrazó a su hermana; sus brazos ciñeron carne y sangre, pero aún y así, él sabía que ella no estaba allí, y saberlo era terrible.



-Tengo nuevas que comunicaros -dijo el mulá, -y el tiempo del que dispongo es limitado. Debemos atravesar este bosque hasta llegar al castillo de Batres. Avanzaremos por el camino de los muertos, pues en él se nos aparecerán, dispuestas a detenernos, todas las terribles criaturas concebidas en los retorcidos y torturados sueños de los mortales. Pero sabed esto, caminamos en un sueño, en la pesadilla de La Sagra y también en nuestra propia pesadilla. Pueden surgir visiones del futuro que nos ayuden... o nos detengan. Recordad que, aunque nuestros cuerpos estén despiertos, nuestras mentes están dormidas. La fin existe únicamente en nuestras mentes... a menos que creamos otra cosa
—¿Entonces por qué no podemos despertar? —preguntó Ahmed con furia.
—Porque La Sagra cree firmemente en este sueño, mientras tú crees en él muy débilmente. Cuando estés profundamente convencido de que esto es un sueño, cuando no guardes duda alguna, regresarás a la realidad.
—Si esto es así, y tú estás convencido de que es un sueño, ¿por qué no despiertas?
—Tal vez prefiero no hacerlo.
—¡No lo comprendo!
—Lo comprenderás —predijo siniestramente el mulá—, o morirás. En cuyo caso, ya no tendrá importancia.
 

Llegaron al Castillo de Batres. Penetraron hacia el interior del húmedo vestíbulo de mármol que ahora estaba completamente cubierto de légamo. De las marmóreas paredes colgaban pinturas enmarcadas en oro. Unos altos ventanales con cristaleras de colores dejaban entrar una luz cárdena y fantasmal. El vestíbulo debía haber sido muy bello en tiempos pasados, pero ahora hasta las pinturas de la pared aparecían desfiguradas, mostrando terroríficas imágenes de la fin. Poco a poco, a medida que iban avanzando, comenzaron a percibir una brillante luz verdosa que emanaba de una habitación que había al fondo del corredor.
Sintieron que de aquella luz glauca emanaba una malevolencia que golpeaba sus rostros con el calor de un sol desnaturalizado.
—El centro del mal —dijo Ahmed.
Su corazón estaba lleno de cólera; cólera, pena y un ardiente deseo de venganza. Echó a correr en dirección a la habitación, pero aquel aire tiznado de verde parecía ejercer sobre él una firme presión, frenándolo cada vez con mayor intensidad, hasta que dar un sólo paso supuso un inmenso esfuerzo.

Al principio no parecían adelantar en su camino en absoluto. Luego, se dieron cuenta de que, poco a poco, iban acercándose cada vez más a la estancia de la que emanaba la luz. Ahora su intenso brillo les dañaba los ojos. Se hallaban totalmente exhaustos, les dolían los músculos y les ardían los pulmones.

Ahmed cayó al suelo y su mano aferró una tuerca que había allí. De pronto Ahmed fue vivamente consciente del roce del contra la palma de su mano: el metal era frío, y los bordes rugosos. Podía sentir en su carne el pinchazo de sus bordes.
Ahmed cerró la mano, estrujando el anillo. El metal le pinchaba la carne, le pinchaba cada vez más. Sentía dolor... era realmente doloroso...
¡Estoy soñando!
Ahmed abrió los ojos. La plateada luz de la Luna inundaba el castillo de Batres. Yacía sobre un frío suelo de mármol. Su mano estaba cerrada con fuerza, con tanta fuerza que el dolor lo había despertado. ¡El dolor! La tuerca... ¡El sueño! Al recordarlo, Ahmed se incorporó aterrorizado y miró a su alrededor. Pero sólo había una persona en la sala. El mulá se refirmó en la pared, tosiendo.
Ahmed se puso en pie y caminó tembloroso hacia el clérigo. Al acercarse vio un hilo de sangre en sus labios. La sangre relucía roja bajo la luz de la Luna.
El sueño.
Ahmed abrió la mano. Estaba vacía.
 
