Con los años he descubierto que 'low cost' es un apelativo peyorativo que se usa (como casi todo lo peyorativo) por los que no se han adaptado a los cambios del modelo productivo, y ofrecen algo que por ineficiente, para tener margen comercial, ha de hinchar los precios, lo que hace que el consumidor, si no ve ventajas comparativas importantes opte casi siempre por la opción de menor precio.
Al final el low cost, no es más que la manifestación de los incrementos de la productividad y de los rendimientos decrecientes, y la natural tendencia deflacionaria de la economía no intervenida.
Por mucha matraca con la que nos atiza la izquierda y los monetaristas, hoy se vive mucho mejor que hace 200 años, y podemos acceder por una fracción mínima de nuestras rentas a bienes de consumo que hace poquísimo tiempo eran inimaginables. La parte negativa es que esos incrementos de productividad, conllevan a una menor necesidad de cash para consumo lo que hace que el mercado laboral también deflacione.
Esto del anti 'low cost', no es más que otra capa de la cansina ingeniería social, que nos dicta QUÉ nos tiene que gustar consumir, como siempre con su sucio condicionamiento moral, con el cuál, si no comulgas con el pack, eres FACHAAAA, franco, caca, fascista, mala persona.
Yo he trabajado vendiendo productos con margenes que triplicaban los de la competencia, pero dando valor añadido, y también he menospreciado al consumidor y echado pestes del lowcost, pero aunqe la mayoría de la gente es fulastre, al final a la hora de gastarse el dinero, todavía hay gente que agradece la calidad, y está dispuesta a pagarla.