La trama masónica del PNV al descubierto.

Loignorito

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No lo he leído todo, pero esto se debe rebatir. Cito:

Ahora bien, quienes también pertenecieron a la masonería —cuyos rituales, simbología y finalidades son enteramente judíos y en cuyas filas sobreabundan los mismos―

Esto es falso. Te aconsejo que leas sobre este rito al que perteneció nada menos que Sir Winston Churchill: Rito de Memphis y Mizraím - Wikipedia, la enciclopedia libre

Existe una vieja intención velada por echarles las culpas a los judíos en general, cuando en esto solo están ciertas élites, como entre nosotros. Y realmente, la mayoría del artículo que citas, hace recaer la responsabilidad en quien debe, que es la Corona Británica y sus corporaciones. Lo anglosajones, sus élites. Y buenas noches.
 

Marty.McFly

Pronto la cuarta entrega de Regreso al Futuro
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Un libro imprescindible. Su autor murió en extrañas circunstancias.

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Hanshiro.T

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No seáis goyinazos y venid a ilustraros del por qué de las cosas que pasan en la sociedad.
 

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Forero Paco Demier
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No creemos que sea necesario insistir sobre el hecho tantas veces demostrado de la interdependencia entre el poder político, el poder financiero y las sociedades secretas. Los hechos han demostrado de manera fehaciente que tampoco el PNV ha logrado escapar históricamente a esa regla inmutable. La infiltración de masones en los altos cargos en el partido diseñado por Sabino Arana empezó a producirse ya en los albores de su fundación, puesto que, en líneas generales, el mal llamado «nacionalismo vasco» (dado que no se trata más que de un secesionismo globalista), ya sea en su versión demócrata-cristiana o marxista-lenilista, ha estado desde sus comienzos estimulado y amparado por el sutil manto de la masonería británica (Foreign Office, Intelligence Service, etc).

Las relaciones comerciales han sido uno de los medios más utilizados, tradicionalmente, por la diplomacia inglesa, para consolidar su privilegiada posición en los asuntos continentales y asegurar el triunfo de su política imperialista. Pero también han constituido un vehículo ideal para las actividades encubiertas del Intelligence Service y, por supuesto, para las redes de una fuerza oculta, invisible y secreta, como la masonería, correa de transmisión del espionaje inglés. Se sabe, por ejemplo, que el Athletic Club de Bilbao fue fundado por un grupo de ciudadanos británicos dedicados a la explotación de los yacimientos de minerales que había en la margen izquierda del Río Nervión, muchos de los cuales trabajaron como espías o agentes de campo para el servicio secreto de su país.

Precisamente el auge de las logias se fraguó en muchas ocasiones en ciudades como Bermeo, Portugalete, Erandio o Bilbao, allí donde empezaba la industria de la minería y la metalurgia después. Enclaves geoestratégicos por su disposición cerca de la ría y de las minas. En un artículo laudatorio, el órgano oficial del PNV escribía sobre el particular: «Muchos masones llegados desde Inglaterra (industriales, ingenieros y empresarios) poblarán las logias de estos valles impulsando un corpus masónico activo. Por ejemplo, en Portugalete encontramos correspondencia de cómo se crea la logia capitular "Constancia" y documentos masónicos de la actividad de la logia "Esperanza VII". En ambos casos destaca la presencia de nombres y apellidos anglosajones».[1]

Es preciso recordar que uno de los grandes mecenas con que contó el PNV fue un adinerado capitalista, banquero, naviero e industrial estrechamente ligado al imperialismo británico llamado Ramón de la Sota y Llano (1857-1936), marqués de Llano y lugarteniente de Sabino Arana (con quien colaboró en la creación y desarrollo del PNV), tenido en su época por una de las mayores fortunas de España que utilizó para financiar e impulsar el éxito del Partido Nacionalista Vasco[2], cuya hoja de ruta ha servido única y exclusivamente a los intereses de la conjura antiespañola de Israel con la finalidad de allanar el camino al esclavismo mundialista.

