Casi siempre me he podido aguantar, de pequeño me cagué una vez encima porque se estropeó el bus del cole y me rompió todos los esquemas.
Pero he presenciado varios episodios de colegas que no han podido aguantar:
Uno se cagó por la pata abajo estando de vacaciones en la playa. Echó a correr en chanclas y en bañador hacia el apartamento pero la diarréa le resbalaba por los muslos y las pantorrillas y al llegar a las chanclas, como iba corriendo, actuában de catapulta e iban lanzándo los pegotes de vuelta hacia arriba en parábola...estrellándosele chop chop en la espalda, nuca, coronilla y salpicándo a otros veraneantes.
Casi tiene que venir la policía.
Cuando llegó al apartamento tenía la espalda como un piloto de motocross, ya había descargado prácticamente todo el tema, pero en aquellos apartamentos las escaleras no tenían ventilación, así que con el caloret se quedó la peste unos días...salíamos a la playa con la nariz tapada, y los vecinos estaban horrorizados.