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Madmaxista
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Rajoy cumplirá los objetivos de Bruselas «aunque le cueste el cargo»
Fuentes del Gobierno advierten de que para lograrlo estaría dispuesto a subir el IVA, «que está dos o tres puntos por debajo de la media de la UE»
«Lo único descartable es que España no cumpla el déficit; todo lo demás está sobre la mesa». Con estas palabras resume un miembro del Gobierno la intención del jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, de hacer todo lo que sea necesario para alcanzar este año el objetivo de déficit pactado con la Comisión Europea. El equipo económico del presidente está convencido de que los Presupuesto Generales recién presentados permitirán dejar el desajuste presupuestario en el 5,3% pero si, como temen algunos inversoresinternacionales, no es así, el Gobierno tomará medidas adicionales. ¿Cuáles? Las que requiera la situación por impopulares que sean, incluyendo nuevos ajustes y subidas impositivas, como el Impuesto sobre el Valor Añadido. «España tiene un IVA dos o tres puntos por debajo que la media de la Unión Europea. Si no hubiera otro remedio, por ahí hay margen», explican fuentes del Ejecutivo. Rajoy «está decidido a cumplir los objetivos europeos por responsabilidad. Aunque le cueste el cargo», subrayan. La situación en los mercados es crítica y el presidente del Gobierno está convencido de que una de las claves para superarlo es convertir a España en un país con credibilidad. Lograrlo requiere fijarse como «objetivo imprescindib» el cumplimiento de los compromisos de déficit y convencer a los mercados de que así ha sido. No va a importar el estado de la economía, tampoco del mercado de trabajo.
Pero cumplir los objetivos es un medio para alcanzar un fin: estabilizar a España en la senda de la recuperación económica y el empleo. Y, a estas alturas, eso ya sólo se puede conseguir con fuertes sacrificios. No hacerlos, llevaría a España a los pies de una situación, según Rajoy, «imposible»: la del rescate.
Estimación de ingreso
Como en el mismo Gobierno se reconoce, estos Presupuestos pueden fallar por dónde todos: por los ingresos, El Ejecutivo ha hecho una estimación de los mismos según sus propias previsiones sobre la evolución de la economía, teniendo en cuenta el impacto de los ajustes y de las reformas puestas en marcha por el presidente del Gobierno. Pero también dependen del exterior, y ahí están a expensas de que no fallen las previsiones de los demás países. La evolución de Alemania e Inglaterra, por ejemplo, es clave para la marcha de variables como el turismo, que apuntalan la caja de España. Una marcha atrás en estos países —primeros emisores de turistas a nuestro país— se dejaría sentir en las cuentas y podría hacer necesarias medidas adicionales.
Y si no son descartables nuevas subidas de impuestos, tampoco lo son medidas tan impopulares como los recortes en sanidad. El equipo de la ministra Ana Mato volverá a reunirse en quince días con las comunidades autonómas para encontrar una nueva fórmula de financiación para el sistema sanitario, que cada día se antoja más urgente. El ministro de Economía, Luis de Guindos, en una entrevista concedida al rotativo alemán «Frankfurter Allgemeine» anunció este mismo fin de semana «cambios profundos» en la sanidad española.
El presidente del Gobierno dejó claro antes de las elecciones andaluzas que no es partidario de obligar al paciente a contribuir económicamente por los servicios o las recetas que reciba, lo que deja abierta la vía a que se recorten servicios sanitarios que no formen parte de la cartera básica y común que el Ejecutivo quiere hacer compartir a todas las autonomías.
Dado que la sanidad es una competencia transferida a las comunidades, poner solución al agujero que hoy por hoy acarrea la sanidad pública, sería un mensaje especialmente positivo hacia los mercados y la propia Comisión Europea, ya que a ambos les preocupa en extremo que el Ejecutivo no sea capaz de hacer cumplir los límites de déficit a estas administraciones. Y es que aunque las competencias de sanidad están transferidas, es un servicio tan sensible que las comunidades prefieren que sea el Ejecutivo el que dicte el camino a seguir para poder eludir así la culpa del ajuste ante sus votantes.
Otra de las balas que el Ejecutivo guarda en la recámara y que podría utilizar si fuera necesario, es el adelantamiento de medidas y ajustes previstos para el año que viene. Es lo que hizo el Ministerio de Hacienda cuando el mes pasado Bruselas ordenó a España que ampliara su recorte en 5.000 millones. Y es que el presidente no quiere que se le ponga nada por delante. Ni su propio cargo.
