Kovaliov
Madmaxista
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No es ego ni es conocimiento. El superdotado está siempre adquiriendo conocimiento y lo estará hasta el último minuto, no puede evitarlo . Pero la inteligencia es mucho más que eso y el conocimiento que se obtiene muchas veces es negativo para el individuo y para la sociedad, porque también está el carácter y el carácter es el destino.Con todos mis respetos y reconociendo completamente tu discurso: decir que una persona tiene el "ego poco desarrollado" pero que "exige a los demás que reconozcan su autoridad", hombre, ¿no te parece un poco contradictorio?
Aunque te digo que te entiendo, pues esto lo he vivido de cerca toda la vida... Creo que esa necesidad de reconocimiento por el resto de mortales que no sabemos ni por dónde nos da el aire, es lo que provoca sufrimiento, pues hace que os acabéis aislando o no dando vuestra opinión. Pero es como cualquier necesidad de reconocimiento externo: fruto de una baja autoestima al no haberos visto nunca reflejados ni apoyados, porque la superdotación también trae aparejada una mayor sensibilidad, y creo que es lo que se trata de mejorar hoy en día, con más o menos éxito.
Si se hiciera más hincapié en la compasión y en el reconocimiento de que no hace falta ser superdotado para conducirse por el mundo (ni para salir de él) y que el conocimiento puede ser una herramienta en un momento dado, pero no la única, ni la más imprescindible, pues creo que encajaríais algunos mejor, porque os permitiría quitar el foco de la superioridad intelectual que no lo es todo en la vida, aunque muchos crean que sí.
Lo más importante en esta vida es conocerse a uno mismo. Y para eso yo diría que ser superdotado puede ser incluso un hándicap, por la excesiva importancia que se le da al intelecto.
La humildad la puede practicar cualquiera, no hace falta ser simple para ello.
Tampoco se le puede dar la culpa de todo al sistema educativo, siendo nefasto como es, sino que tienen que darse muchas circunstancias juntas para que el genio se manifieste y desarrolle todo su potencial. La inteligencia no la puso ahí natura para que la sociedad disfrute con la flauta mágica. Imagina cuantos Mozart y Leibniz habrán nacido en las selvas de todo el mundo durante decenas de miles de años.