Ver archivo adjunto 1684732
En 1932, los carlistas editaban en Bilbao un pequeño folleto de 16 páginas titulado «Judaísmo, nacionalismo y comunismo», que distribuyeron clandestinamente y que levantó una gran polvareda. Allí se acusaba al "nacionalismo vasco" de ser un instrumento de la conspiracion judeomasónica comunista.

Liberal y muy imitador de las modas y estilo ingleses, Ramón de la Sota, director de una vieja institución fuerista denominada Sociedad Euskalerría, llegó a ostentar el honorífico título de Sir del Imperio Británico, pues durante la Primera Guerra Mundial había puesto su importante flota de 40 mercantes al servicio de la Corona inglesa. En pago a los valiosos servicios prestados por este presunto «espía» a los aliados, el Rey Jorge V le concedió el título de Sir, por ser «buen amigo de Inglaterra». También mantuvo una red de agentes encargados de funciones de contraespionaje para el gobierno francés.

Ramón de la Sota fue el primer plutócrata vasco que abrazó la causa del nacionalismo al que aportó dinero, solidez económica e influencia social. Junto con el jacobino Engracio Aranzadi Echeverría, «discípulo» de Sabino Arana y admirador entusiasta del masón Guiseppe Mazzini, lo dotó y proveyó además de doctrina y contenido ideológico. Su mecenazgo fue fundamental, pues permitió convertirse al PNV —que se benefició también de los métodos corruptos y clientelares utilizados por De la Sota, denunciados en diferentes ocasiones y por los que pudo obtener un acta de diputado por Valmaseda[3]― en una de las fuerzas políticas dominantes de la burguesía de Vizcaya durante las dos primeras décadas del siglo XX, cuyas históricas relaciones comerciales con Inglaterra son de sobra conocidas.

Esta intensa relación con el Reino Unido se mantuvo a lo largo del tiempo a través de sus hijos, como fue el caso de Manuel de la Sota Aburto (1897-1979), militante del PNV, miembro de la Sociedad de Estudios Vascos y futuro presidente del Atletic Club de Bilbao (1926-1929), quien había ejercido la docencia durante varios años en la Universidad de Cambridge, aficionándose al hockey y el golf. Su hermano, Ramón de la Sota Aburto (1887-1978), fue presidente del PNV en la Diputación de Vizcaya entre 1917-1919, quien desde esta institución lideraría un proceso renovador de la institución y una importante labor en defensa de la lengua y la cultura vascas, así como en las aspiraciones políticas de nacionalismo. Como su hermano Manuel, había recibido también una educación esmeradamente británica ―igual que su otro hermano Alejandro, «cultivado» en Oxford durante muchos años, donde adquirió la afición por el football y el boxeo― que le marcará para siempre tras marchar a estudiar a Inglaterra en 1904 con el fin de ejercitarse en los negocios de la City. En 1912 terminaría la carrera de Ingeniería Naval en el King’s College de Londres, volviendo a Bilbao un año más tarde, afiliándose al PNV. También integró el consejo de administración del Banco de Vizcaya. Durante esa época, los más elitistas centros universitarios ingleses y círculos académicos más snobs fueron un caldo de cultivo para el reclutamiento de «agentes» por parte del servicio secreto británico.

Pero la intensa actividad comercial de Ramón de la Sota y Llano no solo le permitió figurar también como accionista de "El Correo Vasco" ―junto con Sabino Arana[4]— y de la empresa ferroviaria MZA —propiedad de los Rothschild[5]—, sino participar en algunos de los proyectos empresariales más relevantes con su paisano, el magnate, banquero y armador Horacio Echevarrieta Mauri (1870-1963), tenido por el «ciudadano Kane» de Neguri, no en balde fue uno de los hombres más poderosos de su tiempo, fundador de importantes empresas como Iberia, Iberdrola, etc, y que, a punto de caer en bancarrota recibió un sustancioso crédito del Deutsche Bank[6]. Además de aliadófilo, republicano y masón[7], Echevarrieta fue amigo del orondo líder socialista Indalecio Prieto y uno de los financiadores de los revolucionarios asturianos de 1934. También mantuvo tratos personales y comerciales tanto con el traficante de armas Basil Zaharoff como con el célebre Almirante Wilhelm Canaris, cuya astuta y diabólica traición costó a Alemania la guerra, pues, conectado con los servicios secretos británicos, participó en diversas conspiraciones contra Adolf Hitler. A lo largo de sus visitas a España, Canaris había sabido cultivar importantes amistades en el mundo de los negocios, siendo introducido por el judío Von Rolland (nacido Isaac Ezratty), agregado comercial del consulado alemán en Barcelona, en los círculos financieros de Alfonso XIII.

