¿Pero vosotros tenéis la menor idea del trabajo de un conductor de autobús? Tiene que cumplir una ruta con un horario ajustadísimo, sin correr mucho ni poco, al mismo tiempo controlar que la gente pague y no se escaquee, lidiando con el que intenta colar una tarjeta caducada o el que quiere pagar con un billete de 50 euros. O vigilando que la ralea se comporte, no fume ni la líe en los asientos de atrás. O acordarse de si ha entrado uno o dos carritos de niño, que parecen tanques Panzer y no caben en el pasillo pero la mamá se empeña en que tiene que subir.
Y todo ello mientras además conduce un bicho de 15 metros y 15 toneladas por el infernal tráfico de una gran ciudad, con todos los demás vehículos haciéndote pirulas para adelantarte cuanto antes porque todos (incluido yo) quieren quitarse al autobús de en medio. O el que aparca en doble fila y no puede pasar el autobús porque ha ido a comprar tabaco.
[Todas esas anécdotas las he visto yo en los autobuses de Madrid, pero a ellos nadie les aplaude a las 8]
Y encima resulta que tiene que responsabilizarse de los hijos de los demás, asumiendo un riesgo o tomando una decisión que para nada le corresponde. Lo siento por este señor, hiciera lo que hiciera le iba a caer un marrón.
Y todo ello mientras además conduce un bicho de 15 metros y 15 toneladas por el infernal tráfico de una gran ciudad, con todos los demás vehículos haciéndote pirulas para adelantarte cuanto antes porque todos (incluido yo) quieren quitarse al autobús de en medio. O el que aparca en doble fila y no puede pasar el autobús porque ha ido a comprar tabaco.
[Todas esas anécdotas las he visto yo en los autobuses de Madrid, pero a ellos nadie les aplaude a las 8]
Y encima resulta que tiene que responsabilizarse de los hijos de los demás, asumiendo un riesgo o tomando una decisión que para nada le corresponde. Lo siento por este señor, hiciera lo que hiciera le iba a caer un marrón.