No conozco a ninguno.
Como dice el refrán castizo: “Árbol que nace torcido, jamás su tronco endereza”, o como dicen en mi pueblo “el que nace lechón, muere cochino”.
En mi entorno laboral, entre los menores de 50 años es una pVt4 epidemia. Si combinas familias relativamente acomodadas, buenos ingresos, etc, con el código jovenlandesal socialista, nos sale gente muy my progre.
Pero como han dicho más arriba, progresía impostada en la mayor parte de los casos. Es decir, hipocresía. Porque es más fácil quedar bien y aparentar ser un NPC más, que decir abiertamente opiniones que contradigan el paradigma jovenlandesal imperante.
Como se dijo en el hilo de las protestas antiinmigración en Tenerife, la mayor parte de la gente lo que quiere es ser solidario, pero que se los lleven a la península, y pagar menos impuestos. Y así con todo.
Para mi es doloroso, porque he perdido contacto con muchas amistades por esa razón. Me he vuelto un radical, y no tolero la mínima. Tal vez tiene que ver criarme en un entorno donde mi padre era profundamente anti rojo, pues su familia sufrió mucho en la guerra por parte de “los buenos
”.
Aunque nunca me contó demasiado al respecto (no conocí a mi abuelo), pero supongo que vivió muchas movidas chungas. Mi padre siempre se ha referido a los progres como gente que tiene dentro “el bichito rojo y que no se cura”. Antes me parecía exagerado y radical, pobre estulto que fui.