Nótese que el pollo aspira, no a ser catedrático en arqueología porque le apasione la arqueología, ni a ser catedrático de física porque le apasionen las matemáticas, ni a ser no ya catedrático, sino profesor de derecho por ejemplo porque le apasione el derecho y enseñarlo, o simplemente químico, así sin cargos, motivado por llegar a descubrimientos que revolucionen la ciencia o la tecnología. Vamos, que lo que le gusta es ser catedrático, así, a secas. El palmito puro y duro. Lucir cargo, sentirse por encima de los mortales como objetivo vital. Y así todos en la partitocracia, oiga, ni uno se salva.