Secuestrarlo, tenerlo sin escolarizar, escondido sin contacto humano (los policías cuando lo encontraron les gruñía como si fuera un animal), denuncias falsas de abuso a su ex, etc, etc.
Creo que 25 años serían pocos, es de esas personas que jamás seria capaz de vivir en sociedad. Desde luego la sentencia es una tomadura de pelo, y eso sin contar que en sucesivas apelaciones la cosa se quede todavía en menos. Pasará menos tiempo en el trullo del que ha tenido a su hijo encerrado en una finca aislada.