Tras la cancelación del MWC si coges una coctelera y metes el brindis con cava por el fiasco de la candidatura de los JJOO de Madrid, la explusión de clientes de hoteles por poner el himno de este país y las miles de veces que han declarado que la economía iría incluso mejor culminando el proces te sale un cóctel molotov de querida progenitora. Sólo con eso. Pero es que hay muchisima cosa más. Yo soy de Barcelona y me parece una buena idea que el MWC se vaya a otro sitio. Por dignidad. Para que no salga por la tele lo que tenemos aquí.
Jajajjajaajjajjaja Mis diez.
Barcelona tiene todavía algún recorrido a los infiernos, pero llegará, no se preocupe. Va cayendo de ojo ciego por la ladera a toda leche. Encontrará todavía alguna rama en el camino (SEAT) que le desgarrará los músculos y finalmente llegará el hostión contra el suelo. Probablemente en forma de guerra civil social, ya abierta, entre gente trabajadora que lucha por su vida (desde camareros a ingenieros o pequeños industriales) y funcionarios gafapasta megamodernos que no tienen ni idea de dónde sale su nómina y se atreven a "empujar" a Cataluña al abismo económico y social de la política independentista.
Barcelona, diría que casi como excepción en Cataluña, tiene la suerte de tener gente, mucha, como presumo por sus palabras que es usted, que la remontará cuando llegue el momento. Nunca volverá a ser lo que fue en su TEÓRICAMENTE máximo esplendor (aunque la mayoría era cartón-piedra y mucho postureo. Para mí era mil veces mejor la Barna pre-olímpica) pero tiene una fuerza, una historia y una personalidad propia con la que no podrán ni Colaus, ni Lazis, ni Menas.
Madrid necesita a su hermana "mala" y rebelde, a la que siempre ha querido mucho (no se puede decir al revés, pero da igual) para picarse en todo y a lo Bienvenido Mister Marshall, crecer juntas. Además, como dicen, siempre se agradece tener un niño chico cerca para poder echarle la culpa de todo. Gran parte de lo que hemos visto en política en el último lustro, es esto último.