El subastero Royuela falsificó documentos privados como medio para cometer una estafa, que no llegó a consumarse, al haber utilizado una hoja del padrón municipal para falsificar la firma de una fallecida, Dolores Rosillo, en un falso documento de reconocimiento de deuda que se presentó en un juzgado civil para reclamar 50 millones de pesetas más 32 millones de intereses.
https://elpais.com/diario/1999/02/25...50_850215.html
Por el contrario, el Tribunal Supremo confirma la condena de dos años impuesta a Royuela y la de un año para Oms por falsificación en documento privado. El subastero Royuela falsificó documentos privados como medio para cometer una estafa, que no llegó a consumarse, al haber utilizado una hoja del padrón municipal para falsificar la firma de una fallecida, Dolores Rosillo, en un falso documento de reconocimiento de deuda que se presentó en un juzgado civil para reclamar 50 millones de pesetas más 32 millones de intereses.
Ingresa en Brians Alberto Royuela por denunciar falsamente a fiscales y jueces / EL MUNDO
El subastero ultraderechista Alberto Royuela ha ingresado en el centro penitenciario Brians, en Sant Esteve Sesrovires, para cumplir la condena de un año y seis meses de prisión impuesta por acusar y denunciar falsamente a magistrados y fiscales.
Según fuentes penitenciarias, Royuela podría haber eludido el ingreso en prisión por no contar con antecedentes penales recientes y por la baja pena impuesta, pero la Fiscalía se opuso a la suspensión de la pena en el trámite de ejecución de la sentencia.
Las mismas fuentes señalaron que Royuela ingresó en la guandoca la semana pasada.
El subastero fue condenado por un juzgado penal de Barcelona por los delitos continuados de acusación y denuncia falsa en relación a hechos cometidos entre octubre de 2000 y junio de 2001. En aquellas fechas, Royuela presentó sistemáticamente acusaciones y denuncias falsas «con intencionado desdén», según la sentencia, contra el entonces fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, el ex fiscal anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, y otros jueces y magistrados de Barcelona como Roser Aixandrí, del juzgado de instrucción número 26 de Barcelona, o Gerard Thomas, presidente de la sección novena de la Audiencia.
Royuela acusó a Mena y a Villarejo de omisión de perseguir delitos y negociaciones prohibidas, y sus denuncias falsas acabaron en el Tribunal Supremo, debido al fuero especial que amparaba a los ahora ex fiscales. La sentencia condenatoria estimó que el subastero actuó contra estos jueces y fiscales porque sentía por ellos un «repruebo visceral» en tanto que habían participado en diversos procesos judiciales que le acarrearon condenas.
Royuela ya cumplió una condena de dos años de prisión por falsificar la firma de una mujer fallecida en un documento privado de reconocimiento de deuda con la idea de estafar más de 50 millones de pesetas ante un juzgado de primera instancia
Royuela es un subastero que fue condenado junto con Mateo por irrumpir en los juzgados en 2008, armados con puñales de porcelana para no ser detectados al pasar por el arco de seguridad, y apuñalar en la cabeza a una persona para que no se presentase a una subasta.
“Tenemos a tu amigo en la bañera cortado en pedacitos”
Reportaje | 10.000 páginas de furia mafiosa
Así lavó su fortuna el jefe de los ultras del Barça
El terrorista Santiago Royuela condenado a 6 años de guandoca - Indymedia Barcelona
«Nosotros pusimos las bombas»: los ultraderechistas que se entrenaban en una perrera municipal — Agente Provocador
Alberto Royuela, dirigente del grupo Mariano Sánchez Covisa (relacionado con los paramilitares Guerrilleros de Cristo Rey. Covisa fue uno de los fascistas más famosos y activos de la época. En un diario alemán, durante una entrevista, afirmó que «si se presentara la situación por la que usted pregunta estaría dispuesto a dar de baja de la suscripción de la vida sin demasiados escrúpulos al servicio de la Patria»). Royuela, en septiembre de 1976, intentó la creación de una especie de coordinadora de grupos violentos de extrema derecha. Había sido detenido meses antes, en enero, acusado de participar en diversos atentados perpetrados por el G.A.S. en diversas librerías y entidades cívicas. Tras permanecer un mes en la guandoca Modelo de Barcelona, resultó sobreseída su causa tras el decreto de amnistía.
ALBERTO ROYUELA EN UNA IMAGEN DEL DOCUMENTAL SOBRE EL ATENTADO CONTRA
EL PAPUS
También, según
Interviú, figuraba otro importante neonazi español,
Ernesto Milá, acusado de atracar una joyería en Barcelona en 1978. Posteriormente se trasladó a París, donde mantuvo estrechos contactos con los ultraderechistas Stefano Delle Chiae y Salvatore Francia, con quienes trabajó en la edición de la revista
Confidentiel, considerada como el órgano de expresión de los neonazis europeos. Este fue
uno de los primeros puentes claros que conectaban el nazismo y fascismo europeo con los fascistas españoles.
44 asesinatos
Hoy empieza el juicio a los ultras Santiago Royuela Samit, Oscar Serrano Masdeu y a tres compañeros suyos como presuntos autores de la fabricación y colocación de una bomba de fabricación propia en las
Cotxeres de Sants, pocas horas antes de que se celebrara en este recinto un festival alternativo, con la presencia entre otros del cantante Fermín Muguruza. A dos de los integrantes de este comando les explotó el artefacto cuando pretendían colocarlo y por eso fueron ingresados en el hospital Vall d’Hebron de Barcelona y posteriormente detenidos. Se trata de un grupo fascista con muchos antecedentes por agresiones, ataques e intimidaciones, que tenían un local como punto de reunión y que estaban claramente organizados y jerarquizados, además se les acusó de
tenencia ilícita de explosivos. A pesar de todo esto, en su momento no se les aplicó la ley antiterrorista y se tendrá que ver que posibles penas les pueden caer. Los echos ocurrieron en marzo del 2001.