Una vez mas, Franco, aquel gran estadista, llevo a cabo una inmensa y grandisima labor medioambiental. En su mandato, el ICONA reforesto por todo el pais miles y miles y miles de hectareas que hasta entonces eran puñeteros secarrales deserticos. Y no porque estos terrenos fueran asi, sino porque se convirtieron en eso en el siglo 19

En aquella epoca, el crecimiento poblacional, la incipiente industria y la generacion de electricidad, hicieron que la inmensa mayoria de bosques españoles fueran brutalmente serrados y quemados para hacer carbon vegetal. Ayudados por la inestimable ayuda de siempre de los paletos escopeteros y ganaderos que le metian igualmente fuego a todos los bosques para hacer pastizales gratuitos

Hoy dia, los bosques que crecen son gracias al bendito exodo rural, que esta alejando a los me gusta la fruta de muchas zonas rurales, que poco a poco vuelven a ser repobladas

Pero aun asi hay infinidad de zonas que por tener una pluviometria escasa, si no es con ayuda del hombre, tardarian en reverdecer SIGLOS. Una zona que siempre me viene a la mente es ARAGON. Provincias como teruel y zaragoza son purititos desiertos. Y sin embargo tienen zonas con enormes montañas, zonas muy despobladas del iberico, donde podrian haber inmensos boscazos

Y esto me lleva a otra cuestion, la de las especies. Por una parte, es cierto que el ICONA en su momento abuso demasiado del pino. Pero los badulaques perroflatuas y etnianotoreros de cosa lo quieren llenar ahora todo de pilinguis carrascas pinchosas de cosa, creyendose que toda españa es la fruta meseta del hambre

Hay 3 especies muy concretas que tienen que ser masivamente plantadas en las serranias de la españa mediterranea

EL CIPRES
LA SABINA
EL CEDRO

Todas especies muy parecidas y relacionadas entre si, especies que aguantan de querida progenitora el clima mediterraneo, que tienen maderas de muy buena calidad, que son especies que RESISTEN MUCHISIMO AL FUEGO (en muchos sitios se usan barreras de cipres como cortafuegos porque les cuesta mucho prender). La sabina es un arbol tipico español practicamente extinguido que antes acaparaba sierras enteras

Y el cedro es una fruta brutalidad de arbol. Una flipada visual

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Zonas de teruel, soria, alcarria, etc, hay que llenarlas masivamente de cipres sabina y sobre todo CEDRO

Y en zonas bajas, arenosas y secarruzas del valle del ebro, ALGARROBOS A PUNTA PALA, que es un arbol que aguanta de querida progenitora los suelos duros, las sequias, y que tiene unas copas frondosisimas y tupidas que frenan totalmente la radiacion solar y dejan muy fresco el suelo, y ademas dan muchisimo fruto usable para forrajes y para hacer sucedaneos alimentarios

Yo soy de Zaragoza y doy fe sobre lo que dices de PACOGON, pero es que aun hay mas, tu lo reduces solo a Zaragoza y Teruel, la gente se cree que Huesca es un vergel pero es igualmente desértico, hasta que llegas al Pirineo y ves verde, pero si uno investiga un poco resulta que todo el puñetero Pirineo Pacogones esta repoblado. El verano pasado estuve unos días de excursión por Canfranc, el pueblo ese de la estación rodeado por montañas totalmente boscosas, pues bien, me detuve en un panel informativo de estos que suele haber por las rutas y senderos, y en el aparecían unas fotos blanco y neցro de principios del siglo XX, donde aparecía todo el valle absolutamente pelado, las montañas en las que estábamos, ahora frondosas y verdes, no tenían ni un mísero árbol. Luego en internet puedes probar a buscar fotos antiguas de valles pirenaicos pacogoneses, el valle de Tena, lo mismo, totalmente pelado hace 100 años, el de Gistain.... todos. Fotos de montañeses decimonónicos posando al frente de unas montañas infértiles cual monte del destino.
En Zaragoza ya directamente es un paisaje lunar y Teruel un paramo grisáceo interminable. Yo no se que pasa en esta jodida tierra pero la aversión hacia el árbol y lo verde que denota todo esto es precupante. Aragón es una isla de paquismo mesetario en el verde norte, desde Teruel hasta el ultimo valle pirenaico.
 
