Efectivamente tienen una fuerza tremenda con el pico que pueden romper palos y están tan afilados, que si quieren, pueden hacer mucho daño a las personas.
Pero no lo hacen porque son conscientes.
Si el guacamayo está bien tratado y se ha estimulado su inteligencia, son asombrosos. Yo tengo anécdotas como para escribir un libro, cada día me sorpenden.
Las cerraduras son especiales porque las saben abrir desde dentro, saben desatar nudos de las cuerdas incluso destornillar tuercas.
Yo tengo que ponerle candados reforzados porque abren las jaulas fácilmente. Bien es verdad que solo están en las jaulas en contadas ocasiones y no están estresados porque saben que pueden entrar y salir cuando quieran.
Odian los candados, y si los ven cuando salen de la jaula, los atacan con fiereza. No es infrecuente que roben la llave y se la lleven volando lejos.
Por lo demás son muy cariñosos y amables. Ahora mismo, mientras escribo esto en el ordenador, tengo uno a mi lado despiojándome el pelo.
La confianza es absoluta hasta el punto que a veces me acicalan las pestañas . Yo les dejo hacer porque es una forma de ganarse su confianza y vincularlos para el vuelo libre.
También entienden los enfados y lo que no pueden hacer, donde no pueden ir y lo que no pueden romper. De hecho por supuesto nunca cagan en la ropa, ya saben donde tienen que hacerlo. La sensación de que manchan mucho es porque tienen las jaulas sin limpiar durante días.
Ellos aguantan a veces durante horas hasta que deciden ir al sitio adecuado, en cualquier caso si lo hiciese en otro sitio es tan fácil como coger un trozo de papel de cocina y limpiar .
Los loros que no están acostumbrados a salir de la jaula, pueden defecar en la ropa por miedo y la gente que no entiende del tema le da la sensación de que lo hacen todo el tiempo.
Vuelan entre pantallas de tele y de ordenadores de vez en cuando y nunca han roto nada.
Tienen canciones preferidas con las que se emocionan y bailan. Pero lo más divertido son sus interacciones cotidianas siempre en el ámbito de la libertad, cuando vuelan libres, cuando vienen las visitas ...
Aunque no hablan como los yacos, si dicen algunas palabras que tienen sentido, como por ejemplo pedir agua, diferentes tipos de comida, saludar con Hola cuando oyen que llegas,
