Estuve deseando que se muriera mi padre desde que tuve uso de razón. Cuando tenía siete años, el padre de un amigo se cayó de un andamio y se mató y yo no dejaba de pensar la suerte que tenía el muchacho.Tus palabras me han emocionado,
amigo.
Y tienes toda la razón:
lo que importa son los actos.
De nada sirve decir "te quiero"
si realmente no es así.
Yo no tengo hijos,
pero ya me lo voy planteando
(supongo que más vale
tarde que nunca).
Pero sí quiero a mis amigos,
pareja y familia (poca me queda),
y se los digo y actúo como tal.
Eso lo estoy aprendiendo
en los últimos años también.
Por cierto: dices que no superaste
la muerte de tu padre.
Yo creo que esas cosas no se superan.
Es más; no deben superarse.
La vida te cambia para siempre
cuando ves morir a quien te dió la vida.
Eso no es para superarlo,
sino para recordarlo y tener
los pies en la tierra.
Un abrazo muy grande!!!
Amigo, te entiendo perfectamente.Estuve deseando que se muriera mi padre desde que tuve uso de razón. Cuando tenía siete años, el padre de un amigo se cayó de un andamio y se mató y yo no dejaba de pensar la suerte que tenía el muchacho.
Cuando murió yo ya tenía 48 años y fue la única alegría que me dio en su vida, porque todavía entonces se esforzaba en amargarme la mía.
Así es la vida de algunos.
Así es!!!Que mucha gente muere de noche sin enterarse. Y que cada día que te despiertas la vida te da una nueva oportunidad. Cuestión de voluntad, supongo. La edad es un puñetero número.
Vivid y dejad vivid.
Conozco una así en mi círculo familiar político y es como dices... agotador.Las personas con la personalidad e tu madre son agotadoras.
La mía decía algo así como:Decía mi abuela que hay que cogerlas limpias y educadas que lechonas y bordes se vuelven ellas. Palabra de honor cierta.