Yo soy de Zaragoza y doy fe sobre lo que dices de PACOGON, pero es que aun hay mas, tu lo reduces solo a Zaragoza y Teruel, la gente se cree que Huesca es un vergel pero es igualmente desértico, hasta que llegas al Pirineo y ves verde, pero si uno investiga un poco resulta que todo el puñetero Pirineo Pacogones esta repoblado. El verano pasado estuve unos días de excursión por Canfranc, el pueblo ese de la estación rodeado por montañas totalmente boscosas, pues bien, me detuve en un panel informativo de estos que suele haber por las rutas y senderos, y en el aparecían unas fotos blanco y neցro de principios del siglo XX, donde aparecía todo el valle absolutamente pelado, las montañas en las que estábamos, ahora frondosas y verdes, no tenían ni un mísero árbol. Luego en internet puedes probar a buscar fotos antiguas de valles pirenaicos pacogoneses, el valle de Tena, lo mismo, totalmente pelado hace 100 años, el de Gistain.... todos. Fotos de montañeses decimonónicos posando al frente de unas montañas infértiles cual monte del destino.
En Zaragoza ya directamente es un paisaje lunar y Teruel un paramo grisáceo interminable. Yo no se que pasa en esta jodida tierra pero la aversión hacia el árbol y lo verde que denota todo esto es precupante. Aragón es una isla de paquismo mesetario en el verde norte, desde Teruel hasta el ultimo valle pirenaico.

Así es, pero se debe a la escasa pluviometría, que obligaba a cultivar y a talar más y más zonas para sacar algo de cosecha. Además aquí y en Castilla hizo mucho por deforestar la Mesta en particular y la ganadería en general.

En el pirineo se taló todo imagino que por la pobreza secular, ya que casi no había terreno llano para cultivar muchos se ganarían la vida con la madera.
 
Yo soy de Zaragoza y doy fe sobre lo que dices de PACOGON, pero es que aun hay mas, tu lo reduces solo a Zaragoza y Teruel, la gente se cree que Huesca es un vergel pero es igualmente desértico, hasta que llegas al Pirineo y ves verde, pero si uno investiga un poco resulta que todo el puñetero Pirineo Pacogones esta repoblado. El verano pasado estuve unos días de excursión por Canfranc, el pueblo ese de la estación rodeado por montañas totalmente boscosas, pues bien, me detuve en un panel informativo de estos que suele haber por las rutas y senderos, y en el aparecían unas fotos blanco y neցro de principios del siglo XX, donde aparecía todo el valle absolutamente pelado, las montañas en las que estábamos, ahora frondosas y verdes, no tenían ni un mísero árbol. Luego en internet puedes probar a buscar fotos antiguas de valles pirenaicos pacogoneses, el valle de Tena, lo mismo, totalmente pelado hace 100 años, el de Gistain.... todos. Fotos de montañeses decimonónicos posando al frente de unas montañas infértiles cual monte del destino.
En Zaragoza ya directamente es un paisaje lunar y Teruel un paramo grisáceo interminable. Yo no se que pasa en esta jodida tierra pero la aversión hacia el árbol y lo verde que denota todo esto es precupante. Aragón es una isla de paquismo mesetario en el verde norte, desde Teruel hasta el ultimo valle pirenaico.

En general en toda españa, todos los bosques que hay son repoblados recientes. Bosques viejos hay muy pocos, o solo algunos ejemplares aislados por ahi. Como digo, en todo el pais en general, el siglo 19 fue demoledor. Coincidio un repentino aumento de poblacion, con la creacion de la industria, la llegada de la electricidad, los trenes, etc. Se arramblaron todos los bosques sin piedad para usar la madera como combustible, sin que a nadie le importara un carajo. Y ni aun hoy le importa un carajo a casi nadie

La mayoria de bosques que hay hoy en España, existen gracias a las repoblaciones masivas que hizo el icona de Franco en los 70. Y en lugar de alabarlo todos lo critican. Los etnianotoreros, porque le tienen un repruebo profundo al arbol, y los perroflautas, porque se ve que les paga sobres el loby de los criacerdos y ahora resulta que el unico arbol que puede haber en españa son pilinguis carrascas pinchosas y asquerosas , todo lo demas les molesta

El pirineo no quedo al margen, obviamente todos sus bosques fueron arrasados, sobre todo los que estaban en valles de transito como los que citas. Si bien es cierto que en montañas muy altas, a partir de los 2000 metros, los arboles tienden a desaparecer de forma natural, dado que ya son alturas en las que las nevadas, el viento, las avalanchas y la falta de tierra, dejan todo pelado y convertido solo en pastizal. Pero si, aun asi, las zonas a mas baja cota fueron igualmente arrasadas

Es cierto que Aragon tiene una geografia peculiar, pues el valle del ebro y la orografia estan configurados de una forma que convierten a la zona en bastante secarruza, con muchos rios, pero secarruza. Aun asi, no es excusa. Las serranias siempre tienen una pluviometria mayor. Todas las sierras de teruel las llenas de pinos, cipreses, sabinas y cedros, y todo eso agarra. Y tendrias una provincia que seria la ostra, un pulmon para el pais y un paraiso natural

