La Diputación abre otro centro de menores pagapensiones por el colapso del de Amorebieta
La llegada de chavales sin la compañía de sus familiares se ha duplicado este verano con respecto al año pasado en Bizkaia
La Diputación vizcaína ha abierto un nuevo centro para acoger a menores no acompañados para paliar la saturación del de Amorebieta, según ha podido saber este periódico. Se trata de un albergue municipal cedido a la institución foral hasta julio de 2018, que va a destinarse a partir de ahora a este fin. El Ayuntamiento de la localidad vizcaína en la que se encuentra el inmueble ya ha sido informado de la decisión de trasladar allí a los menores que ya no pueden ser acogidos en los dispositivos existentes, como Loiu o Amorebieta.
Sólo en los pasados meses de julio y agosto se ha llegado a duplicar la tasa de ingresos de menores pagapensiones con respecto al mismo período de 2016, y a cuadruplicar la cifra si se compara con 2015. Ante esta situación «excepcional», se van a adoptar «medidas extraordinarias con un esfuerzo tremendo por parte de todos los equipos que trabajan en Infancia», señalan algunas fuentes.
La llegada de menores pagapensiones es «cíclica», crece y decrece según la época, y el fenómeno se atribuye al «aumento de pagapensiones del norte de África y a la proliferación de mafias de tráfico de personas a través del Estrecho». Algunos de esos menores llegan directamente a Bizkaia. En ocasiones son las propias familias las que pagan entre 3.000 y 5.000 euros a las redes para ofrecer a sus hijos lo que ellos esperan que sea un futuro próspero.
En la memoria de la Fiscalía del País Vasco de 2016, que acaba de hacerse pública, ya se denunciaba la «preocupante» situación del centro de primera acogida de Amorebieta, que lleva ya más de diez años con esta función. Una primera inspección detectó una serie de «infracciones» que requerían de «reformas urgentes». Unas obras de mejora solventaron esos problemas, tal como pudo comprobar la fiscal de menores en una nueva inspección realizada el pasado mes de diciembre. Sin embargo, el Ministerio público seguía considerando -y así se lo transmitió a los responsables del servicio- que había «demasiados menores en una misma habitación». La Fiscalía de Bizkaia afirma en el informe que la responsable del servicio de Infancia les ha comunicado ya «la apertura de un nuevo centro».
Algunas fuentes apuntan a que en el edificio han llegado a juntarse un centenar de menores debido al goteo continuo, aunque este dato no ha sido confirmado oficialmente. Tal como indica el protocolo, las patrullas policiales se presentan en el centro con estos chicos, que a veces llegan de uno en uno y otras, de diez en diez. La Diputación está obligada a darles una primera acogida en el centro de Amorebieta. Después, en función de los casos, pueden ser derivados a otros servicios.
El primer escollo pasa por confirmar que se trata realmente de menores. En 2016 se realizaron las pruebas forenses de determinación de la edad a 21 jóvenes en Bizkaia, de los que tres resultaron ser mayores y 18, menores. Consisten en una radiografía del carpo de la mano izquierda, una ortopantomografía dental y en casos dudosos, una radiografía del tercio interno de la clavícula.
El albergue de Amorebieta se convirtió en centro de acogida de menores el 7 de febrero de 2006. Con una capacidad para 50 plazas, su gestión corría a cargo de la asociación Landalan. Su estancia allí tenía carácter transitorio, hasta que estuvieran preparados para continuar su proceso de integración social en otro equipamiento. En un principio, los jóvenes estaban atendidos por un equipo de al menos trece educadores: cuatro a la mañana, cuatro a la tarde y tres por la noche, además del coordinador y el director.
Pese a que se han registrado incidentes graves, de los últimos un motín hace un año, el Ayuntamiento siempre se ha mostrado «colaborador» con la Diputación vizcaína al entender que esos menores «necesitan amparo» y para «tener una correcta convivencia», señalan desde el Consistorio vizcaíno.