Ramón de la Sota y Llano, a quien se acusó de haber gritado «¡Muera España!» mientras participaba en la rotura de una bandera española el 16/08/1893, entregó a Sabino Arana su vida y su fortuna haciendo suya la causa independentista, de la misma manera que un siglo antes lo había hecho el rico Almirante Luis Brion (1782-1821), que por cierto, era marrano[8], con el Libertador Simón Bolívar, que era masón, padre de la «independencia» de Venezuela. ¿Perteneció a la Orden de la escuadra y el compás Sir Ramón de la Sota? Argumentos más que razonables hay para planteárselo. Especialmente, si tenemos en cuenta que «la anglofilia, más aún, la anglomanía, pareció ser, por lo menos hasta mediados del siglo XX, el común denominador de los masones, fuere cual fuere su nacionalidad»[9].

La anglofilia profesada por Sabino Arana es igualmente bien conocida, como así dejó constancia en diversas ocasiones. El «padre» del nacionalismo vasco, que tanto denostaba el «yugo españolista», fue siempre por el contrario un admirador confeso de los Estados Unidos llegando a felicitar a Theodor Roosevelt por la victoria de su país en la guerra de Cuba, al igual que del Reino Unido: «Son afortunados aquellos pueblos que hallan ventaja bajo el suave yugo de la Gran Bretaña», admitió una vez[10], asegurando que «la independencia de Euzkadi bajo la protección de Inglaterra, será un hecho un día no lejano»[11]. Su hermano, Luis Arana, llegó a presentar en el Foreign Office un plan —con mapa incluido— «buscando la ayuda y protección de Gran Bretaña para conseguir la libertad de la nación vasca»[12].

El desprecio manifestado por el fundador del PNV al pueblo español precisamente de raíz germánica fue siempre en paralelo a su servidumbre a los intereses del imperialismo anglo-norteamericano a los que dedicó elogiosos conceptos, y que no es otro que el del Judaísmo y la Masonería Internacional. Cuán proféticas y acertadas fueron aquellas célebres palabras del masón George Canning, abogado y político británico, y que se tomaron como una baladronada: «Inglaterra posee los odres de Eolo… Bajo sus banderas lucharán todos los rebeldes, todos los revolucionarios, todos los descontentos, con razón o sin ella, en todo país con quien tengamos conflicto».

Aunque oficialmente no consta que Sabino Arana, católico integrista[13] ―y probablemente «enganchado» al Intelligence Service a través de su «protector» De la Sota—, perteneciese a la discreta fraternidad de los hermanos del mandil, a diferencia de la mayoría de los caudillos independentistas, éste y su perverso partido separatista y antiespañol acabaron siendo un eficaz instrumento de la conjura internacional judía contra España. El repruebo inextinguible de este antiguo carlista resentido hacia su país —España― con la que se mostró particularmente vengativo, es verdaderamente proverbial. Y en esto coincide con los hebreos de donde han salido en todo momento los promotores de la heterodoxia y la subversión. Considerado por algunos como el Theodor Herzl (figura de la que fue contemporánea) del nacionalismo vasco, un «Hogar Nacional», así llamado por el Congreso Fundacional del Sionismo en Basilea (Suiza), es lo que deseaba éste para Euskadi.

Conviene recordar que los antecedentes mitológicos y romanticistas del movimiento independentista vascongado, que configuraría definitivamente Sabino Arana en 1893 con la fundación del Partido Nacionalista Vasco, se podían atisbar unas décadas antes en las disparatadas teorías ocultistas sobre los vascos (Aitor, Amagoia, etc.) formuladas por el francmasón, anticlerical y novelista republicano francés Joseph-Augustin Chaho (1811-1858), especializado en euskera y discípulo del barón Ferdinand Eckstein, personaje destacado de los círculos esotéricos, cabalistas y masónicos galos donde fue conocido como el «barón sánscrito» o «barón Buda» (una fórmula debida al hebreo Heinrich Heine). La desbordante imaginación de Chaho le llevó a escribir una serie de obras (en las que habla con enorme desprecio de los castellanos) consideradas precursoras del independentismo vasco[14]. Chaho ha sido considerado, de hecho, «el primer nacionalista vasco»[15] y «el primero que habla de Euskal Herria como nacionalidad oprimida por España»[16].