Me da una rabia enorme cuando pasas por pueblos que podrian estar la ostra de guapos, como albarracin, daroca, cariñena y todos esos tipicos, y que tengan un entorno ssseeeeeco como si estuvieran en el puñetero desierto de sonora, cuando podrian ser pueblos guapos rodeados de vergeles y boscazos interminables, llenos de millones de arboles y animales

Incluso en el valle del ebro como digo, tierras extensisimas y secas como un malo. Ahi puedes poner pinares enormes que aguantan perfectamente. O bosques de algarrobo como digo, que es un arbol que esta en extincion y que antes era de los mas habituales. Muy desconocido y que es un arbol de querida progenitora, verdisimo, que como digo tiene copas muy tupidas. Debajo de un algarrobo se esta la ostra de fresco y encima dan fruto que podria ser explotable. Podria convertirse el valle del ebro en zona famosa por sus inmensos bosques de algarroba, e incluso crear una denominacion de origen, crear industria alimentaria con el tema...

Hay tantas cosas que se pueden hacer, de un modo que relances la naturaleza y encima crees beneficio con ello... que ardo de la mala ostra de ver la fruta inutilidad e indolencia del puñetero 100% de la getne
 
Así es, pero se debe a la escasa pluviometría, que obligaba a cultivar y a talar más y más zonas para sacar algo de cosecha. Además aquí y en Castilla hizo mucho por deforestar la Mesta en particular y la ganadería en general.

En el pirineo se taló todo imagino que por la pobreza secular, ya que casi no había terreno llano para cultivar muchos se ganarían la vida con la madera.

Cuanto pueblerino poniendo excusas de cosa. Pero si ya es hoy, y con lo que se cultiva en 2 o 3 provincias hay de sobra para el consumo nacional de hoy, todo lo demas es exportacion, o incluso miles y miles de hectareas de cosas que se cultivan y ni se recolectan, solo para cobrar el per y el pac. Y ahora resulta que se arramblo con todos los bosques "pa plantar pq ejjjjque los paletos tenian hambe ñiñiñi"

Y lo del agua lo mismo. Cualquier tierra en la que caigan mas de 100 litros al año ya puede tener perfectamente pinares y otras especies. Aunque fueran arbustos que muchas veces ni eso hay, porque ha sido arrasado todo

Se arraso con todo porque la gente era PALETA, la leña se usaba como combustible para todo, y a nadie le importaban los arboles una fruta cosa. Ni tan siquiera se molestaban en replantarlos para tener recambio. Se comportaban como la gente de jovenlandia de haiti, o como los escopeteros de bisontes de usa. Arrasan con todo por fruta paletez, codicia, indolencia, y cuando este todo arrasado, pues a otra parte

La comparativa entre castilla y baviera. En los 2 sitios hay inmensos campos de cereal, pero mientras que en baviera te encuentras con bosquecillos intercalados entre las fincas, y arboledas que marcan los lindes y demas, en castilla te ves comarcas enteras PELADAS donde no hay ni un solo puñetero arbol. Es que no los ves ni en las pilinguis orillas de los caminos, como se hacia antaño, para dar sombra a los arrieros y caminantes. NADA, hoy atraviesas caminos pelados en los que la bola naranja te castiga sin piedad durante dias, sin mas sombra que la que te puedas encontrar con alguna caseta o algun muro al que te puedas pegar

Es la costumbre, jovenlandesa, del repruebo profundo a la naturaleza que hay en este pais. Y se refleja en esa cultureta mesetera de la escopeta, de considerar los arboles sarama inservible y a los animales fieras exterminables a las que hay que dar de baja de la suscripción de la vida si o si. Ves un animal, pues se mata y punto, porque si. Meseteros, un puñetero bichito andante
 
En general en toda españa, todos los bosques que hay son repoblados recientes. Bosques viejos hay muy pocos, o solo algunos ejemplares aislados por ahi. Como digo, en todo el pais en general, el siglo 19 fue demoledor. Coincidio un repentino aumento de poblacion, con la creacion de la industria, la llegada de la electricidad, los trenes, etc. Se arramblaron todos los bosques sin piedad para usar la madera como combustible, sin que a nadie le importara un carajo. Y ni aun hoy le importa un carajo a casi nadie

