Lo leí hace unos años y me gustó. Pero lo veo muy parecido al de tyler Hamilton. Al final todos cuentan lo mismo, con esa morlaina anglo-protestante:
- joven inocente que sueña con dar pedales
- inexplicablemente gana su primera carrera amateur
- entra en un club
- le dan píldoras para recuperar
- en profesionales no acaban una carrera, ¿cómo pueden los demás?
- etcétera
- pero ahora he vuelto limpio, y las victorias que me han quitado me las tienen que devolver porque las gané limpio.
Un ciclismo limpio es posible. Nuevas generaciones, no os metáis, que yo lo he hecho ya por vosotros.
Tan real como la vida misma, en definitiva