Detenidos cuatro ultras que iban a atentar contra una fiesta okupa en Barcelona
El ultraderechista Alberto Royuela, puesto en libertad irregularmente
El conocido ultraderechista barcelonés Alberto Royuela y otras once personas más fueron puestos erróneamente en libertad el pasado lunes por el funcionario encargado e¿ ese momento de los calabozos del juzgado de guardia de la capital de España. Tras tenerse noticia del hecho, la autoridad judicial ordenó la búsqueda y captura de estas personas, diez de ellas nuevamente detenidas por la policía, mientras el ultra Royuela y otra persona de la misma ideología continúan en paradero desconocido
Un error y quedaron en libertad....
«Nosotros pusimos las bombas»: los ultraderechistas que se entrenaban en una perrera municipal — Agente Provocador
Ligados al grupo terrorista triple a
Con asesinatos a cuestas
La fin del dictador los multiplicó por toda la geografía española.
Iban armados y estaban interesados sobre todo en la acción violenta, en el cuerpo a cuerpo. Operaron bajo diversos nombres, como Batallón Vasco Español (BVE), Alianza Apostólica Anticomunista o Triple A, Antiterrorismo ETA (ATE), Acción Nacional Española (ANE), Grupos Armados Españoles (GAE) o Guerrilleros de Cristo Rey, entre muchos otros. El atentado con bomba, en abril de 1975, contra la librería Mugalde de Hendaya, parece indicar el inicio de una nueva etapa del terrorismo ultraderechista.
PORTADA DEL DIARIO
YA TRAS LOS ATENTADOS DE ATOCHA (26 DE ENERO DE 1977)
Estos fueron los nombres más conocidos de la extrema derecha fascista en la época del tardofranquismo, pero no fueron los únicos. También hubo
comandos callejeros, grupúsculos violentos dedicados al linchamiento y la bomba incendiaria, el apuñalamiento o la extorsión. De forma muy parecida a los llamados
Comandos Antimarxistas, surgidos a mediados de los setenta y entregados desde sus orígenes a la violencia callejera, surgió uno grupo menos conocido pero igualmente peligroso. Se llamaron
Grupos de Acción Sindical (G.A.S.), con base en Barcelona, formados por militantes de los Guerrilleros de Cristo Rey y CEDADE, y algunos incontrolados más. El nombre planteaba equívocos; no tenían nada que ver con sindicatos de ningún tipo e incluso el mismo nombre había sido utilizado por comunistas armados en la Barcelona de los años veinte. Pero las siglas les hacían justicia:
soñaban con volver a implantar la cámara de gas y estaban formados por jóvenes fascistas con el asesoramiento de veteranos militantes de otras organizaciones paramilitares. Todos ellos compartían un feroz repruebo hacia la izquierda y los anarquistas, hacia el fenómeno hippie que se había popularizado años antes y que, poco a poco, comenzaba a aparecer también en España.
Lo componían una decena de personas, pero los atentados eran perpetrados por grupos de tres o cuatro, que actuaban rápido y se esfumaban.
La relación de atentados que, en poco tiempo, llevaron a cabo resulta escalofriante: bomba de humo en el cine Atlanta cuando se proyectaba la película
La caída de los dioses, cócteles molotov contra la redacción del periódico
Diario de Barcelona, la paliza al periodista Carlos Sánchez a las puertas de su casa, incendio de varias librerías del centro y centros sociales como el de La Florida, Turó de la Peira y San Andrés. También acudían a manifestaciones izquierdistas que disolvían a tiros. Sin embargo, en otras ocasiones pagaban a delincuentes profesionales para que realizarán todo tipo de encargos que luego firmaban con las siglas de G.A.S. El estilo del grupo fue imitado por otros tantos, una gran amalgama de siglas y nombres, como el
Comando Adolf Hitler, que en 1976 atentó contra varias librerías de izquierdas en Sevilla, Valencia, Albacete o Zaragoza.
Todos ellos integraron la llamada
«trama negra» española, que conectaba terrorismo con organizaciones políticas de extrema derecha con apoyos financieros y logísticos a nivel nacional e internacional. Uno de sus integrantes más activos, según el informante entrevistado por
Interviú, fue
Alberto Royuela, dirigente del grupo Mariano Sánchez Covisa (relacionado con los paramilitares Guerrilleros de Cristo Rey. Covisa fue uno de los fascistas más famosos y activos de la época. En un diario alemán, durante una entrevista, afirmó que «si se presentara la situación por la que usted pregunta estaría dispuesto a dar de baja de la suscripción de la vida sin demasiados escrúpulos al servicio de la Patria»). Royuela, en septiembre de 1976, intentó la creación de una especie de coordinadora de grupos violentos de extrema derecha. Había sido detenido meses antes, en enero, acusado de participar en diversos atentados perpetrados por el G.A.S. en diversas librerías y entidades cívicas. Tras permanecer un mes en la guandoca Modelo de Barcelona, resultó sobreseída su causa tras el decreto de amnistía.