La mayoria de bosques que hay hoy en España, existen gracias a las repoblaciones masivas que hizo el icona de Franco en los 70. Y en lugar de alabarlo todos lo critican. Los etnianotoreros, porque le tienen un repruebo profundo al arbol, y los perroflautas, porque se ve que les paga sobres el loby de los criacerdos y ahora resulta que el unico arbol que puede haber en españa son pilinguis carrascas pinchosas y asquerosas , todo lo demas les molesta

El pirineo no quedo al margen, obviamente todos sus bosques fueron arrasados, sobre todo los que estaban en valles de transito como los que citas. Si bien es cierto que en montañas muy altas, a partir de los 2000 metros, los arboles tienden a desaparecer de forma natural, dado que ya son alturas en las que las nevadas, el viento, las avalanchas y la falta de tierra, dejan todo pelado y convertido solo en pastizal. Pero si, aun asi, las zonas a mas baja cota fueron igualmente arrasadas

Es cierto que Aragon tiene una geografia peculiar, pues el valle del ebro y la orografia estan configurados de una forma que convierten a la zona en bastante secarruza, con muchos rios, pero secarruza. Aun asi, no es excusa. Las serranias siempre tienen una pluviometria mayor. Todas las sierras de teruel las llenas de pinos, cipreses, sabinas y cedros, y todo eso agarra. Y tendrias una provincia que seria la ostra, un pulmon para el pais y un paraiso natural

Me da una rabia enorme cuando pasas por pueblos que podrian estar la ostra de guapos, como albarracin, daroca, cariñena y todos esos tipicos, y que tengan un entorno ssseeeeeco como si estuvieran en el puñetero desierto de sonora, cuando podrian ser pueblos guapos rodeados de vergeles y boscazos interminables, llenos de millones de arboles y animales

Incluso en el valle del ebro como digo, tierras extensisimas y secas como un malo. Ahi puedes poner pinares enormes que aguantan perfectamente. O bosques de algarrobo como digo, que es un arbol que esta en extincion y que antes era de los mas habituales. Muy desconocido y que es un arbol de querida progenitora, verdisimo, que como digo tiene copas muy tupidas. Debajo de un algarrobo se esta la ostra de fresco y encima dan fruto que podria ser explotable. Podria convertirse el valle del ebro en zona famosa por sus inmensos bosques de algarroba, e incluso crear una denominacion de origen, crear industria alimentaria con el tema...

Hay tantas cosas que se pueden hacer, de un modo que relances la naturaleza y encima crees beneficio con ello... que ardo de la mala ostra de ver la fruta inutilidad e indolencia del puñetero 100% de la getne
No es por nada pero tanto por Albarracín, Daroca y Cariñena hay bosques de la leche. Lo que pasa es que si vas por la autovía atraviesan las sierras "a lo corto" y no te das ni cuenta.

Hay zonas boscosas desconocidas y muy bellas por esos lugares: la Sierra del Peco, la Sierra de los Bodegones, la Sierra Modorra, la Sierra de la Santa Cruz, la Sierra de Vicort, La Sierra de Algairén, la Sierra del Águila.... las tres primeras son de arbolado autóctono por entero, nada de repoblación.

Por otro lado hay carrascas que pinchan y otras que no. Hay diferentes subespecies. Y la carrasca es el árbol más bello que existe.

El pino da problemas si se planta donde no es autóctono. Saca humedad del subsuelo en cantidades ingentes, en mi pueblo plantó el Icona varios cientos de hectáreas y arroyos y barrancos que eran de curso permanente de agua se secaron y ya solo baja agua cuando llueve, y tiene que llover mucho.

También he visto arder pinares enteros de Icona y las carrascas que había entre ellos no arder ni una, pero ni una....

Por otro lado los cipreses dan problemas de alergias a patadas, es de lo peor que existe junto a los sicomoros.

Como siempre hablas sin saber.
 
Me gusta la idea de los algarrobos, además el trabajo está medio empezado controlando las zonas de transición entre los viejos cultivos de algarrobos abandonados y el monte, con un tiro dos pájaros: reforestación y prevención de incendios.

Hay muchas más especies interesantes, ya lo comenté en otros hilos.
Acebuche (olivo borde): Muy resistente a la sequía.
Varias especies de rosaceas-prunus son caducifolias, resistentes y muy bonitas, todas autóctonas de aquí.
Tampoco hay que despreciar el monte bajo, es de crecimiento lento pero muchas especies pueden alcanzar tamaños aceptables: myrtus, enebros, etc.
No hay que dejar de lado a la única palmera autóctona europea que crece por Alicante, como los monos de Gibraltar pero versión vegetal, ¿Como se llama margalló en castellano?
Zonas de ribera con álamos.
Olmos resistentes a la grafiosis, aunque sean cruzados de americano.