A él se deben otras leyendas como la popularización de una de las primeras manifestaciones del lema Zazpiak-Bat («las siete provincias vascas»), que une a todos los vascos. Con razón, Chaho ha sido considerado «el mayor mitómano de Vasconia»[17]. Como ya se lo reprochara el joven Unamuno en su tesis doctoral, enriqueció en tal medida sus descripciones de la cultura campesina y el folklore vasco con fantasías propias que poco de su obra resulta utilizable por los investigadores actuales. Sabino Arana, que sin duda debió de conocer los escritos de Chaho —pues fueron vertidas al castellano por el también masón Arturo Campión, quien llegó a ser senador del PNV en 1918―, recogería estas ideas disparatadas, situándolas como elemento central de su doctrina.

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[1] “Deia”, La herencia simbólica. Rememorando la masonería vasca, 06.11.2021.
[2] Díaz Morlán, op. cit., p. 187.
[3] Pablo Díaz Morlán, Los Ybarra, una dinastía de empresarios, Marcial Pons, 2002, pp. 192-193.
[4] Los hermanos Arana incursionaron en otro tipo de lucrativos negocios, como las inversiones en Bolsa o la explotación de minas, que con el tiempo acabarían siendo ruinosos. Para esta labor contaron con el apoyo financiero de diferentes empresarios capitalistas, como el masón Horacio Echevarrieta y la casa de banca judeo-francesa Dreyfus, con quienes Sabino Arana llegó a tratar personalmente durante sus estancias en París, poco antes de su fin (Corcuera Atienza, 1979: 470 y 543).
[5] Miguel A. López-Morell, La Casa Rothschild en España, Marcial Pons, 2005, p. 461.
[6] Paul Aubert, Nidos de espías, p. 382.
[7] Mauricio Karl, El enemigo: Marxismo, Anarquismo, Masonería, Madrid, 1935, pp. 129-145.
[8] «El almirante Luis Brion, colaborador judío de Simón Bolívar» (Carlos Vogel), “Judaica”, año XIII, nº 151, Buenos Aires, enero de 1946.
[9] Joaquín Bochaca, El mundo de las sombras. Nada es lo que parece, Ojeda, 2ª (ed), 2010, p. 79.
[10] Javier Corcuera Atienza, Orígenes, ideología y organización del nacionalismo vasco, 1876-1904, Siglo Veintiuno, Madrid, 1979.
[11] Corcuera, op. cit., n. 255, p. 524.
[12] “La Razón”, 22-02-2009.
[13] Sabino Arana Goiri (1865-1903) se apropió de las viejas leyes de limpieza de sangre españolas (los «Santos Estatutos», según se los denominaba oficialmente en la España imperial enemiga histórica del judaísmo), adulterándolas para ponerlas al servicio de sus absurdas consideraciones y de su particular visión de la realidad (a efectos de utilidad práctica tampoco consiguió en su momento las simpatías deseadas). Sus tesis, con las que elaborar su «raza» vasca (inexistente por otro lado) y su «racismo» antiespañol (en síntesis, objetiva y efectivamente antiblanco, lo que le ha permitido gozar históricamente con las calurosas bendiciones del sionismo), solo son un conjunto de delirios pseudoreligiosos y antihistóricos sin ningún fundamento científico, los cuales no deberían de merecer ni un minuto de atención. No obstante, son ellos los responsables del actual estado de esquizofrenia mental en el que está sumida la población de dicha región española. Y es que dentro de la retórica pseudoreligiosa de algunos de los iniciales fundadores del nacionalismo vasco, con Arana a la cabeza, se enmarcan las similitudes que se establecían entre Vasconia e Israel: «En el seno de Israel, sobre todo en épocas de cautividad y opresión [...] surgían profetas insignes [...] que alzaban la voz [...]. También Euzkadi tuvo sus hombres que, en medio del vergonzoso olvido de nuestra historia y de nuestros verdaderos intereses, clamaban, instruían o gemían». Arana, el mayor de esos profetas, era comparado a Judas Macabeo, bajo cuya guía «brillaban las espadas y los escudos, se despreciaba la fin [...] y se cerraban los ojos ante los ingentes ejércitos del opresor» (M. Tuñón, La España del siglo XX, 1973, págs. 336-7). La identificación de Dios con un «pueblo elegido», en este caso el imaginado por Sabino Arana y su partido, es creado a base de mezclar símbolos y mitología antiguotestamentaria con fantasías folcloristas popularizadas por el novelista masón Augustin Chaho, resueltos a romper los lazos históricos creados durante siglos con el resto de España.
[14] Jon Juaristi, El linaje de Aitor. La invención de la tradición vasca, Taurus, 1998. Aunque la lengua materna de Chaho era el euskera, escribió casi todas sus obras en francés. Su mentor y maestro fue el conocido masón y escritor Charles Nodier (1780-1844), colaborador de Ferdinad Eckstein, cuyos relatos más populares versan sobre vampiros, demonios y brujas. Fue Nodier, que descolló por su intensa actividad política en los años posteriores a la Revolución francesa, quien le ayudó y estimuló desde muy joven en sus estudios. Chaho falleció en Bayona en 1858, siendo enterrado sin ceremonias religiosas. Su tumba, exhibe un busto con un poema en nostrático, escrito por el lingüísta ucraniano de ascendencia judeo-polaca Vladislav Illich-Svitych (1934-1966), «padre» fundador, junto con el lingüísta ruso-israelí Aharon B. Dogopolsky, de la lingüística comparada de Nostratic. Su oración fúnebre, por su parte, fue pronunciada por el geógrafo y escritor anarquista Elisée Reclus (1830-1905), miembro de la logia «Amis Philanthropes» de Bruselas y colaborador asiduo de la Escuela Moderna fundada por Francisco Ferrer Guardia, otra figura legendaria de la acracia ibérica y masón de alto grado.
[15] Justo Gárate, 1933: 242.
[16] Corcuera Atienza, 1979: 54.
[17] Xabier Zabaltza, Augustin Chaho. Precursor incomprendido, Departamento de Cultura del Gobierno Vasco, Vitoria, 2011, pp. 43-44.