Rajoy cumplir los objetivos de Bruselas aunque le cueste el cargo - ABC.es
Fuentes del Gobierno advierten de que para lograrlo estaría dispuesto a subir el IVA, «que está dos o tres puntos por debajo de la media de la UE»
«Lo único descartable es que España no cumpla el déficit; todo lo demás está sobre la mesa». Con estas palabras resume un miembro del Gobierno la intención del jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, de hacer todo lo que sea necesario para alcanzar este año el objetivo de déficit pactado con la Comisión Europea. El equipo económico del presidente está convencido de que los Presupuesto Generales recién presentados permitirán dejar el desajuste presupuestario en el 5,3% pero si, como temen algunos inversoresinternacionales, no es así, el Gobierno tomará medidas adicionales. ¿Cuáles? Las que requiera la situación por impopulares que sean, incluyendo nuevos ajustes y subidas impositivas, como el Impuesto sobre el Valor Añadido. «España tiene un IVA dos o tres puntos por debajo que la media de la Unión Europea. Si no hubiera otro remedio, por ahí hay margen», explican fuentes del Ejecutivo. Rajoy «está decidido a cumplir los objetivos europeos por responsabilidad. Aunque le cueste el cargo», subrayan. La situación en los mercados es crítica y el presidente del Gobierno está convencido de que una de las claves para superarlo es convertir a España en un país con credibilidad. Lograrlo requiere fijarse como «objetivo imprescindib» el cumplimiento de los compromisos de déficit y convencer a los mercados de que así ha sido. No va a importar el estado de la economía, tampoco del mercado de trabajo.
Pero cumplir los objetivos es un medio para alcanzar un fin: estabilizar a España en la senda de la recuperación económica y el empleo. Y, a estas alturas, eso ya sólo se puede conseguir con fuertes sacrificios. No hacerlos, llevaría a España a los pies de una situación, según Rajoy, «imposible»: la del rescate.
Estimación de ingreso
Como en el mismo Gobierno se reconoce, estos Presupuestos pueden fallar por dónde todos: por los ingresos, El Ejecutivo ha hecho una estimación de los mismos según sus propias previsiones sobre la evolución de la economía, teniendo en cuenta el impacto de los ajustes y de las reformas puestas en marcha por el presidente del Gobierno. Pero también dependen del exterior, y ahí están a expensas de que no fallen las previsiones de los demás países. La evolución de Alemania e Inglaterra, por ejemplo, es clave para la marcha de variables como el turismo, que apuntalan la caja de España. Una marcha atrás en estos países —primeros emisores de turistas a nuestro país— se dejaría sentir en las cuentas y podría hacer necesarias medidas adicionales.
Y si no son descartables nuevas subidas de impuestos, tampoco lo son medidas tan impopulares como los recortes en sanidad. El equipo de la ministra Ana Mato volverá a reunirse en quince días con las comunidades autonómas para encontrar una nueva fórmula de financiación para el sistema sanitario, que cada día se antoja más urgente. El ministro de Economía, Luis de Guindos, en una entrevista concedida al rotativo alemán «Frankfurter Allgemeine» anunció este mismo fin de semana «cambios profundos» en la sanidad española.
El presidente del Gobierno dejó claro antes de las elecciones andaluzas que no es partidario de obligar al paciente a contribuir económicamente por los servicios o las recetas que reciba, lo que deja abierta la vía a que se recorten servicios sanitarios que no formen parte de la cartera básica y común que el Ejecutivo quiere hacer compartir a todas las autonomías.
Dado que la sanidad es una competencia transferida a las comunidades, poner solución al agujero que hoy por hoy acarrea la sanidad pública, sería un mensaje especialmente positivo hacia los mercados y la propia Comisión Europea, ya que a ambos les preocupa en extremo que el Ejecutivo no sea capaz de hacer cumplir los límites de déficit a estas administraciones. Y es que aunque las competencias de sanidad están transferidas, es un servicio tan sensible que las comunidades prefieren que sea el Ejecutivo el que dicte el camino a seguir para poder eludir así la culpa del ajuste ante sus votantes.
Otra de las balas que el Ejecutivo guarda en la recámara y que podría utilizar si fuera necesario, es el adelantamiento de medidas y ajustes previstos para el año que viene. Es lo que hizo el Ministerio de Hacienda cuando el mes pasado Bruselas ordenó a España que ampliara su recorte en 5.000 millones. Y es que el presidente no quiere que se le ponga nada por delante. Ni su propio cargo.
Rajoy cumplir los objetivos de Bruselas aunque le cueste el cargo - ABC.es