Ya se que las encinas suenan muy paco, pero... ¿Te has dado una vuelta por la zona trufera de Teruel? Ahí también han dado de baja de la suscripción de la vita dos pájaros de un tiro: aprovechamiento de alto valor añadido y paisajismo. Igual como no se debe plantar todo de pinos, no se debe convertir todo en una devesa bellotera, hay que compensar.

Jugando con todas las especies mencionadas se debería hacer:
-- Zonas altas, ventosas y frías: ganadería extensiva con pastos y especies de savina, enebro y otras coníferas de crecimiento lento. Así se hace un cortafuegos natural impidiendo que un incendio salte por los cerros y se lleve miles de Ha por delante. Ejemplos, verano de 2.013, incendio de Cortes: 25.000 Ha, incendio de Andilla: 21.000 Ha.
--- Zonas de ladera: Encinas a punta pala, quitando pinos de las zonas con mejor suelo, además de otras especies.
-- Cercanía a cultivos y carreteras: Hacer cortafuegos y caminos de servicio para combatir fuegos y comunicar pistas forestales, acebuches, algarrobos, algunas arbustivas interesantes, etc.

Hay que hacer mapas de usos, microclimas, aprovechamientos, zonificación, prevención de incendios, etc. Nadie lo hará, la ecología solo interesa para recaudar impuestos, políticos haciendo fotos, trincar fondos europeos, etc.

Desengáñate, llevo años diciendo lo que escribo, a todos les gusta, nadie hace nada. De forma particular lo hago en mis lindes de tapadillo porque... si, encima es ilegal o alegal en el mejor de los casos.
 
ñiñiññiñiñii

Vamos a ver, pueblerino estulto me gusta la fruta, es que es para reventaros las costillas a palancazos de lo subnoramales que sois

- Nadie ha dicho que en toda la fruta provincia no haya ningun solo arbol, solo faltaba, estulto, que no dejarais ni uno solo. Pero la realidad es la que es, que todo aragon es UN puñetero SECARRAL

albarracin esta hecho un puñetero DESIERTO

albarracin-teruel-spain-stockpack-pixabay-1024x768.jpg


y tantisimos otros sitios igual, que podrian tener sierras totalmente verdes y no lo estan, por pura desidia de los paletos lugareños como tu

- La carrasca es una fruta cosa antiestética asquerosa y pinchuda, solo tipica de la fruta meseta del hambre, que nos la quieren meter por los ojos los puñeteros paletos como tu, por algun motivo que no consigo adivinar

- Anda que ha tardao el primer estulto amapinchos en soltar sus insultitos de memo contra el pino. El puñetero pino, desde hace millones de años, es, siempre ha sido, y siempre sera, EL ARBOL PRINCIPAL MAS IMPORTANTE Y REPRESENTATIVO DE TODOS LOS PAISES MEDITERRANEOS

- El pino no se quema, estulto, lo quemais los paletos como tu metiendole mecherazos, por intereses economicos mafiosos, que es con lo que os haceis millonarios siempre los paletos. El 99% de los fuegos son siempre provocados

- El pino tampoco seca los rios, puñetero estulto. Los rios los secan los puñeteros paletos como tu que abren miles y miles de pozos ilegales que secan los manantiales

- Y los cipreses tampoco valen, porque ejjjjque le dan alergia imaginaria a un puñetero pueblerino de cosa estulto

Lo dicho, el primer fulastre del puñetero nacimiento cagando sarama odiadora de arboles. Que ejjjjque se queman, que ejjjjjque me quitan el agua, que ejjjjjque me da tos, que ejjjjjque PEGATE UN TIRO pueblerino
 
Una puntualizacion, tampoco es cierto al 100% lo que dices del arrase de montes del s.XIX. Ya estaban arrasados de mucho antes, en el período romano desaparecieron muchos bosques, luego entre los siglos XI y XV se les pegó un buen tute por diversas causas, la puntilla fue en el siglo XIX que se empezaron a talar masivamente los pocos bosques adultos que quedaban cerca de los pueblos porque antes ya los habían pelado de arbustos y ramas bajeras, lo cual estaba bien porque prevenía incendios conservando árboles grandes pero sucedió como en el tren de la pelí de los hermanos Marx que cuando se terminó el carbón empezaron por los vagones.

Por lo demás bien excepto lo de tratar a las personas como si fuesen un bichito, pareces el agente Smith.
 
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