Tiene narices. ¿Me hablas a mí de quemar libros?
Mayo, 1933
Quema de todo tipo de libros por los nazis,
con el Göebbels de las películas propagandistas nazis vociferando
Noche de los cristales rotos (Kristallnacht)
9 y 10 de noviembre de 1938,
Liberando criminales para quemar Torás (y judíos y sinagogas)
En las noches del 9 y 10 de noviembre de 1938, turbas arrasadoras en toda Alemania y los territorios recién adquiridos de Austria y los Sudetes atacaron libremente a los judíos en las calles, en sus hogares y en sus lugares de trabajo y culto. Al menos 96 judíos fueron asesinados y cientos más resultaron heridos, hasta 2.000 sinagogas fueron quemadas, casi 7.500 negocios judíos fueron destruidos, cementerios y escuelas fueron vandalizados y 30.000 judíos fueron arrestados y enviados a campos de concentración. Este pogromo ha llegado a ser llamado Kristallnacht, "la Noche de los Cristales Rotos".
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Durante la Kristallnacht reinó la confusión cuando las familias judías fueron atacadas por una combinación de matones, las SS, la Gestapo y delincuentes comunes. Los líderes nazis vaciaron las cárceles para involucrar a los criminales más crueles y atacar a judíos desprevenidos. Si bien los rumores habían circulado durante días antes del evento, los ataques fueron una sorpresa. Los fuegos humeantes de las sinagogas quemadas y los libros sagrados presagiaron los eventuales incendios de los crematorios cuando comenzó el exterminio nancy del pueblo judío en la Kristallnacht.
Tiene narices que mentes la Biblia para dar tu mensaje de repruebo. Al final va a resultar que los honrados y afables (con los suyos) nazis jerarcas militares y funcionarios de campos de concentración, son tan humanos como los demás.
Pues sí, eran humanos. Como los judíos a quienes mataban. Por la mañana le daban un beso a su querida esposa y a sus hijos pequeños. Un rato después iban al trabajo en una de sus factorías de la muerte, para ir a cargarse a miles de seres que ellos no consideraban humanos. Todo sin despeinarse ni alterarse lo más mínimo.
Porque iba incluido en su estilo de vida, creencias (erróneas, pero creencias al fin y al cabo), en su nómina y en su estatus social. Al fin y al cabo, eliminar esos seres les ayudaba a subir en la sociedad que querían construir, y no tenía consecuencias para ellos.
El evangelio presenta a los judíos, que exigen liberar a Barrabás y condenar a Jesús, como la figura que representa a la Humanidad.
Precisamente nos recuerda a toda la Humanidad que no somos mejores que esos judíos y que estamos hechos de la misma pasta. Porque nosotros mismos probablemente hubiéramos hecho parecido y muy probablemente todos hemos hecho cosas parecidas en nuestras vidas.