China empieza a racionar la electricidad y pone contra las cuerdas al resto de países
Con todos los ojos puestos en el gigante inmobiliario Evergrande, otra crisis (esta con un impacto más global) podría estar empezando a asomar la cabeza en China. El 'gigante asiático' está sufriendo las primeras consecuencias de una crisis energética que comenzó azotando a Europa y que ahora se extiende por el mundo a través de los mercados de gas, petróleo, carbón y materias primas en general. El racionamiento de esta energía amenaza con tensionar aún más las cadenas de suministro globales y generar escasez de "todo", según advierten desde Nomura. La recuperación económica corre peligro.
El problema es que si China pisa el freno de su 'fábrica', el resto del mundo sufrirá las consecuencias, algo que podría comenzar a verse en las próximas semanas, a medida que las empresas europeas, americanas... vean agravada la escasez de insumos con los que trabajan. A su vez, esta escasez y aumento de costes puede trasladarse a una inflación que ya supera de forma holgada el 2% en casi todos los países desarrollados.
Con todos los ojos puestos en el gigante inmobiliario Evergrande, otra crisis (esta con un impacto más global) podría estar empezando a asomar la cabeza en China. El 'gigante asiático' está sufriendo las primeras consecuencias de una crisis energética que comenzó azotando a Europa y que ahora se extiende por el mundo a través de los mercados de gas, petróleo, carbón y materias primas en general. El racionamiento de esta energía amenaza con tensionar aún más las cadenas de suministro globales y generar escasez de "todo", según advierten desde Nomura. La recuperación económica corre peligro.
El problema es que si China pisa el freno de su 'fábrica', el resto del mundo sufrirá las consecuencias, algo que podría comenzar a verse en las próximas semanas, a medida que las empresas europeas, americanas... vean agravada la escasez de insumos con los que trabajan. A su vez, esta escasez y aumento de costes puede trasladarse a una inflación que ya supera de forma holgada el 2% en casi todos los países desarrollados.