A
ARIEL BOLUDOVSKY
Guest
Los vecinos abuchean a la vicepresidenta de Zapatero
PD / Agencias
Lunes, 18 de julio 2005
La gente llora de rabia y anoche dejó claro que culpa a las
autoridades de la inmensa tragedia. Lo más suave que gritaban anoche
fue ese "¡fuera, fuera!" con que recibieron a la vicepresidenta del
Gobierno Zapatero, cuando se presentó en el centro de emergencias
instalado en Alcolea del Pinar (Guadalajara). Para eludir el abucheo y
ante la creciente ira de los vecinos, que coreaban "¿Dónde están los
medios? ¿Dónde están los medios?", María Teresa Fernández de la
Vega entró a gran velocidad en la Casa Consistorial escoltada por su
servicio de seguridad.
La vicepresidenta estuvo reunida media hora con los máximos
responsables de Guadalajara para ver cómo se coordinaban los medios
para extinguir el incendio y mientras, abajo, en la plaza, iban
agrupándose cada vez más personas desalojadas de las viviendas de los
pueblos afectados y que estaban en Alcolea para pernoctar. "¡Que baje,
que baje, que queremos decirle cuatro cosas!", clamaba una mujer con
voz angustiada.
Cuando bajó, creyendo que la multitud aceptaría su consuelo, los
vecinos empezaron a chillar: "¡Fuera, fuera, fuera!". Un hombre la
increpó, subrayando que ellos habían avisado muy pronto de todo lo
que había ocurrido y que los medios resultaron insuficientes.
"La gente del pueblo queríamos hacer un cortafuego por un camino
vecinal, pero sin embargo los encargados de la extinción se han
empeñado en hacerlo por la carretera de Iniesta a Padilla. ¿Así
pretenden atacar a un fuego cuando nosotros somos lo que realmente
sabemos cómo apagar esto? No se nos ha hecho caso", vociferó otro.
"¿Por qué han tardado tanto en traer medios aéreos, en especial
hidroaviones, y ha venido tan poca gente a apagar las llamas?",
chillaba otro vecino, mientras Fernández de la Vega ponía cara de
preocupación. "Vaya, vaya usted donde está el fuego y verá lo mal
que lo hemos pasado. Llamábamos a la gente, a todos los teléfonos que
conocíamos y nadie nos hacía caso", le dijo otra señora. "Llevamos
todo el día sin comer, ¿por qué han mandado los aviones al Alto
Tajo? No, no me ponga esa cara de ajo", le reprochó otra vecina de
Santa María.
La vicepresidenta intentaba explicarse, pero la furia y los nervios de
los vecinos le impidieron hablar en muchas ocasiones. Sólo podía
decir frases sueltas del tipo: "Nos avisaron a las dos de la tarde". No
pudo continuar. "Si no ha entrado en el fuego más gente es porque
había un gran riesgo para ellos". Pero lo que quedó claro, porque
así se comprometió la vicepresidenta, es que el Gobierno pretende
abrir una investigación "para que se aclare todo lo sucedido".
Los escoltas protegieron a Fernández de la Vega mientras se dirigía a
su coche, acompañada en todo momento del presidente de Castilla- La
Mancha, José María Barreda. Y fue entonces cuando estallaron los
mayores abucheos y gritos contra ella y el resto de políticos que
acudieron a Alcolea del Pinar.
PD / Agencias
Lunes, 18 de julio 2005
La gente llora de rabia y anoche dejó claro que culpa a las
autoridades de la inmensa tragedia. Lo más suave que gritaban anoche
fue ese "¡fuera, fuera!" con que recibieron a la vicepresidenta del
Gobierno Zapatero, cuando se presentó en el centro de emergencias
instalado en Alcolea del Pinar (Guadalajara). Para eludir el abucheo y
ante la creciente ira de los vecinos, que coreaban "¿Dónde están los
medios? ¿Dónde están los medios?", María Teresa Fernández de la
Vega entró a gran velocidad en la Casa Consistorial escoltada por su
servicio de seguridad.
La vicepresidenta estuvo reunida media hora con los máximos
responsables de Guadalajara para ver cómo se coordinaban los medios
para extinguir el incendio y mientras, abajo, en la plaza, iban
agrupándose cada vez más personas desalojadas de las viviendas de los
pueblos afectados y que estaban en Alcolea para pernoctar. "¡Que baje,
que baje, que queremos decirle cuatro cosas!", clamaba una mujer con
voz angustiada.
Cuando bajó, creyendo que la multitud aceptaría su consuelo, los
vecinos empezaron a chillar: "¡Fuera, fuera, fuera!". Un hombre la
increpó, subrayando que ellos habían avisado muy pronto de todo lo
que había ocurrido y que los medios resultaron insuficientes.
"La gente del pueblo queríamos hacer un cortafuego por un camino
vecinal, pero sin embargo los encargados de la extinción se han
empeñado en hacerlo por la carretera de Iniesta a Padilla. ¿Así
pretenden atacar a un fuego cuando nosotros somos lo que realmente
sabemos cómo apagar esto? No se nos ha hecho caso", vociferó otro.
"¿Por qué han tardado tanto en traer medios aéreos, en especial
hidroaviones, y ha venido tan poca gente a apagar las llamas?",
chillaba otro vecino, mientras Fernández de la Vega ponía cara de
preocupación. "Vaya, vaya usted donde está el fuego y verá lo mal
que lo hemos pasado. Llamábamos a la gente, a todos los teléfonos que
conocíamos y nadie nos hacía caso", le dijo otra señora. "Llevamos
todo el día sin comer, ¿por qué han mandado los aviones al Alto
Tajo? No, no me ponga esa cara de ajo", le reprochó otra vecina de
Santa María.
La vicepresidenta intentaba explicarse, pero la furia y los nervios de
los vecinos le impidieron hablar en muchas ocasiones. Sólo podía
decir frases sueltas del tipo: "Nos avisaron a las dos de la tarde". No
pudo continuar. "Si no ha entrado en el fuego más gente es porque
había un gran riesgo para ellos". Pero lo que quedó claro, porque
así se comprometió la vicepresidenta, es que el Gobierno pretende
abrir una investigación "para que se aclare todo lo sucedido".
Los escoltas protegieron a Fernández de la Vega mientras se dirigía a
su coche, acompañada en todo momento del presidente de Castilla- La
Mancha, José María Barreda. Y fue entonces cuando estallaron los
mayores abucheos y gritos contra ella y el resto de políticos que
acudieron a Alcolea del Pinar.