@Hanshiro.T
@Drumont

Igual que siempre los católicos criticando a los que rechazan su EMPRESA
 

Yolanda Díaz Fan Club

Forero Paco Demier
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Gran hilo. De los que hacen Grande a Burbuja. Que también debiera tenerse en cuenta junto a este:


Los del PNV hacían contacto con alubios NAZIS MASONES hahahaha a dormirla.
 

Yolanda Díaz Fan Club

Forero Paco Demier
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No os metáis con los judíos nazis masones etarras y Muy de derechas del PNV que lo que tenéis que hacer es ir a misa! :)
 

ArmiArma

Madmaxista
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No lo he leído todo, pero esto se debe rebatir. Cito:

Ahora bien, quienes también pertenecieron a la masonería —cuyos rituales, simbología y finalidades son enteramente judíos y en cuyas filas sobreabundan los mismos―

Esto es falso. Te aconsejo que leas sobre este rito al que perteneció nada menos que Sir Winston Churchill: Rito de Memphis y Mizraím - Wikipedia, la enciclopedia libre

Existe una vieja intención velada por echarles las culpas a los judíos en general, cuando en esto solo están ciertas élites, como entre nosotros. Y realmente, la mayoría del artículo que citas, hace recaer la responsabilidad en quien debe, que es la Corona Británica y sus corporaciones. Lo anglosajones, sus élites. Y buenas noches.
En la práctica, mucho del relato responde más a la influencia de los Jesuitas en América, pero bueno, también hay cosas que se mezclan unas con otras.

La relación entre jesuitas y masones ha sido muy desigual y por momentos incluso malísima.