Murió como católico y le administraron la extremaunción, su funeral en la catedral de San Esteban de Viena y misa de réquiem en la iglesia de San Miguel.
En sus cartas habla, por ejemplo, que después de un éxito rezó el rosario como había prometido y se volvió a casa como un buen cristiano.
Yo creo que los masones de base en aquella época sabían mucho menos, y muchos seguramente nada, de lo que ahora saben sobre de qué va la cosa.
Por cierto, Voltaire no murió como un perro. Voltaire, que entró en la masonería dos meses antes de morir, con los más altos capitostes de la masonería presentes, entre ellos Benjamín Franklin, murió como católico después de confesarse con un sacerdote.