Este hilo ha derivado en una sucesión de insultos y ensoñaciones de gente triste y renegada.
Aquí, como bien han dicho por aquí arriba, no se trata de decir si vive mejor el funcionario que cobra 900 euros en Madrid o el Manager de un hotel en Londres que cobra 2500 pounds + bonus. Cada uno tendrá sus cosas buenas y malas.
Aquí se trata de ver si el que ha conseguido estar de Manager en 1 año tendría esa misma posibilidad y podría mantener el mismo nivel de vida y satisfacción en España. La respuesta es NO, al menos no en ese tiempo.
En Alemania, Francia, UK, países nórdicos...no atan los perros con longanizas...pero laboralmente están a años luz de nuestro soleado país.
Al final en la vida pretendemos ser felices. Unos lo conseguirán con tiempo libre para sus hobbies, otros más ambiciosos lo conseguirán progresando profesionalmente, otros sólo querrán ganar dinero y otros sólo lo conseguirán formando una familia, algunos con mezcla de varias de estas razones. Cada uno tiene sus objetivos en la vida. Pero el objetivo común es ser feliz.
Para tener tiempo libre se necesita un trabajo que te permita ese tiempo libre (o tener de por sí mucha pasta). En España somos famosos por echar más horas que un reloj, así que salvo ciertos privilegiados esto es difícil en España. Para progresar profesionalmente se necesita un entorno laboral competitivo y atractivo, con oportunidades por méritos...y en España, en la mayoría de las ocasiones tan sólo el trepa que a mala leche joroba a los demás o el enchufado son los que logran ese objetivo, también hay empresas que valoran al que lo hace bien pero no son tan numerosas. Para ganar mucho dinero se necesita aparte de lo anterior, un ambiente laboral de mucha demanda para que las ofertas de trabajo vayan al alza en vez de a la baja, en España, por lo visto, sobra gente y por tanto las ofertas son a la baja. Y para formar una familia, al menos según la concepción moderna, hace falta tener una seguridad laboral y económica que tampoco es la tónica hoy en día en España.
Por todas estas razones hoy en día fuera de España la gente puede ser más feliz.
Pero la felicidad, según Maxlow, sólo se logra cuando tenemos satisfechas las necesidades del vértice de la pirámide. Aunque tengamos razones de sobra para ser felices, si hay una necesidad cubierta, en seguida vislumbramos otra que, de no conseguirla, nos hace infelices. Así pues, en nuestra cabecita, no tener ese tiempo libre, o ese puesto que ansiamos o esa subida de sueldo que creemos que merecemos nos hacen olvidar todos los escalones anteriormente superados y sentirnos desdichados por la no consecución del siguiente peldaño. Visto desde fuera una persona exitosa en lo laboral y económico sería el modelo a seguir, el culmen de la felicidad para alguien sin trabajo y sin dinero, en cambio puede sentirse igual de mal uno que el otro por esa satisfacción escalonada de necesidades antes dicha.
Entonces, a la pregunta de ¿por qué a los emigrantes españoles nos cuesta tanto ser felices en el extranjero?, pues porque se ven muchos más escalones hacia arriba fuera que en España. Hay más posibilidades de progresión laboral, económica, social....hay más competitividad, y además de eso hay dificultades añadidas que son como palos en las ruedas como son una estructura social distinta, normativas distintas y desconocidas, idioma que en muchas ocasiones no se domina del todo, costumbres que no se conocen, gente con diferentes culturas que no terminan de encajar en la idea que se tiene en la cabeza, lejanía de la gente que te puede ayudar....
Objetivamente la gente en general está mucho mejor fuera que en España, pero subjetivamente dentro de sus cabezas cada uno sabe que tiene aún mucho que recorrer, muchos escalones que subir, se ve el vértice de la pirámide pero queda aún muy lejos y eso es lo que manda.
En cambio, la visión de alguien "apoltronado" en España, con un trabajo medio, será ver al emigrado como un perdedor. Porque él no ve siquiera la punta de la pirámide, de hecho se ha convencido de que está en ella, y quizá lo esté desde el momento en que se siente feliz con sus necesidades cubiertas (pero no olvidemos que se siente así porque no ha visto los peldaños que le quedan por subir, simplemente lo ha ignorado consciente o inconscientemente) y no comprende que la pirámide de la otra persona puede ser diferente.