Pero si es que era evidente: a los hombres nos gusta cacharrear, y los Apple estaban cerrados a cal y canto. Nos gusta pensar, y ellas que se lo den todo hecho. Nos importa poco el diseño, los colores y las finuras, y eso para ellas manda. Miramos por la pela, somos menos de postureo fino, ellas pueden soltar mil lereles por un movil sin pestañear. Nos sudan mas las redes sociales, un IPhone era la red social por si mismo.
Si añades ya el tamaño ridiculo y el color blanco novia omnipresente (nosotros somos mas de colores guerreros) pues ya lo tienes. Le pegas el logo a colorines de una manzana mordida y a pasar caja.